Al día siguiente me senté en mi lugar y Rohan se acerca.- ¿Cómo te fue ayer? - me pregunta con algo de curiosidad, pero sonaba ligeramente brusco.
- Supongo que bien, no sabría explicarlo - me rasque mi nuca.
Entran al salón unas chicas y unos chicos quienes hablaban sobre cosas y al verme empiezan a murmurar cosas.
- ¿Por qué en cuánto te vieron empezaron a murmurar? - Rohan también se había percatado de eso. Antes de responderle solté un suspiro de molestia ya que realmente no era nada digno de que se murmurarse.
- Ayer un chico de segundo se me declaró, era un chico perteneciente al club de atletismo y es algo popular, además de que era lindo. Pese a eso, yo lo rechacé, además de que intenté ser lo menos dura posible, pero aún así creo que se corrió la voz- dije un poco avergonzada.
- Vaya - Rohan alza sus cejas con sorpresa.
- Sí, lo bueno es que ya pasó - traté de sonar positiva.
Durante la clase de biología, el profesor Hiroshi nos hablaba sobre unos temas y hacía apuntes, yo miraba por la ventana, nada realmente interesante pasaba pero me gustaba ver la ventana, me distraía de lo que pasaba.
- Matsubara, ¿puede responder la pregunta 5? - pregunta Hiroshi sensei mientras me miraba.
- Eh... - busqué en mi libro la pregunta 5, decía ¿qué es una encima? Intenté leer rápido y no lo encontré - Es algo que acelera reacciones químicas.
No estaba segura de mi respuesta pero aparentemente era correcta.
- Corrcto, anoten eso que vendrá en el exámen.
Intenté prestar más atención aunque lo único que conseguí fue ver al profesor Hiroshi y ver que era atractivo, sus ojos miel, esas cejas gruesas, unas pequeñas ojeras, unas lindas y largas pestañas, piel pálida, un buen mentón, pómulos marcados, cabello negro y algo desaliñado, una complexión delgada, y era alto.
Cuando menos me di cuenta la clase se había acabado. Y me di cuenta porque el profesor se había puesto a juntar sus cosas y nuestras miradas se cruzaron. Pude ver con mucho detalle sus ojos nos quedamos viendo unos instantes hasta que ambos apartamos la mirada.
- Matsubara, ¿puede ayudarme a llevar mis cosas a sala de maestros? - Hiroshi sensei me pide con amabilidad.
- Claro que sí, profesor - acepté, me levanté y tomé su carpeta mientras que el llevaba otras cosas.
Caminábamos en silencio hasta que llegamos a sala de maestros y no había ningún otro maestro. Dejé su carpeta en la mesa.
- Matsubara, ¿qué le sucede? - preguntó con preocupación - Últimamente la he mirado distraída, y usted no era así, ¿tiene problemas o algo?
- No, no me sucede nada, solo me he distraído pero no pasa nada - negué con mi cabeza y con mis manos.
- ¿Segura? Puede hablar conmigo si tiene problemas - sonaba sincero.
- Lo digo en serio Hiroshi sensei, gracias por el ofrecimiento.
- Espero que la siguiente clase esté más despierta - pide con amabilidad.
- Lo estaré - le sonreí y él hizo lo mismo.
Salí de la sala y me fui al salón de clases donde una chica me miró mal, la ignore y volví a mi pupitre.
Las demás clases pasaron como si nada, eran igual que siempre, al fin llegó la hora del almuerzo y Rohan tenía su almuerzo, se acerca a mi pupitre.
- Vayamos a almorzar a la azotea - pide.
- Esta bien - acepté.
Ambos salimos juntos, caminamos hasta llegar a la azotea, era raro que no hubiera nadie, nos sentamos en una banca que estaba en la sombra. Estábamos almorzando con tranquilidad, platicamos de cosas variadas.
- ¿Hoy podría venir a ayudarme con mi manga? - me pide.
- Claro, me gustaría poder verlo - la idea de ir a su casa y conocer más de él era algo que me causaba entusiasmo.
- Gracias - sonríe. Tenía una linda sonrisa, era de alegría sincera, no como burla ni nada así, poder ver eso me alegró.
- De nada - le devolví la sonrisa.
Al salir de la escuela, ambos caminábamos, resulta que Rohan vivía como tres calles atrás de mi casa, por lo que no vivimos muy lejos. Su casa era grande, con un estilo antiguo de las casas japonesas, entramos y tenía un lindo jardín hasta con un pequeño lago donde tenía peces koi de vistosos estampados. Al entrar nos quitamos los zapatos y los dejamos en el mueble.- Vaya tu casa es muy linda - comenté.
- Sí, es de mi abuela, es bastante antigua lleva generaciones en la familia Kishibe - comenta Rohan.
- ¿Y los peces tienen nombre? - le pregunté.
- No, aunque si quieres te dejo nombrar a uno - tenía una leve sonrisa.
- ¿En serio? - pregunté con entusiasmo.
- Sí - afirma.
- ¿Puedo nombrar al blanco con la mancha naranja en su frente? - pregunté recordando a ese peculiar pez.
‐ Adelante - acepta.
- Hmmm... - murmuré pensando - ¡Doragon! (Dragón) - dije decidida.
- ¿Por qué? Suena distinto a lo que pensé que le pondrías - sonaba con curiosidad.
- ¿Si sabes el simbolismo que tienen? - le pregunté.
- Sí, simboliza la abundancia - comenta con obviedad.
- Hay una leyenda china en la que el pez intentaba cruzar un río para llegar a China, este al lograr salir los dioses admirados por la perseverancia del pez lo convierten en un dragón - le cuento.
- Conociendo el trasfondo veo que tiene bastante sentido - comenta con algo de fascinación - Me gusta que seas bastante culta para nuestra edad.
- Emmm... Gracias - comenté avergonzada. Creo que eso fue un halago, creo que muy pocas veces los dice.
- ¿Tienes hambre? - pregunta.
- De momento no - respondí.
- Cuando te de hambre me avisas, no quiero que mi ayudante le acuse de maltrato o de explotación laboral - bromea.
- Okay, okay - acepté.
- Vamos a mi habitación - ambos caminamos por el pasillo hasta llegar a una escalera, la subimos y seguimos por otro pasillo, Rohan deslizó la puerta y su cuarto tenía una cama normal no como las tradicionales japonesas, un escritorio de madera bastante amplio, un kotatsu sin un futon.
Kotatsu: especie de calentador hogareño donde una mesa baja se coloca encima de un calentador eléctrico en el piso y se cubre con un futón (edredón o cobija pesada) que atrapa el calor.
En las paredes tenía dibujos pegados con cinta adhesiva, eran de algunos personajes de su manga o eso suponía porque eran los mismos pero en diferentes ángulos, o escenarios, había recortes de revista que suponque que le servía como referencia para algunas cosas.
En una mesita de noche tenía una foto de él y su familia. Por la ventana entraba luz que provocaba que la habitación tuviera colores cálidos.
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SHUT UP & KISS ME
FanfictionLo miraba dibujar, era interesante ya que a mi también me gustaba dibujar, al hablar pues nos llevábamos bien, pero hubo un momento en el que me puse a pensar en qué sentía por él. Me gustaba verlo dibujar, sonreír de manera auténtica y reír con fe...