Golpear tu puerta

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Si apareciera golpeando tu puerta, ¿me dejarías entrar?.
Alguna vez te dije que me gustaría hacer musica con lo que me haces sentir, acá estoy, sintiendo la melodía más allá de lo poco que recuerdo tu voz. ¿Me querrías si te digo que te amo otra vez?, soy lo suficientemente joven como para no entender el amor pero lo suficientemente adulta como para darme cuenta de que te amo. Sinceramente te amo, sin peros te amo, sin tener que probar bailar con alguien más, te amo.
Sé que algún día te vas a casar y encontrarás a alguien que te ame realmente como yo lo hacía. Tal vez más. Sé que me aleje de vos el día que me dijiste que sentías y que corrí de la lluvia y me escondía en la sombra los días soleados pero siempre te quise más allá de todas mis lágrimas derramadas y las botellas de vino sin terminar en la alacena.
Todo tiene sentido sin saberlo, busco la respuesta en los libros más sabios y ninguno sabe qué decirme acerca de lo poco que sé amar. Me siento tan sola que el frío de noviembre me cubre todo el año, aunque no nos volvamos a dirigir la palabra quiero decir que volveré cuando esté lista aunque sé que no querés esperar toda la eternidad a que lo esté.
Y si algo de esto te parece significante deberías saber que lo es, que cada verso de cada canción triste habla de vos, que cada página de mis libros solitarios hablan de vos, que cada segundo que pasa siento como los colores que forman este cielo azul se vuelven cristalinos y cada vez logro divisar menos de ellos. No entiendo el nivel de expectación que tengo hacía vos ni la verdad que está a punto de ser vista, tampoco el hecho de que no sienta mí corazón latir ni pueda verte a través de la lluvia. Y me pone triste esta niebla inexplicable, sé cuánto querías que lo nuestro fuese real y cuánto me odiaste cuando te dije que no amaba ni un poco de vos, ni de tu insignificante existencia. Aunque fuese falso para que te alejaras. Supongo que todo en la vida deja de estar listo para ser accionado y lo que no lo está simplemente pasa a ser algo absurdo en la existencia y no sigue órdenes del orden natural. Supongo que siempre supuse ser el problema y accedo a la idea de que siempre accedí a no ser yo misma ni aunque me pusieran en medio del reflector, ni aunque mí vida dependiece de cuánto me conocía ni de cuánto estaba lista para amarte sin amarme. 

-Golpeé tu puerta esperando a que no abras, finalmente no iba a poder darte lo que deseabas

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-Golpeé tu puerta esperando a que no abras, finalmente no iba a poder darte lo que deseabas.




-Cata

Diario de una adolescente solitaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora