Y ahi estaba, contándole las mismas historias que te conté a vos, creo que puedo repetirlas dos veces, solo que él no me mira atentamente ni me invade de preguntas, Ya que su curiosidad es escasa comparada a la tuya.
Volví a casa después de ese día, sintiendo como si hubieran hecho la tercera guerra mundial en mí corazón, estaba explotado de alegría con el simple lujo de verte. Hoy lo vi, lo vi pero mí corazón no quiso jugar esta partida, lo único que sentí fue...nada comparado a miles de mariposas, te lo aseguro.
No sé que siento por él, definitivamente él no es vos y no puedo hacer que vos estés conmigo. Intenté, intenté, volé y volé, di mil vueltas a la rotonda esperando a que me veas pasar, y lo hiciste, me viste y me frenaste, solo me gustaría que estés ahora para frenarme de nuevo, esta vez no es un juego, esta vez no hay un freno.
El día en que me dijiste lo mucho que me amabas lo sentí, por primera vez sentí todo ese amor mutuo que había. Luego de ese día comenzaste a acompañar mis historias graciosas con una risa y un te amo al final, él no, él no se ríe de mis chistes, simplemente no lo comprendo, eran tan buenos el día que te los conté, reías sin parar y ahora no lo puedo olvidar.
En nuestra historia hubieron muchos peros, pero, utilizando esa palabra correctamente podríamos escribir muchísimos renglones más sobre lo nuestro, no dejemos morir este cuento.
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Diario de una adolescente solitaria
Teen FictionAdolescente solitaria escritora de una historia que la apuñaló tantas veces que puede contarla de memoria. -Dedicado a mí misma y a las veces que me escondí o me convertí en un reflejo de los demás para no volver a ser abandonada.