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Por la mañana al salir de casa, caminé y un par de metros adelante estaba Kishibe-kun, comencé a correr para alcanzarlo.

— Kishibe-kun, espera — grité para llamar su atención, él se detiene sin voltear, cuando lo alcanzo me detengo.

— Matsubara — dice en forma de saludo.

— Buenos días, hice el dibujo que me pediste — me sentía entusiasmada.

— Me lo muestras en la escuela — sonrie.

— Okay — acepté.

Caminamos juntos hacia la escuela lo cual era algo positivo, este era un avance, y pensar que hace unos días me miraba con desprecio.

Al llegar a la escuela cada quien llegó a su respectivo casillero donde cambie mis zapatos, al cambiarlos me di cuenta de que Kishibe había sido muy rápido ya que ya no estaba, subí las escaleras para llegar al salón y Kishibe-kun ya estaba sentado como si nada, ¿se teletransportara con lo hacen los sayayines?

Suficiente Dragón Ball para mi...

Me senté en mi pupitre dejando mi bolsa al lado, me volteo para poder ver a Kishibe.

— ¿Quieres que ya te muestre el dibujo? — pregunté mientras tomaba mi bolsa entre mis manos, estaba lista para sacar el dibujo.

— Sería más conveniente después.

— Bien — eso me desanimó un poco pero bueno al menos lo verá.

Al ser hora del almuerzo saqué mi dibujo y se lo entregué, me sentía nerviosa, espero que le guste. Él lo toma y lo miraba fijamente con sus lindos ojos.

— Dibujas muy bien y parece que tienes un buen pulso, y una precisión impresionante — dice volteando a verme.

— Gracias, ¿para qué querías ver mi dibujo?

— Hablemos fuera, estoy cansado de estar en el aula — se levanta y saca su almuerzo — También lleva tu almuerzo.

— Okay — tome mi almuerzo y ambos salimos, subimos las escaleras y subimos a la terraza donde no había nadie, nos sentamos una banca en la cual no llegaba el sol.

— De lo que te voy a hablar es un secreto, quiero ser un mangaka y estoy a punto de que publiquen mi trabajo en la Shonen jump — sonaba entusiasmado.

— ¡Wow! Eso es asombroso, felicidades Kishibe-kun, cuando hablabas de tu manga creí que era como pasatiempo — me alegraba por él, entonces eso explica porque siempre dibujaba.

— Sé que no te he tratado muy bien, pero es que necesito hacer un capítulo semanal y es algo pesado, creo que por eso he estado de malas — sonaba sincero — Y de momento no soy muy bueno en algunas cosas y te quiero pedir un favor. ¿Me ayudarías a rellenar o entintar?

— Me halaga que pienses que te puedo ayudar — me sentía feliz de que me pidiera ayuda — Claro que te ayudaré, lo haré con mucho gusto.

— ¿Te parece bien ir a mi casa para avanzar y veas lo que llevo?

— Sí, me parece bien — acepté.

Comenzamos a comer y hablar descubriendo de qué teníamos varios intereses en común.

Cuando tocó el timbre nos fuimos de la azotea,  bajamos por las escaleras y llegamos al aula de clases donde a todos extraño que volviéramos juntos, todos sabían que Kishibe-kun no era muy sociable, era normal que te mandara a pasear si hablabas con él de un tema que no fuera de su interés, por ello era difícil mantener una conversación con él.

SHUT UP & KISS MEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora