×NADIA×-¿Estás ebria ya? Ni siquiera hemos llegado a la fiesta.- le dije a Priscilla quien estaba al otro lado de la pantalla riéndose como una loca.
-Es que...- no podía hablar de tanto reír- no puedo creer lo que me estás contando.
El motivo por el cual Priscilla casi sufre un síncope de tanto reír fue porque le conté sobre la última fiesta que Lucas fue. Cuando por perder una apuesta, tuvo que besar a la chica que quedaba frente a él pero esta, al acercarse, le vomitó encima, y cuando se recuperó, le pegó un beso tan fuerte en la mejilla que su labial rojo se quedó incrustado en ella por dos días.
-Ni un comentario sobre esto ¿bien?- sabía que si se enteraba me mataría. Digamos que le resultó trabajoso buscar la excusa adecuada que le contaría, en aquel entonces, a Daisy.
La respuesta de Priscilla fue sellarse imaginariamente sus delgados labios.
-Nad, necesito un consejo.- dejé de rebuscar en mi armario la ropa adecuada para la fiesta y me acerqué lo suficiente a la pantalla de la tablet para escucharla mejor. El rostro de Pris presentaba total seriedad, como si hace un momento no se estuviera muriendo de la risa.
-¿Qué pasa?- ya comenzaba a preocuparme.
-Nunca había estado interesada en un chico antes, y pues últimamente...- se acercó para susurrar:- hay alguien que me está volviendo loca.
-¿Quién es?- susrré en el mismo tono que ella, abriendo los ojos sorprendida.
-Ese no es el punto ahora.- negó, aún susurrando.
-Priscilla, ¿por qué rayos estamos susurrando?
-No lo sé.
Reímos por esa tontería.
-No sé cómo llamar su atención ¿me ayudas con eso?
-Claro, y le preguntas a la que ha besado medio equipo de baloncesto de la escuela.- expresé irónica.
-Ayúdame ¿sí?- juntó sus manos, suplicando.
-Bien- no era una experta en temas de enamoramiento pero de mi colección de libros debo haber aprendido algo-. Bonita ya eres, suficiente para llamar la atención de cualquiera que se te cruce delante. Pero en estos temas eres un poco tímida por lo que...-. Escuchaba atentamente mi charla tanto así que ni pestañaba- debes ser más abierta, expresar lo que sientes en ese momento cuando estás con él ¿comprendes? Y cosas así. Ya te dije, no soy buena en estas cosas.
-Comprendo.
-Ahora,- jugaba con mis cejas, divertida- ¿quién es?
-Cuando lo conquiste, entonces te contaré.
-Eres malvada. Encima que te ayudo, ¿me vas a dejar de esta manera?
-Solo te diré que...- la observé, curiosa- es una persona.
Rió.
-Más te vale no irte al otro lado del mundo por estar viendo tantas novelas coreanas.
Pasé como una hora intentando sacarle más información sobre el chico misterioso. Pero nada de nada.
¿Quién podría ser?
Priscilla y yo nos despedimos cuando nos dimos cuenta de que ya era hora de alistarse para el dichoso evento rosa. Necesitaba vestir algo que no me hiciera lucir como una papa en mal estado ni tampoco como si fuera a hacer un viaje a Alaska con tal de que pase desapercibida- aunque creo que asi llamaria mas la atencion-. Me decidí por un crop-top blanco con mangas que cubrían la mitad de mis brazos por si la noche se pondría algo fría, encima, un vestido de tirantes no muy ajustado con cuadros en rojo y negro oscuros; y de calzado unas sencillas sandalias. Recogí mi ondeado y castaño cabello en una coleta alta, dejando caer a ambos lados de mi cara dos flequillos. Por último, pinté mis labios con un simple brillo.
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US: Quienes Somos en Realidad [#1]
Roman pour AdolescentsNadia, una chica que lo tenía todo y a la vez nada. Le faltaba el arma principal para valerse por si sola. Amarse a si misma. Al inicio su vida luce completamente 'normal', una vida típica de adolescentes. Pero no está tan sola como ella piensa, inc...