Redención [Galirei, PorcoxReiner]

-Capítulo 8-

De nuevo aquí, esta vez he podido publicar más rapido. Espero que a partir de ahora pueda seguir siendo asi!

No digo nada más, disfruten del capítulo! 

Nos leemos <3

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La tenue luz del amanecer se filtraba por las cortinas de aquella habitación. Los rayos de sol acariciaron el rostro de Porco, quien esbozó una pequeña mueca. Se tapó con la sabana, impidiendo que los rayos pudieran llegar hacía él. Aún seguía medio dormido. Estaba en en ese estado donde los sueños se confunden con la realidad. Debía levantarse, era fin de semana, pero seguramente sus superiores le tenían preparado algún entrenamiento especial. Hoy no quería ir a ningún sitio, le dolía mucho la cabeza. Los médicos le advirtieron que beber alcohol tras heredar el titán no era aconsejable, seguramente sufriría resacas mucho más intensas de lo normal y mayores perdidas de memoria. "¿Qué hice ayer?" se preguntaba haciéndose un ovillo en sí mismo. La respuesta a su pregunta estaba justamente a su lado, pero el chico cayó dormido de nuevo antes de descubrirlo.

Reiner dormía profundamente al otro lado de la cama. Hacía tiempo que no dormía con tanta tranquilidad. Esa noche no tuvo pesadillas, simplemente su mente se quedó en blanco en un profundo estado de paz. Nada podía despertarlo, ni siquiera el grito de sobresalto de Porco.

Porco se encontraba de pie enfrente de la cama, para su sorpresa, desnudo. Miraba desconcertado a la persona que dormía en su cama. No recordaba haberse acostado con nadie, pero tampoco tenía constancia de haber cortejado con ningún chico previamente. Se asomó a la cama para descubrir la identidad de su misterioso amante. Y entonces lo vio, durmiendo plácidamente, dejando al descubierto su pecho desnudo. Sus ojos se abrieron de par en par y su mandíbula casi cae al suelo. Llevó sus manos a la cabeza y empezó a respirar agitadamente.

"Dios, ¿En qué momento ha pasado esto? Reiner y yo lo hemos...? ¡No me jodas!"

Porco seguía agitado, intentando asimilar la situación. Maldijo haber bebido de aquel vino. Nunca pensó que seria capaz de acostarse con Reiner, menos de aquella manera.

"¿Tan poco autocontrol tengo? Pero espera, si lo hemos acabado haciendo, significa que Reiner no opuso resistencia. ¿Eso que significa?"

Porco estaba totalmente confundido. No tenia a Reiner por una persona amiga del alcohol, que Reiner lo hubiera hecho con él no podía ser explicado por un desliz con la bebida. Más y más dudas invadían su cabeza. Como si esta no estuviera suficientemente saturada con aquella escena. Sabía que Reiner se despertaría de un momento a otro, debía saber como reaccionar.

Lo primero que hizo fue vestirse. Se puso sus pantalones y la camiseta blanca, prescindió de la chaqueta verde. Tomó la silla del escritorio y la situó enfrente de la cama, se sentó en ella. Observó a Reiner intentando recordar que fue lo que sucedió la noche anterior. No podía recordar nada. Le hubiera gustado saber cómo era el sexo con Reiner. El pensamiento intrusivo de averiguarlo llegó a su cabeza. Porco no podía creer que estuviera pensando en acostarse de nuevo con él. La cosa no estaba lo suficientemente jodida para ahora pensar en caprichos.

Porco pensó varias veces en irse de la habitación y dejar a Reiner ahí. Pero de nada serviría, Reiner se acabaría despertando en su cama y, además, desnudo. No tardaría mucho en atar cabos. Irse de la habitación solo lo haría quedar como un cobarde, él no era de esos. Por muy avergonzado que estuviera, afrontaría los hechos. Ya había huido suficiente.