Sushi

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Cuando Junghwan era solo un niño solía escuchar a muchas personas decir la palabra perfecto, un pastel perfecto, una coreografía perfecta, una jugada perfecta, un negocio perfecto, al parecer los adultos tenían una obsesión con la palabra perfecto y es que eso para el menor era extraño. Cuando algo no les salía bien solían decir, este no es un pastel perfecto, no eres perfecta, y es que de tanto escucharla la palabra incluso se hizo curiosa para él hasta que un día decidió utilizar sus escasos conocimientos de lectura y buscar el significado de esta en el gran libro diccionario que tenia su papá.

El libro diccionario conocía todas las palabras del mundo así que le dio al pequeño Junghwan el significado de perfecto.

perfecto, -ta

adj. Que tiene todas las cualidades requeridas, que posee el mayor grado posible de excelencia en su línea.

Eso fue lo que le dijo el señor libro diccionario al pequeño niño de seis años que prefirió solo olvidarse de aquella palabra que no entendía ni la palabra ni el significado.

Ahora que tenia dieciséis años el no tan pequeño Junghwan podía hacerse una idea de lo que significaba perfecto, y es que cuando uno crece empieza a darle significado a las palabras sin necesidad de la ayuda del señor libro diccionario. Junghwan realmente no sabia como describirlo pero para él algo perfecto era como él sushi.

El sushi era una combinación de las cantidades ideales de arroz, pescado y acompañantes, podías tener muchas porciones sin aburrirte de su sabor y sin importar la presentación el sushi seguía siendo perfecto, el sushi tenia todas las cualidades requeridas, poseía el mayor grado de excelencia.

Y su sushi favorito también era preparado por un chico simplemente perfecto, y es que Yoshinori preparaba el mejor sushi de todos ¿Cómo no amarlo? Y no, no se refería a la comida.

—Veo que hoy terminaste tu entrenamiento temprano— Comento el japonés con una pequeña sonrisa cuando noto al gran y adorable chico castaño llegar al pequeño restaurant en el que trabajaba.

—Nuestro entrenador esta enfermo así que solo calentamos e hicimos ejercicio hoy— Explico el menor saludando a su novio con un pequeño y adorable besito en los labios, las demostraciones de afecto publicas no eran realmente los suyo.

—¿Cómo puedes ser tan lindo?— Pregunto el peligris con una pequeña sonrisita en sus labios.

—Quizá solo tengo un novio perfecto.

Y si, la perfección del sushi no estaba solo en los pequeños rollitos de arroz y pizcado, si no en el precioso chico que lo preparaba. 


365 Drabbles ♡ TreasureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora