Solo se sentía llorando en el taxi, ya que nadie lo comprendía.
Es solitario, porqué siempre que acudía a alguien, terminaba en los brazos equivocados.
Una vida tortuosa le tocó vivir, siempre conoció de espinas, cortes y cicatrices, jamás supo del aroma de las rosas, ni de la belleza de la vida.
Cada que trataba de ser amable, los demás lo atacaban con todo el veneno de sus palabras, como sí no estuviese lo suficientemente dañado.
Dicen que él es demasiado para cualquiera, pero al mínimo segundo, lo dejan por alguien más, como sí su corazón fuera sala de juegos.
Trataron de lastimarlo, pero no sabían donde, ¿porqué cómo dañas a alguien que ya está herido?
Solo, él acabó con su vida con el abrazo de las olas del mar.
