6: El plan macabro

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— ¡¿Qué?! —mis ojos se abren—. No puedo hacer eso.
—Al parecer quieres dar a entender que sigues dolida por ese —hace como quien busca las palabras correctas para definirlo—imbécil —resopla.
—No, eso no —confieso —, pero tampoco quiero utilizar a Alex así.
—Si se lo explico, creo que lo entenderá.
Después de eso y  en menos de un minuto, Alin está hablando con él. Sabe Dios lo que le estará diciendo, pero, sinceramente, hacerme pasar por su novia no es una idea que me desagrade del todo, a pesar de que sea para tratar de incomodar a Nando pero, creo que no funcionará porque él y su nueva novia se ven demasiado bien. Aunque la odie, y le quiera arrancar el pelo por ser una real puta, hay que aceptar que Pamela Castro, es preciosa. Pelo rubio, corte bob así muy al estilo de Laura Biel al final de 365 DNI, sus ojos verde esmeralda. Mide metro setenta, es adicta al gimnasio y cuando tenía 15, se hizo una operación en las tetas y se las dejó bien paradas y más grandes de lo que eran. Pam y Nando, sientan detrás de mí, y comienzan a hablar de lo maravillosa que es su relación, y ya me di cuenta de que ella me está provocando, cuando llega Alex y me da un beso en la mejilla.
—Hola, cariño, ¿te sucede algo? —me doy cuenta de que la idea de Alin le ha parecido buena, aunque me sacó un poco de honda que me dijera así sin más.
Espero que este numerito que ha montado Alin salga bien, para no tener que pasar la vergüenza.
—No, tranquilo —estoy nerviosa —. No te preocupes baby.
Solamente al decir eso, sentí como a Nando se le dispararon los celos, así que, sé que hoy por la noche, no va a parar de escribirme por Whatsapp, pidiendo explicaciones, a pesar de que es visible que no tiene razón alguna para hacerlo. Pero siempre fue muy celoso, así que lo entiendo, a pesar de que él y yo no andemos ni como amigos, y sobre todo eso, el hecho de que ande con la idiota de Pamela como si fueran marido y mujer, le da menos derecho aún de interrogarme acerca de mi vida después de la mierda que me hizo.
Siento que la voz de Nando se acerca a mi oído y me dice:
—No me creo una mierda que este empollón sea tu novio— escupe con voz cargada de rabia.
—I-DON’T-CARE —dile “Hola” a la chula que hay en mí.
En ese momento, no sé por qué, me giro hacia Alex, y le doy un beso.
Tiene los labios suaves, y me encantan. Un leve cosquilleo me recorre el cuerpo, cuando se entrelazan nuestras lenguas. Su beso me hace desear más. Nunca, nunca, nunca, me he sentido así. Ni siquiera con Nando. Jamás.
Suena el anuncio de que es hora de atender a la conferencia y, lamento que este momento llegue a su fin. Joder, quiero seguir. Cuando me separo, me muerdo el labio
Ahora sí, debo prepararme psicológicamente para que esta noche el teléfono no deje de sonar. En estos momentos, de verdad estoy hecha un lío.
Mila Schneider, has encendido una llama, que va a ser difícil de apagar.
Salimos del teatro, y siento una sensación de satisfacción absoluta. Me siento, cómo si el mundo después de mi ruptura con Mando, empezara a cobrar sentido de nuevo.
Pensando en eso, no me doy cuenta de que ya casi estoy en casa.
Abro la cancela y sigo caminando hasta la puerta.
Entrando a mi casa el recibimiento menos esperado.

El primer beso #milex
Oh dios, que emoción
*Lágrimas de alegría*

Un Sueño Hecho Realidad (Trilogía Soulmate #1) [En Progreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora