Vuelta a la cotidianidad

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Hola chicas, ya estamos acercándonos al final de este fic. Quedan solo dos capítulos. Espero que os haya gustado. Disculpen alguna tardanza en subir capítulo, pero a mí el verano me afecta mucho a las ganas, el calor me mata. Pero espero acabar en estas dos semanas. Y os traigo una sorpresa: la autora de Exchanged aunt, me ha dado permiso para traducir la segunda parte.


Ruby cuidó de su amiga con atención y prestancia. Jamás había estado tan preocupada por Emma. Cada día se esforzaba en llevarle el desayuno a la cama, en hacerle platos que le aportaran la energía necesaria para afrontar la jornada.

Emma debía ceñirse a cosas estrictas, ya fuera en la toma de sus medicamentos como en la gestión de sus esfuerzos, cosa que olvidaba de buen grado cuando Ruby no estaba tras ella.

Hoy también cuidaba de su amiga como a la niña de sus ojos.

‒ Emma, despacio...

‒ No te preocupes, yo controlo

‒ Sí, ¿como antes de ayer?

‒ ...

Emma aún estaba rígida, algunos movimientos le eran todavía complicados, pero no quería estar metida en la cama o en el sofá. Había retomado, despacio pero con seguridad, el trabajo en los establos. Sus internos comprendieron, evidentemente, su situación y fueron más que comprensivos. Ninguno dejó el rancho, ninguno...Salvo una.

‒ Nell...He recibido un emal de tu tía esta mañana

‒ ¿Ah? ¿Y?

‒ Me pregunta cómo vas y si creía que pronto podrías irte

‒ Oh...Bah, espero que le hayas dicho que tengo que quedarme un tiempo más‒ sonrió Nell. Pero cuando vio el rostro de Emma, frunció el ceño ‒ ¿Emma? ¿Se lo has dicho, no? ¿Que tengo que que darme?

‒ Nell, escucha

La muchacha se levantó de un salto del columpio en el que ella y Emma estaban sentadas.

‒ ¿Qué le has dicho?

‒ Nell, estás lista

‒ ¡No!

‒ Sí. Lo estás desde hace tiempo, pero yo no quería verlo, no quería dejarte...

‒ ¡Entonces, manténme aquí!

‒ No sería justo para tus tíos

‒ ¿Y para mí? ¡No tengo ganas de estar con ellos!

‒ Sí, si quieres, y lo sabes. Estás tan bien, Nell, y estoy tan orgullosa de tu evolución. Partiste de tan lejos y mírate hoy. Negar que estás lista es negar todo el trabajo que he llevado a cabo contigo, ¿es eso lo que quieres?

‒ ...

‒ Así que sí, se me encoge el corazón al saber que debes marcharte, ¡como nos aferramos a estas pequeñas bestias!

‒ ¡Para!‒ dijo Nell, golpeándole el hombro

‒ En serio, Nell, estás preparada. Y tu tía llega en dos días

‒ ¿Dos días? Pero...

‒ No sirve de nada atrasar las cosas...

‒ Pero podría quedarme contigo, ocuparme de ti. Hace poco que has salido del hospital

‒ Y Ruby está aquí para ayudarme. Y yo estoy mucho mejor...

‒ Pero...

‒ Nell

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