Frío

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Hace frío, hace frío y no estás. Hace frío y no puedo más, hace frío, ¿cuando llegas?. Hace frío mientras me imagino que estoy a tu lado, tengo miedo, tengo miedo porque hace frío y te espero, tengo frío y tengo miedo, te lo estaría contando en persona pero no estás, hace frío y no volves, hace frío hace más de un mes. Hace frío y hacer se volvió una palabra frecuente en mí diccionario, hace frío y me congela más el hecho de que haga frío y no estés que el frío mismo. Hace frío y aunque no hiciese frío no estarías acá. Hace frío, desesperante frío. Frío que congela hasta el último pedazo de este corazón clavado en tu regazo, frío que anhela más que ser frío. Frío que espera dejar de ser juzgado solo por congelarme esta noche. Frío, frío y frío, otra vez lo repito porque es lo único que cito después de tu nombre. Un Frío y te espero, un frío y te hablo, un frío y te miro, un frío y me acerco, un frío y no estás...El frío que no estuvo, el frío que no hubo, el frío que te vió pisar su estación y cambió repentinamente porque no quería tenerte en ella. Es primavera y llegaste, estuve todo un frío esperándote. Me di cuenta de que las flores aparecieron junto a tus pisadas pero veo como se vuelven a marchitar Al verte entrar, no lo entiendo, se supone que que estés acá es algo bueno, algo que, espero, se el final de mí desespero. Hace algo de calor, ya me quité el abrigo y me senté junto a la puerta sabiendo que ibas a abrirla ya que sé que volviste y que vas a venir. Hace calor y la abro, hace calor y salgo, hace calor y te busco, hace calor y veo margaritas por todos lados, hace calor y me desvanezco, hace calor y no te encuentro, hace calor y , otra vez, vuelvo a sentir frío. Vuelvo a sentir frío mientras caigo rendida al suelo viéndote partir, caigo mientras recuerdo, recuerdo cuántos días estuve esperándote y los escasos minutos que te tomó dejarme. Hacía frío en esa habitación que, sin despedida ni explicación, volvió a sentirse vacía. Hacía calor, por un momento juró que sentí que volvías, amor, hacía calor y veo que las cuentas me fallaron ya que la primavera aún no había llegado...¿Seré solo una víctima de mí propia ilusión, que más muerta que pérdida dejó helado a este pobre corazón? 

Diario de una adolescente solitaria Donde viven las historias. Descúbrelo ahora