Ese mismo día Rohan se quedó a cenar, todo iba normal, hasta que en la noche cuando me iba a dormir me surgió una duda muy dudosa.Si nos besamos y ambos sentimos lo mismo, ¿ya nos vuelve pareja? O tenemos que oficializarlo con una pregunta...
Debería preguntárselo directamente.
¿Qué hago sobre la azotea de la escuela? Se supone que esta prohibido estar aquí, miré a los lados y aún costado mío estaba Rohan tumbado, parecía estar dormido porque tenía sus ojos cerrados, me acerqué a él y miraba como su pecho se levantaba y bajaba cuando respiraba.
- Deja de mirarme, no me dejas relajarme - dice sin abrir los ojos por lo que me asusté un poco.
- Lo siento - me disculpe con él.
- Es broma - ríe de dulce manera.
- Bobo - me quejo. Veo que frunce el ceño y abre la boca para luego decir algo.
- ¿Has pensado en nuestro futuro? - me pregunta a voz media.
- Si te soy honesta, no. Ni si quiera sé que va a pasar en este momento, no sé qué somos - me tumbe junto a él pero miraba al cielo, este era rosado con toque morados y naranjas, con nubes que parecían ser suaves pinceladas.
- Yo he pensado en que podríamos casarnos, y quizás tener un hijo. Tu siendo una madre maravillosa y yo trabajando en mi manga - esa idea me gustaba, era una linda idea.
- ¿En serio crees eso? - le pregunté con duda.
- Sí, todo lo pienso como si fuera un manga, ya que casi todo puede pasar - suelta un suspiro. Acerqué mi mano a la suya y la tomé, él me mira y le sonrió, el imita el gesto.
Abrí mis ojos y miré el sol entrando por mi ventana, eso simplemente había sido un sueño, pero lo había sentido tan real.
Me levanté de la cama para dirigirme a casa de Rohan, me fui a vestir con una chamarra gris y unos pants blanco, me puse tenis para ir cómoda, la nieve por suerte se había detenido, aunque eso no evitaba que hiciera frío. Al ir al primer piso escuché a mi madre hacer el desayuno.
- _____, ¿eres tu? - pregunta mi madre desde la cocina.
- Sí - respondí haciendo una mueca pensando en que quizás no me dejaría salir.
- ¿A dónde vas? ¿No crees que es muy temprano para salir? - me pregunta lo que me hizo ir a la cocina a responderle.
- Iba a casa de Rohan - respondí encogiendo mis hombros.
- ¿Piensas tardarte?
- No o bueno, la verdad no lo sé - dije dudosa.
- Espera, entonces deja que acabe de hacer el desayuno. No quiero que te mal pases - dice de manera cariñosa.
- Esta bien - hice un puchero, me devolví a mi cuarto sintiéndome derrotada. Mi optimismo por querer preguntarle a Rohan se había ido.
Maldita cobardía mía...
Estaba haciendo dibujos, garabatos sin sentido, quería acomodar mis ideas y volver a tener el valor de ir a casa de Rohan y preguntarle si ya somos algo, me estresa no tener el valor de preguntarle.
Me puse a ver por la ventana, noté como comenzaba a nevar, empezaba a hacer más frío lo que era algo preocupante. Mi abuela ni mi madre me dejarían salir, me resigne pero de cierta forma me salvó de ir hoy a hablar de esto con Rohan.
Quizás mañana deba de hablarlo con él.
Fui a hacer chocolate caliente, en lo que lo preparaba escuché que golpeaban la puerta, ¿quién será si esta nevando horriblemente? ¿Será Sato? Fui al recibidor, abrí la puerta y miré a un Rohan pálido, con su nariz rojiza, su cabello tenía una capa de nieve algo notable, parecía que temblaba.
- ¡Rohan! - exclamó estupefacta, lo hago pasar - ¿Cómo se te ocurre salir así?
- Realmente no lo pensé mucho - dice tembloroso, le sacudo la nieve.
- Deja te preparo algo caliente - lo senté en el comedor, faltaba poco para que estuviera el chocolate caliente, saqué dos tazas y lo serví cuando ya estaba listo.
- Toma - se lo entregué en sus manos que estaban heladas. Veo que lo bebe, y lo escucho pasar, logro notar como saca vapor por su boca.
- Gracias - veo que sonríe.
- No es nada - también pruebo mi chocolate caliente y me le quedo viendo - ¿Me dirás que te hizo salir con esa tormenta de nieve?
- No tenía ningún motivo en específico - dice sin verme, eso me hacía pensar que no los decía en serio, logrando aumentar mi curiosidad.
- ¿Hasta cuándo me lo dirás? - cuestioné mirándolo con una ceja alzada.
- Te quedó muy rico el chocolate - dice sin verme, no me gustaba que estuvieras esquivo, normalmente no es así. ¿Qué le hicieron a mi Rohan? Mi abuela entró y miró con sorpresa a Rohan.
- Rohan, ¿qué haces aquí? ¿Cómo llegaste si había una tormenta allá afuera? - pregunta anonadado la mayor.
- Vine por imprudencia, y gracias a ____, no morí de hipotermia - le sonríe a mi abuela.
- Muy mal jovencito, le diré a tus padre cuando vengan a comer o a cenar, deben de vigilarte más - dice reprendiendolo.
- Lo siento - se disculpa.
Cuando había pasado más tiempo nos fuimos a la sala para ver algo de televisión, mientras más tiempo pasaba más oscurecía pero la tormenta no parecía mejorar.
- Rohan, hablé con tu madre y le comenté que pasarías la noche aquí y cuando haya pasado la tormenta irás a casa - dice mi abuela con tranquilidad.
- ¿No les molesta? - Rohan pregunta un tanto incómodo.
- Claro que no, niño. ¿Cómo crees que te dejaríamos salir con semejante clima? - mi abuela frunce su ceño.
- Muchas gracias - dice Rohan haciendo una leve reverencia por agradecimiento.
- Genial, haremos una pijamada - menciono entusiasta además de dar pequeños saltitos, este me lanza una sonrisa discreta que mi abuela no nota.
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.Según yo quería ser más activa, pero un mal horario escolar desmotivan mi creatividad.
Espero que les guste.
Por cierto, ¿cómo están?
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SHUT UP & KISS ME
FanfictionLo miraba dibujar, era interesante ya que a mi también me gustaba dibujar, al hablar pues nos llevábamos bien, pero hubo un momento en el que me puse a pensar en qué sentía por él. Me gustaba verlo dibujar, sonreír de manera auténtica y reír con fe...