Lo miraba dibujar, era interesante ya que a mi también me gustaba dibujar, al hablar pues nos llevábamos bien, pero hubo un momento en el que me puse a pensar en qué sentía por él.
Me gustaba verlo dibujar, sonreír de manera auténtica y reír con fe...
En la mañana me aliste y traté de verme mejor, no quería que se notara que estaba sintiéndome mal por una con una conversación que ni al caso.
Fui a casa de Sato para que me acompañara a la escuela y que no era necesario que me ayudara, le iba a decir que era una causa perdida, quizás estar un rato con su con su compañía me alegría y me haría sentir mejor.
El salió, se acercó y me miró.
— Hey — me saluda, este estaba con su bicicleta.
— Hola — lo salude un poco desanimada.
— Te ves distinta, el lazo verde siento que era distinto, pero eso broche de girasol te queda muy lindo, pero te ves ligeramente triste. ¿Pasó algo? — en la voz de Sato se percibía preocupación.
— Algo así — murmuré con vergüenza.
— Habla, pero sube en mi bicicleta para ir rápido — me dice. Yo me subo y esto me recuerda la vez que iba con Rohan hacia la biblioteca.
— Bueno, ayer Rohan y yo fuimos al cine y miramos una película, la de puedo escuchar el mar y hablamos sobre eso, en un momento cambiamos el tema y hablamos del futuro, como es predecible llegamos al tema de amor y dijo que realmente no tendría una pareja que el no tiene o tendrá el tiempo para darle y que prefiere no intentarlo — me sentía triste contándole eso.
— Pues es bastante maduro de su parte — dice Sato.
— Lo sé. Hmmmmm... Como me gusta — murmuré.
— Lo noto, pero dices que no quiere intentarlo, pero ¿si tiene una motivación? — El tono de Sato me hacía pensar que tenía un plan.
— ¿Qué tipo de motivación? — me entró la curiosidad.
— ¿Y si cree que tienes a alguien más o más bien que te estas enamorando de alguien? — la idea era creo que buena.
— Hmmm... — pensé — Sato, ¿me ayudarías con eso?
— Claro, con tal de ayudarte lo haría.
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Durante ese día presté atención a clases ni un segundo voltee a ver a Rohan. Había llegado a la última clase del día, Biología.
En esa clase el tema fue interesante. Participé varias veces y ahora que no me distraía con Rohan, noté que me miraba y sonreía.
En una de esas veces ambos cruzamos nuestras miradas lo que me hizo sonrojar, le sonreí a Hiroshi-sensei y el me devolvió la sonrisa.
La campaña indicó el fin de clases, levante mis cosas y Sato se acercó volando conmigo.
— ¿Nos vamos, pequeña? — Sato sonreía.
— Sip — sonreí, ya nos íbamos a ir pero Rohan se acerca.
— ¿No nos iremos juntos? — me pregunta.
— Lo siento, me voy con Sasa — me disculpe con Rohan.
