VI: Mala Autoestima

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Izuku nunca había tenido una semana tan tranquila y sin complicaciones, no que él recuerde. Era una sensación extraña que lo hacía estar en alerta constante, sintiendo que en cualquier momento pasaría algo malo en su vida.

Cuando se mudaron y fue cambiado de colegio las cosas — todo lo contrario a su pensar — mejoraron, él nuevo lugar donde vivían quedaba más cerca del colegio de lo que pensaba, y su padre siempre estaba en la entrada esperando por él, nadie lo molestaba en clases tampoco, era como si fuera invisible y eso le daba un respiro de tranquilidad profundo.

Su ansiedad había bajado un poco con el cambio de rutina y su depresión estaba siendo tratada, estaba mejorando mucho.

...

Izuku había creído que la paz y tranquilidad duraría más tiempo del que realmente duró, no porque le molestara, de hecho, un chico igual de extraño que él había intentado hablarle. Izuku no sabía cómo hacer amigos y terminó por espantar al otro, era muy inseguro consigo mismo y creía que para las personas era mejor no acercarse a él.

Sin embargo, al día siguiente el mismo chico se sentó a su lado en el almuerzo, con un plato de soba frío y empezó a comer con él. Seguía inseguro sobre qué hacer pero le siguió la corriente y comieron de manera tranquila.

Y — para desgracia de Izuku — se había mantenido pegado a él todo el día tratando de sacarle conversacion. Pero por dios, si ni siquiera sabía su nombre.

—. Todoroki Shoto — se presentó cuando salían de clase —, te he visto solo desde que llegaste, yo también estoy solo y bueno, pensé que podríamos ser amigos.

Izuku quedó consternado, el chico extraño que le había estado persigue que persigue le dijo sin tapujos que quería ser su amigo. Y como acto de magia sus inseguridades y ansiedad salieron a flote. Empezó a balbucear nervioso, no entendía el porqué alguien querría ser su amigo.

—. Y-yo, no l-lo se, no S-soy e-l mejor pros-pecto par-ra amigo — dijo —. A-además, S-soy f-eo y se bur-laran de t-ti si t-e ven c-conmigo y- —

—. Oye basta, respira, calmate — le interrumpió preocupado, parecía que estaba a punto de tener un ataque de pánico y él sabía lo difícil que era tratar con uno. Sabiendo lo que tenía que hacer para calmarlo empezaron a hacer ejercicios de respiración hasta que Izuku se calmo al fin —. Quiero ser tu amigo porque creo que tenemos más en común de lo que parece, tal vez no estaría mal tampoco tener a alguien que nos haga compañía

Izuku le miró preocupado, ser amigo de él era ser amigo de sus inseguridades y no quería ahogar a a nadie en sus problemas, sin embargo Todoroki lo convenció de intentarlo.

—. Si siente que no estas cómodo conmigo me alejare, en serio — dijo —, solo dejame demostrarte que todos tenemos el derecho a tener un amigo con nosotros que nos apoye.

E izuku aceptó, si no intentaba no sabría lo que se sentía tener un amigo.

...

Sorpendentemente para Izuku ambos congeniaban muy bien. Tenían confianza suficiente como para contar lo que le aquejaba a cada uno, y descubrió que Todoroki padecía depresión severa y estaba bajo medicación, vivía con sus hermanos mayores, su padre estaba en la cárcel por abuso ingrafamiliar y su madre estaba internada en un hospital psiquiátrico. Al parecer las cosas para Todoroki fueron duras desde que era un bebé.

Sin embargo, Izuku vivía con él miedo constantemente de que Todoroki un día ya no estuviera para él. Él también era una persona depresiva y sabía de los constantes cambios de humor por los que pasaba, por eso estaba en la inseguridad de que un día su único amigo, la única persona que no lo dejó ni juzgo por su apariencia, se fuera de este mundo.

Recurrentemente tenía pesadillas sobre eso, pero trataba de no dejar a su ansiedad tomar el control de sus pensamientos. Todo estaba yendo muy bien, estaba a unos pocos meses de la graduación y su amistad con Todoroki no flaqueaba. Sin embargo, la inseguridad en el sobre su amigo, se cumplió un mes antes de la graduación.

Todoroki Shoto se había suicidado.

...

Para él había sido difícil asimilar la partida de su único amigo, había vuelto a quedarse solo, había caído en depresión de nuevo y la ansiedad y angustia engullian su ser. Estaba asustado y alerta a cualquier cosa.

Había vuelto al punto de partida en el que se sentía atrapado en un pozo oscuro lleno de desesperación y dolor. Sentía que no podía ver una luz al final del túnel. Sus ojos siempre estaban rojos e hinchados y su garganta raspaba mucho.

Sin embargo, tuvo que reponerse, tenía muchas cosas que hacer, Todoroki y él habían dejado una lista de cosas que hacer al salir de la preparatoria, y una de ellas era ir a la mejor universidad y cumplir sus sueños. Y aunque Todoroki no estaba allí, él cumpliría cada una de esas cosas escritas en la hoja de papel, así tal vez se sienta más cerca de su único amigo.

Iba a cambiar, su vida mejoraría. Estudiaría abogacía cómo sus padres y los llenaría de orgullo, claro que sí.

Pero su vida como siempre, estaba llena de dolor y miseria.


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