Si te pierdes con los aviones de mis historias, lee esto (¡No te arrepentirás! O bueno, tal vez sí.)
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Y en efecto si es un platillo, un platillo instalado instalado en un avión, más específicamente, un radomo de radar. Conozcan a E-2 Hawkeye, el AWACS embarcado (Como si fuera un gran nombre jsjsjs).
Sin repasar mucho, los radares son necesarios por motivos obvios. En tierra, son fáciles de transportar e instalar para funciones de control y rastreo, pero ¿Cómo hacer esto en el mar? La necesidad de rastrear al enemigo más allá de la cobertura de una flota impulsó en 1945 a la modificación de un torpedero (TBF), en los años 50 se integró al E-1 Tracer (Un S-2 Tracker modificado) y como apoyo se disponía de gigantes como el E-3 Sentry (Boening 707). Nuevamente, el problema era que ninguno de estos aviones era especialista en su labor, el 707 era de alcance transoceánico pero en tal caso su permanencia en un sector específico del océano sería de limitado tiempo, al S-2 le faltaba potencia (Por su motorización a pistón) sin mencionar el espacio que ofrecía al equipo era reducido. Por supuesto, pronto se comenzaron a esbozar diseños, el mismísimo fabricante del Tracer presentó en relativa brevedad un primer prototipo en 1960. El fuselaje era largo, delgado y contenía por supuesto al enorme radomo circular, las alas eran altas, rectas y bajo ellas se colgaban dos motores turbohélices, su cola era doble y los elevadores inclinados parcialmente, aparte, estos integraban otros dos timones al lado interior de los dos principales respecto al fuselaje.
Prestaciones (E-2D):
No pasa de los 648 Km/h, puede trepar hasta los 10 kilómetros y medio de altitud, viajar durante 2844 kilómetros en 6 horas (a velocidad crucero) y opción de duplicar el alcance con repostajes en vuelo.
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