Capítulo 13

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Lucía

Mi cabeza martillaba, hacía presión en mi cráneo, trataba de ignorar el dolor pues tenía como única prioridad las chicas que tenía frente.

Ellas habían elegido una esquina para esconderse, oportunamente tenía el espacio suficiente para las tres.

Mi espacio era reducido, no sabía dónde había llegado a parar Isa ni Fer, el desespero me hizo actuar, ordenándoles que se escondieran en el cajón más bajo de las bibliotecas, hice lo mismo en uno distinto.

Desde abajo podía mirar perfectamente que la sombra, alta, desgarbada y peligrosa acechaba su escondite. Sediento de sangre, esperando el más mínimo desliz para atacar. Ellas no podían verlo, pues su campo de visión era limitado, y ella al estar casi sobre sus cabezas solo empeoraba la situación.

Cuando pensé que no podía ser peor. Pude ver perfectamente como los ojos de Sofía viajaban del reloj, que anteriormente Fer dejo caer, a la puerta, que a unos quince metros aguardaba por nuestro escape.

Sabía que iba a tomar el reloj lo más rápido posible, pero eso no funcionaria, no cuando podía dar un paso y el espécimen saltaría sobre ella de inmediato.

Quería hacer algo. Quería gritarle, llamar su atención, hacerle alguna seña o enfrentar a la cosa esa. Pero no podía. Estaba petrificada, con la idea de que quería vivir plasmada en mi cabeza.

Todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.

Sofía avanzó los dos pasos hacia el reloj que yacía en el suelo. Y lo inevitable pasó.

La cosa saltó sobre ella.

...

Diana

Sabía que sería una mala idea meterme con ellas en cuanto plantearon la estrategia. Las sentía tan débiles. Tan poco capaces que me fue inevitable sentir repulsión a la idea de estar obligada a ser su equipo.

Sabía que saldría mal de un momento para otro, pero no pensé que sería tan rápido. Sofía caminó los dos pasos y como lo predije, el acechador salió de su escondite.

Un grito de escuchó. Y sangre me salpicó, bañándome de ese espeso líquido asqueroso, junto a Javi.

Explicando la situación con más detalle.

Había tomado uno de los cuchillos de decoración que al parecer nadie había notado al principio.

Había visto al acechador cuando estaba con Javi y Sofí. Tenía algo en mente, pero el grito de Fernanda frustró por completo los planes, poniéndonos a todas en peligro.

Cuando Sofía salió, el grito de Isa fue suficiente distracción para que la cosa se despistara un poco, dándome ventaja al momento de arrastrar, sin ningún tipo de miramientos, el arma por su garganta, provocando una cascada de sangre espesa.

Sofía fue rápida, ya había tomado el reloj y estaba tan cerca de la puerta como pudo. Fer e Isa salieron de un mismo espacio pequeño que hacía uno de los cajones de la biblioteca, corrieron hasta la puerta y Javi se quedó viendo a la cosa antes de desviar con repulsión la mirada y caminar junto a mi hacía la salida. 

—¿Que tiene el reloj?— Pregunté aún bañada en sangre, expectante.

Lu, Fer e Isa eran las que peor aspecto tenían. Había sido demasiado veloz todo lo que había pasado y la palidez en su rostro hacía evidente el que les afectaba la situación.

Sofía lo abrió y saco de el una pantalla que se encendió al tacto y mostró una pequeña flecha verde que señalaba la puerta.

Era una brújula. Y nos indicaba el camino.




























Vestigio [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora