Capitulo uno: "Similar"
Tomo un sorbo de café hirviendo, pues el frio que abundaba en la cafetería comenzaba a fastidiarle al tener tan solo un montón de trozos de tela fina que lo exponían a cualquier clima. Ciertamente, no le gustaba mucho el uniforme, pero era algo fácil de olvidar una vez el enfoque lo tomaba la incapacidad de generar calor de la misma ropa.
No sabía con exactitud qué hora era, solo tenía en mente que debía ser tarde por la oscuridad del cielo, pero ese aspecto tampoco era muy sugestivo a la hora de intentar reconocer la hora en la que se encontraba. Sus manos estaban heladas, después de todo hace un par de minutos había destapado uno de los lavabos, cosa que le puso en contacto con lo que en lugar de ser agua, parecía ser granizo.
Agnes, junto a sí mismo, preparaba lo que parecían una docena de donas, mientras que en algunas ocasiones, le brindaba miraditas de lado seguidas de una sonrisa tierna. Solo como ella puede ser.
Entonces, la paz de la cafetería fue interrumpida por el sonido de la entrada de un nuevo cliente. Agnes le señalo a Edphonse con la cabeza la puerta, en una clase de lenguaje que ambos habían creado con el tiempo.
Sin esperar mucho, Edphonse dejo la taza de café sobre la encimera y se dirigió a la barra para atender. Preparando una de sus mejores sonrisas.
Entonces, todo el calor que había recopilado en sorbos de café y frotes de manos, desapareció en un instante. Su pecho comenzó a doler debido a la fuerza con la que su corazón se impactaba con sus músculos delanteros.
Verde.
Fue lo primero que observo cuando cruzo la habitación que le llevaba a la barra. Dos curiosos ojos verdes observaban intrigados su escuálida figura.
Como si fuera una broma de mal gusto, sintió momentáneamente un rio de emociones que le suplicaban escapar de esa situación, tal y como había hecho en un pretérito cercano. Con la cara más blanca que la nieve, y las manos temblando por algo más allá que el frio, Edphonse se dirigió al joven con cautela, intentando apaciguar las llamas de su interior que exclamaban la angustia que estaba percibiendo en ese mismo momento.
—Buenas noches—. Se esforzó por hacer una sonrisa.— ¿Que se le ofrece?
Entonces los curiosos ojos del muchacho analizaron todo su cuerpo de pies a cabeza, como sí compitiera con una fotocopiadora. Solo ahí, Dmitriy se fijó en el cliente junto al joven; un señor con aire amigable y de cansancio. Limpiando sus manos llenas de sudor en la tela del pantalón, se dirigió al mayor.
—Igualmente para usted, ¿Que desea?—. No tardo en recibir una sonrisa del hombre frente a él. Por ello mismo decidió permanecer conectado a los ojos del señor hasta que este se decidiera por comprar algo. Intentando ignorar al muchacho que se había colado en sus pensamientos y comenzado a despertar sus angustias.
—Cuanto daría por un cigarro ahora mismo—. Pensó Edphonse, consternado.
—Ah... Un bollo de chocolate—. Respondió el hombre mayor.
Escribiendo en la libreta apoyada en una de sus manos, Edphonse dirigió su mirada al joven, fijándose en el uniforme que tenía el logo Hargreeves, y sintiendo por un momento las ganas de vomitar.
—Cosplay, muy realista, pero debe de ser un cosplay. Nada más tiene sentido—. Hablo la consciencia de nuestro protagonista.
—Bien. ¿Qué quiere el chico?... ¿Un vaso de leche o una dona?—. Hablo casi en un susurro Edphonse, observando como el rostro del muchacho comenzaba a endurecerse. Le rezaba a los aliens el no haber cagado más las cosas.
—El chico quiere café. Negro—. Respondió el contrario.
—Oh... Qué lindo—. Susurro cuando vio una sonrisa ciertamente terrorífica.
Sin perder más tiempo, se dio media vuelta hacia la máquina de café tras de sí. Intentando preparar la bebida amarga lo más rápido posible mientras se colocaba los guantes de plástico para servir el bollo. Para inmediatamente dirigirse a la sección de muestras y tomar un bollo de chocolate.
Con todo ya preparado, regreso a la barra, agradeciendo porque aquel joven con tanto parecido a lo que alguna vez fue su hermano, tomará la taza antes de que el líquido dentro se regara por los temblores de sus manos. Seguido de una sonrisa, le ofreció el bollo al mayor, quien se mostró gustoso ante el servicio.
—Yo invito—. Vio pronunciar al señor, quien inmediatamente le ofreció un montón de billetes. No tardo en corresponderlos para luego irse a paso rápido hacia a la habitación tras la barra.
—¡Oh! ¡Mi niño!, Estas más pálido que el papel. ¿Qué paso?—. Agnes le observaba sorprendida desde el lado contrario del lugar. Su vocalización fue tan exagerada que en otra ocasión, Edphonse se habría echado a reir.
—No es nada. Gracias igual—. Certero, hablo Edphonse para luego enfocarse en freír un montón de masas que simplemente, no reconoce. —Ha de ser solo un chico con un cosplay de Cinco—. Pensó mientras freía, intentando calmar su respiración ya delatadora.
¿Qué más puede ser?
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É C O U T E || Number Five.
RandomÉ C O U T E "El fin es lo único que interesa". En dónde a Ocho le gusta Cinco. O... En dónde Cinco se entera que Ocho es sordo. "Tampoco podemos dejar de lado los medios". || Cinco Hargreeves x Male!Reader || • The Umbrella Acade...