Una visita improvisada

930 134 21
                                    


Regina no se lo podía creer. Su hermana, Lena, estaba ahí, en ese rancho a miles de kilómetros de su casa. Si se lo hubieran dicho un par de días antes, no se lo habría creído. Y ahí estaba ella, en el salón, toda sonrisas.

–Pero...¿Qué haces tú aquí?

–¡Ah, ah, sorpresa! ¿Eh? Pensé que debía venir a darte mi apoyo y consolarte un poco.

–¿Dar...me tu apoyo?–balbuceó Regina, aún bajo el shock de la llegada de la bella pelirroja.

Lena le sonrió y la tomó en sus brazos.

–Gina...

La bella morena le devolvió el apretón, aún sin creer lo que veían sus ojos. Lanzó una rápida ojeada hacia Emma, que parecía tan incómoda como ella ante esa intrusión.

–Entonces, ¡cuéntame todo!

–¿Con...Contarte?

Lena se giró hacia Emma

–Siento aparecer así sin avisar, pero quería darle una sorpresa.

–Y viendo su cara, ha sido un éxito...–dijo Ruby irónica

–La señorita Lucas me ha hecho una rápida visita por la casa mientras os esperábamos...Por cierto...¿Dónde estabas?

–Oh, euh...Nosotras...Salimos a...Dar un paseo, para desentumecer las patas de los caballos.

Emma frunció el ceño, pero no dijo ni mu, Regina ya parecía demasiado atormentada por la llegada imprevista de su hermana.

–¡Este terreno es magnífico! ¡Tus escasas descripciones del sitio no le hacían justicia!

–¿Tú...cuentas con quedarte?

–Mi vuelo sale pasado mañana

La sangre de Regina se heló: no es que no estuviera feliz de verla, pero imaginarla ahí durante dos días en contacto con Emma durante todo el día. ..Se tomaba esa llegada como una intrusión en la burbuja que había tejido desde hacía casi dos semanas.

–Super...–dijo Regina fingidamente con una sonrisa forzada –Imagino que no has reservado hotel...

–Bueno, para ser sincera, no busqué. Pero pienso dar una vuelta por la ciudad y...

–¡Está de guasa!–la cortó Ruby –¡Tenemos sitio de sobra aquí!

–No quisiera entrometerme...

–¿Acaso quieres decir más de lo que ya lo has hecho?–gruñó Regina

Lena hizo como si no hubiera escuchado, y centró su atención en Ruby.

–¿Usted cree?

–¡Por supuesto! ¿No, Emma?

La bella rubia entonces se tensó: le habría gustado que la olvidaran en ese momento preciso.

–Oh, euh...–lanzó una rápida ojeada hacia Regina. ¿Qué hacer? Se daba cuenta de que la llegada de su hermana bloqueaba a Regina. Pero entre satisfacer a su recién compañera y no pasar por una deplorable huésped...

–Por supuesto. Puede quedarse aquí, hay sitio.

–Oh, bien...¡Entonces, genial!–dijo Lena, con una sonrisa casi sádica.

–¡Venga, yo la acompaño!

Lena siguió a Ruby y Regina se encontró sola con Emma. Esta última posó delicadamente su mano en su hombro para captar su atención.

Rodeo LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora