A caballo

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La noche fue complicada para Emma. Solo concilio el sueño por la mañana temprano, sus pensamientos acaparados por ese instante entre ella y Regina. ¿Sería consciente esta última de todo eso? ¿Estaba jugando con sus nervios? O, por el contrario, ¿sencillamente era inocentemente atrayente y mona?

Se levantó y refunfuñó: ¿cómo iba a encarar ese día? Y Regina, ¿iba a hacer como si nada? Después de todo, no había sido sino un sencillo beso en la mejilla, ni más ni menos. A Emma le parecía que Regina se había ido a la cama sin más. Quizás ella solo lo había visto como un gesto anodino...Sí, Regina quizás en ello solo había visto eso.


Pero realmente, nada más lejos de la realidad. En el mismo momento en que sus labios habían tocado la piel de Emma, Regina se preguntó qué estaba haciendo. Pero al sentir que Emma se relajaba e incluso se dejaba ir en ese gesto, sonrió pegada a su piel. Quizás era lo que necesitaba. ¿Había notado cómo su corazón latía mientras estaba pegada a ella? ¿Se imaginaba el torbellino en su mente que ella había acabado de crear? Cuando se despidieron, Regina solo tenía un pensamiento: cuidar de Emma era algo que le gustaba. Bajo esos aires de mujer fuerte que le gustaba tener el control, Regina presentía que la situación desestabilizaba a Emma más de lo que ella dejaba aparentar: en primer lugar, sus sinsabores financieros, el peligro que corría el rancho y ahora la renuncia de su hermano, un apoyo menos en estos tiempos difíciles. Sí, Emma necesitaba apoyo...Pero, ¿y si Emma unía los puntos? ¿Y si ella se tomaba ese beso por algo más?

Regina entonces suspiró y su corazón se embaló: ¿estaría tan mal? Entonces sonrió...Estaría tan mal...


Emma bajó y encontró una nota de Ruby sobre la mesa. Y mientras la estaba leyendo, Regina bajó

̶ Buenos días

̶ Buenos días˗ sonrió Emma ̶ Ruby ha salido durante todo el día

̶ ¿Y eso?

̶ Su abuela está mala

̶ ¿Nada grave, espero?

̶ No, no creo. Están muy unidas. Es más, en cuanto una no está bien, la otra corre. La llamaré en cuanto pueda.

̶ Hm...Ok...¿Qué hay de previsto para hoy?

̶ Yo voy a trabajar con Milo y Nell en el picadero. Gracias a usted, Milo se ha abierto un poco más...

̶ No he hecho gran cosa

̶ Ya, claro...˗ dijo irónica Emma ̶ Es usted demasiado modesta

̶ Seguramente˗ se encogió de hombros Regina

̶ ¿Y usted, qué piensa hacer?

̶ Red Apple. Me gustaría de verdad que aceptara la rienda para sacarlo a pasear

̶ De todas maneras, tenga cuidado, él tiene carácter

̶ Prometido, mamá

̶ Ja, ja, muy divertido

Regina cogió una naranja al pasar y salió, bajo la mirada divertida de Emma. Sí, parecía que nada había afectado a su relación amistosa, y Emma no sabía si estar feliz por ello o no.


La mañana transcurrió muy bien: la sesión con Nell y Milo fue productiva, para gran alegría de la madre del muchacho. Nell se pavoneaba feliz con sus pendientes.

̶ Hey, querida, nada mal esta mañana, ¿eh?

̶ Sí...¡Milo me ha hablado!

̶ Sí, lo he visto˗ sonrió Emma

Rodeo LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora