×NADIA×
La cafetería de la escuela nunca fue un lugar tranquilo o donde podías pasar unas horas alejada de todo el mundo, para eso ya existían las bibliotecas; pero yo era algo rara así que escogí la cafetería para despejar o mejor dicho, para que la comida se encargue de eso. Llené mi bandeja con todo lo que podía y me fui a sentar. Esta mañana no había sabido nada sobre Priscilla ni Lucas. Enfrentarlos a los dos al mismo tiempo suena una idea bastante incómoda por lo que preferí por el momento dejar de buscarlos con la mirada y enfocarme en mi almuerzo.
Pero como mi vida no es todo así de fácil ni de situaciones no incómodas, ambos llegaron, sentándose al frente de mi.
Nadie dijo nada, al menos por unos largos diez minutos. Priscilla de vez en cuando le echaba una ojeada a Lucas, pensando quizás que no lo notaría, y éste sin embargo ni caso.
Tomé un sorbo de Sprite y hablé:
-¿Algo que quieran decirme? - miré primero a Lucas, después a Priscilla.
-Si te refieres a la foto está claro que pasó- empezó Lu, sus ojos grises enfocados en mi-, pero no significó nada.
-¿Disculpa?.- cuestionó Pris algo indignada, dejando de comer para posar su vista en él.
-Estábamos ebrios- su vista cayó en Pris un par de segundos para luego jugar con su comida con el tenedor-, no fue algo de lo que me arrepentiria pero tampoco para recordar.
Auch.
Eso debió doler.
-¿No estás siendo un poco duro con ella?.- dije. Conocía los sentimientos de ella hacia él y aunque ese par fueran mis amigos no iba a dejar que se pelearan por algo de una noche.
-¿Duro con ella?- casi que sonrió-. Nunca le envié señales que malinterpretara, fue algo que surgió y punto.
-Basta.- Priscilla golpeó la mesa haciendo que sobresaltaramos junto con las bandejas. Se levantó de su silla, sus bonitos ojos dispuestos a romper en lágrimas. No me gustaba verla de ese modo. Por suerte había suficiente ruido para evitar que fuéramos el centro de atención.
-Sient...- pidió Lucas pero ella lo interrumpió.
-Así que para ti no significó nada, pues bien, que lástima porque yo sentí por primera vez en mucho tiempo que alguien me brindaba el amor y el cariño que necesitaba, que me valoraba y sintiera esa calor de seguridad entre sus brazos, pero como soy tan ingenua me creé una historia sin principio ni final- sorbó por su nariz y con enojo alejó las lágrimas de su rostro. Siguió:- Después de todo mi madre tiene razón- alzó las mangas de su suéter mostrándonos hematomas que marcaban sus muñecas. Por dios, su madre....Mi pecho se apretó.- cuando dijo: No sufras por alguien que un día te hizo sentir mariposas y luego las destruyó.
Nos dio la espalda para marcharse corriendo.
No sé qué decir, pensar, hacer. Me sentía la peor de las amigas por no haber ido tras ella, una egoísta por pensar que mis problemas eran graves.
Después de una conversación mediante miradas, Lucas fue tras ella hasta alcanzarla. Después de lo idiota que había sido por lo menos tomó la decisión correcta.
Dejé mi bandeja de almuerzo a un lado. El apetito abandonó mi cuerpo. Agaché mi cabeza sobre la mesa, mis manos sirviéndome de almohada. Intenté relajarme un poco, evitaba a toda costa que se presentara un ataque de pánico; gracias a Dios que no surgió uno cuando estaba en la fiesta. Había quedado impactada con lo que Priscilla nos mostró, sus muñecas, detrás de sus lágrimas ocultándose una chica que sufre cuando llega a su casa. Nunca imaginé que su mamá fuera capaz de algo así. Tenía claro que ambas sufrieron la ida de su padre, pero no sabía que aún el dolor permanecía entre ellas. Supongo que su madre nunca logrará superarlo si se desahoga de esa manera con Priscilla.
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US: Quienes Somos en Realidad [#1]
Fiksi RemajaNadia, una chica que lo tenía todo y a la vez nada. Le faltaba el arma principal para valerse por si sola. Amarse a si misma. Al inicio su vida luce completamente 'normal', una vida típica de adolescentes. Pero no está tan sola como ella piensa, inc...