Paseo

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El día siguiente fue más calmado y la atmosfera más relajada, al menos es lo que notó Ruby cuando Regina y Emma se encontraron alrededor de la mesa durante el desayuno, en compañía de Nell, Milo y sus padres.

̶ Emma, ¿vamos a la feria hoy?

̶ ¡Sip! ¿Te lo ha dicho Milo?

El pequeño no respondió, prefirió hundir su nariz en sus cereales. Regina frunció el ceño ante el mutismo, pero al ver la sonrisa tranquilizadora de Emma, lo dejó pasar. Sabía que estaba envuelto el secretismo profesional y que la bella rubia probablemente no le hablaría de ello. Pero era curiosa, y sobre todo empática: notaba a ese pequeño herido y sufriendo...Su madre también parecía cansada y derrotada.

̶Regina, ¿quieres mermelada?̶ preguntó Nell

El tuteo no se le escapó a Emma, que no dijo nada, pero la mueca que hizo divirtió a Regina

̶ No, gracias

̶ ¿Vas a ocuparte de Red Apple?

̶ Sí, eso creo...Vamos avanzando bien.

̶ Intentaba todo el tiempo comerse mis mangas, era un desastre

̶ Ya se las come menos...̶ concedió Regina

Emma soltó una risita

̶ La mujer que susurraba al oído de los caballos

̶ ¿Creía que esa era usted?̶ sonrió la bella morena

̶ No tengo la exclusividad del título. Puedo compartir˗ replicó ella, bajo la mirada sospechosa y atenta de Ruby.

Cuando el desayuno acabó y todos subieron a sus habitaciones, incluida Regina, Ruby cogió a Emma y la condujo a la cocina

̶ ¿Qué fue eso?

̶ ¿El qué?

̶ Esa cosa, esta mañana

̶ Para

̶ Algo ha pasado entre ayer y esta mañana, lo presiento

̶ Estás delirando...

̶ Ella te gusta˗ constató Ruby

̶ ¿Ya has acabado?

̶ No, mientras no me admitas que ella te gusta

̶ No se pude negar que es bella y atrayente. Habría que ser hipócrita para decir lo contrario

̶ ¡Ajá!

̶ Calla, tú también lo eres, bella y atrayente y no por eso te voy a saltar encima. Tienes que parar de quererme emparejar con todas las mujeres de los alrededores˗ Ruby perdió su sonrisa y empujó a Emma contra la nevera ̶ ¡Hey, estás loca!

En ese momento Regina bajaba y fue testigo de una escena extraña entre Ruby y Emma: una aplastando a la otra contra la nevera, sus rostros a algunos centímetros. La tensión parecía palpable, y Regina se sintió inmediatamente de más, pero su curiosidad habló más alto y a su pesar se quedó allí, mirándolas.

̶ ¡Bésame!

̶ Estás tarada, ¿o qué?

̶ ¡Bésame, venga!˗ Ruby acercó su rostro al de Emma, hasta rozar sus labios

Regina sintió que la invadía la vergüenza y desvió la mirada antes de regresar a su habitación.

̶ ¡Pero estás loca!˗ dijo Emma rechazándola enérgicamente ̶ ¡Hace mucho tiempo que ya no jugamos a esto!

Rodeo LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora