En un mundo de vidas perdidas, existen almas que necesitan ser escuchadas.
Seres que anhelan que su voz promulgue ese grito que los saque del abismo, que alguien baje una estrella que alumbre su camino.
Podrían ser muchos, podría ser yo...
Podría...
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RELATO TRES
Todos crecimos rodeados por ellos. A veces eran solo sombras, otras veces más abstractos, no obstante siempre estaban allí.
En algunas ocasiones te echaban una mano, dependiendo del provecho que se podía extraer de la situación.
Estaban por todos lados, en el parque, en la escuela, universidad, de hecho hasta algunos tenían la odisea de vivir en tu propia casa.
Dichoso aquel, que no tuviera contacto con alguno de ellos. Era considerado un Don Juan aquel que fuera capaz de ignorarlos, omitirlos, darles dislike, en fin, vivir sin ellos significaba paz, pero el destino no te premiaba con tanta facilidad. Tu mismo debías encontrar la llave del escape.
Todos se encargaban de tus puntos débiles, es decir, había uno diseñado para cada cual. Según los expertos podrían ser calificados por su grado de intensidad, de menor a mayor estaban los de afuera, la calle, el centro comercial, continuaban los de grado intermedio, ubicados estratégicamente en la escuela, universidad y el trabajo y los más peligrosos, los que estaban en casa, que vivían contigo y que por desgracia me tocó con ellos, los famosos gigantes.
Desde pequeño estuvieron conmigo, fueron mis amigos, de vez en cuando se enojaban o me castigaban, pero la mayoría del tiempo parecían inofensivos. No fue hasta que crecí que se mostraron tal cual eran. No importaba cuál sea mi pensar, su voluntad se imponía por encima de todo.
- Tienes que ser abogado. - cuando en realidad quería ser doctor.
- Tienes que montar una oficina cerca de casa. - cuando yo quería viajar al exterior.
- ¡Qué clase de ropa llevas puesta! - mi estilo no iba con el de ellos.
- Esa chica no la queremos en casa. - ¿Acaso querían una robot?
Ellos controlaban todo lo relacionado a mí. Amistades, relaciones, vida académica... Si yo tomaba una decisión por mi cuenta, era sancionado con un grillete en la muñeca.
Entre ellos nunca estaban de acuerdo. Peleaban la mayoría del tiempo, se engañaban a sí mismos, incluso se maltrataban el uno al otro y cuando eso sucedía arremetían contra su creación, su experimento.
- ¡Todo es tu culpa!
- De no haber existido, nosotros no estuviéramos aquí.
- ¡Eres igual de egoísta que él!
- Saliste tan insoportable como ella.
Poco a poco mi ser imploraba clemencia. Había un atasco de emociones en mi cabeza, que la desintoxicación parecía inalcanzable.
Día a día aumentaban su tamaño y con ello el peso de mi suplicio.
- ¿¡Qué estás haciendo con tu dinero!? - para ellos no existían mis responsabilidades.
- ¡Qué desagradecido te has vuelto!
- ¿Por qué no eres como Fulano?
- ¡Qué pérdida de tiempo contigo!
- Debería darte vergüenza.
Fueron muchos años en los cuales la costumbre no sirvió de nada. Les había dado todo lo que pedían, sin embargo, no pretendía avanzar un paso más con ellos sobre mis hombros. Se habían vuelto tan grandes que me era imposible ver el camino, no obstante, en mi mente nunca se había apagado el faro de la ilusión:
"Soy el dueño de mi propio destino"
Grité, rugí y halé con fuerza mis manos para escapar de las suyas. Ellos se abalanzaron contra mí para evitar la ruptura, pero el impacto era inminente, el cambio ya estaba hecho.
- Mamá, Papá, ... Quiero hablar con ustedes.
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¡Hola! Un gusto saludarles otra vez .. he aquí un nuevo relato. Este en particular tiene un matiz singular. Es cierto que los padres son una bendición para nuestras vidas y deben ser tratados con todo el respeto del mundo y amados hasta más no poder, pero tampoco se puede negar que hay padres súper tóxicos que tratan a sus hijos como marionetas y muchos jóvenes de hoy en día tienen esa percepción sobre ellos.
Espero que esté relato sirva más de reflexión para analizar qué tan comprensivos podemos ser como padres (para los que lo son) y qué tan abiertos podemos ser como hijos. La confianza familiar debe ser lo principal.
Les mando un beso, recuerda votar y me ayudaría mucho que compartieras con otros estos relatos, que deseo que toquen sus almas.😊☺️