Bonito

612 56 10
                                    

Como cada día, apenas terminaron sus clases Haruto tomo su mochila para ir y buscar a su novio, costumbre que habían adquirido luego de que el menor le comentará que no le gustaba del todo tener que regresar solo a casa, pero ¿Quién era el novio de Haruto?

Para muchos con solo detallar un poco al chico japonés, alto, voz grave y facciones afiladas, rápidamente se harían una idea de cómo podría ser la pareja del menor, sabían que era un chico así que de seguro sería alguien pequeñito y adorable, un joven menudito con tiernas facciones le vendría ideal, pura basura si le preguntaban a él, más de una vez le habían insinuado si buscaba a su novia a sus clases de ballet o si cuando regresaban a casa no llevaría a su novio en su espalda si esté estaba muy cansado por sus entrenamientos, más basura de idiotas metiches si nuevamente le preguntaban a él.

De camino a la academia se detuvo en una pequeña tienda de comestibles, Junghwan siempre terminaba agotado luego de sus entrenamientos así que decidió comprar una bebida fría para él además de dos sándwiches ya que su novio también tenía un gran apetito.

—Estos están en promoción— Le señaló la joven que atendía en el lugar, mostrándole varias cajas de bombones con diferentes tipos de rellenos, no sabía exactamente por qué estaban a la mitad del precio, pero ese tipo de ofertas no se podían desaprovechar así que también compro una caja de estos.

Al llegar al gran edificio siempre tenía que esperar por algunos minutos ya que los estudiantes debían tomar un baño antes de salir a menos de que quisieran ir por ahí todo sudados, ahí impartían clases para niños, jóvenes, e incluso adultos pero entre todos ellos siempre destacaba un chico demasiado alto para su edad, alborotado cabello castaño y radiante sonrisa que competía con el brillo del sol apenas vislumbraba a cierto japonés esperándolo cerca de la entrada.

—¿Llevas mucho rato esperando?— Pregunto Junghwan saludando a su novio con un pequeño y tímido beso, ambos eran muy jóvenes aún y demasiado tímidos como para las demostraciones afectivas en público por lo que solo empezaron a caminar, al principio tomados de la mano hasta que Haruto recordó las cosas en su mochila, ofreciéndole la bebida al menor que la aceptó con una gran sonrisa, de verdad necesitaba algo frío en ese momento.

—Estaban de promoción, no sé si van a vencer pronto pero se ven bien— Comento el japonés abriendo la caja de bombones para probar uno, sorprendiéndose cuando Junghwan le robó la mitad de un mordisco, sip, directamente de sus labios.

—Muy ricos— Aceptó el menor con las mejillas ruborizadas, aunque fuesen una combinación un poco inusual ya que ambos chicos sobrepasaban el metro ochenta, Haruto era un poco más delgado y Junghwan a su corta edad ya mostraba un cuerpo bien formado, uno con voz sumamente grave y el otro se asemejaba a una especie de cachorro gigante.

Pero si le preguntaban a ellos solo eran dos adolecentes enamorados con una relación muy bonita de apreciar.





365 Drabbles ♡ TreasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora