V: Gordo

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Baja de su habitación cuando a curado sus heridas, desinfectadolas y poniendo apósitos en las más graves. Se mira frente a él espejo de su cuarto y la vista de su cuerpo gordo y con moretones le recibe, con sus manos palpa los pliegues llenos de grasa en su cuerpo, los rollitos de carne que sobresalen de su abdomen y sus muslos gruesos y blandos, igual también toca la parte interior de sus brazos sintiendo la carne en esa zona un poco floja.

Mueve sus manos a su cara y la mira atravez del espejo. Sí, está gordo, y sí, tiene granos, puede sentirlos con sus manos y verlos a través del espejo, sus cejas pobladas son feas también, su cabello es un desastre la mayoría del tiempo y sus labios están resecos y partidos y son demasiado gruesos, los lentes de enmarcadura grande solo hacen ver aun peor. Podría decir que lo único pasable de su cuerpo son sus ojos, verdes, grandes y brillantes.

Izuku se pregunta, ¿Su vida sería mejor si tuviera una cara bonita?

Suelta un suspiro y oye la puerta de su cuarto ser tocada, sabe que deben ser sus padres, ellos entrarán y preguntaran que le paso, y él los mirara a los ojos y dirá que se fue un accidente. Ellos no le creerán pero tampoco dirán nada para presionarlo, y no tocarán el tema el tema de nuevo.

Busca una bata ancha del baño para cubrirse y abre la puerta, quien está frente a él es su padre, quien entrar y observa la habitación mientras camina y se sienta en la cama. Cierra la puerta de la habitación y se sienta en la silla de su escritorio. Está esperando a que su padre hable y diga o pregunte algo sobre sus heridas.

—. He hablado con tu madre, Izuku — dijo el peli amarillo serio —, nos preocupas, hijo, y por eso hemos decidido mudarnos de aquí —

Abre los ojos impresionado, ¿mudarse? —. ¿Que? ¿En serio? — trata de no hacer tan evidente el hecho de que le alegra mucho el irse de allí, pero no quiere arriesgar el trabajo de sus padres —. Pero, ¿Y ustedes? Tienen su trabajo aquí, a sus amigos, no es necesario que...

—. Izuku, lo mas importante para un padre es la seguridad mental, física y psicológica de su hijo — interrumpe al peli verde —. Si son verdaderos amigos lo entenderán, y sobre nuestro trabajo... Pedimos un traslado, no te preocupes, lo más importante es tu bienestar — finalizó sonriendo, Izuku se sintió tan conmovido que no pudo evitar llorar de la emoción, siendo abrazado por su padre en un acto de consuelo.

Sí, podía estar gordo, lleno de estrías, de acné e inseguridades, pero lo único que necesitaba era a su familia, mientras sus padres lo quisieran el seria feliz.

—. Será mejor que prepares todos, nos iremos en una semana — aviso Yagui.

Se separaron e Izuku limpio el rastro de lágrimas con el dorso de sus manos. —. Esta bien, ¿tendré que seguir yendo a la escuela? — pregunto  nervioso.

Yagui le vio triste, la idea principal era que si, pero esa mirada triste y asustada le partía el corazón —. No, no es necesario, hablaré con tus profesores —. Ya después hablaría con Inko.

ESTHETIC - La belleza lo es todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora