Dirty boy/Pretty boy - Drarry

On altı

A diferencia de la última pelea a la que asistió, la cual perdió, esta sí que era de suma importancia.

Las peleas callejeras eran bastante rudas, solo hay dos formas por las cuales terminas metido en ellas.

O necesitas dinero, o eres un salvaje.

Malfoy, se podría decir que es de ambas, aunque al principio no le gustaba las peleas, al paso de los años lo vio como un lugar para desahogarse. Era su manera de olvidar sus problemas y frustraciones: dar golpes, ser golpeado, los gritos, el dolor, esa era su forma de relajarse.

Sin embargo, estos últimos días conociendo al azabache se dio cuenta de otra manera de escapar de su dolor: amor, mimos, besos, abrazos y una que otra cosa simple lo hacían más que feliz.

Su novio era definitivamente lo más hermoso que le ha pasado en la vida y la idea de perderle le enojaba y entristecía a la vez.

Tomo su teléfono y llamo a su mejor amigo.

—¿Hola?

—Riddle ¿Cómo estás?

—Ah, Malfoy, ¿muy bien hermano y tú?

—Excelente, más o menos ¿es cierto que el matón me aposto?

—Si viejo, es casi la mitad de tu deuda.

—¡¿La mitad?!

—Sí, yo también pensé que era broma, pero se veía muy serio cuando le pregunté.

—Muy bien, gracias Riddle te veo en la pelea.

—Está bien nos vemos.

Tal parece que la suerte está de su lado, cuando llamo al matón le dijo que aposto aquello pues él era uno de sus mejores peleadores y que ni de broma perdería contra su antigua socia el cual ahora es su rival en el mundo de la mafia.

Se había retirado de la casa de Harry hace un buen rato, se despidieron con un tierno, pero intenso beso y no se fue sin antes pedirle que por favor no dejara entrar a nadie a casa y que si salía le llamara así fuese a la esquina.

Al azabache obviamente le pareció extraña la forma de actuar de Draco, pero no le dijo nada, en realidad nunca lo considero normal, pero de que se puede quejar si es su novio, aprendió algo nuevo de sí mismo y es que le atrae la rareza y discreción de su novio.

Draco preparo su bolso con todo lo que necesitaba para esta noche, ya eran las siete y media de la noche, la pelea comenzaba a las ocho horas. Cuando ya tenía todo arreglado se dispuso a vestirse con una camisa sin mangas, unos jeans no muy ajustados y rotos finalizando con una sudadera negra.

Todo estaba planeado pero el único fallo fue que no se esperaba ver ante sus ojos a esa cabellera castaña clara.

—-¡Sorpresa! — saludo su, ahora peli castaño, Harry mientras le besaba la mejilla a su aturdido novio.

—Harry... —balbuceo el rubio sin poder creerlo, se veía muy lindo, ese tono castaño claro le hacía perfilar sus facciones y ver aún más dulce de lo que ya era.

—Hola cariño —saludo muy alegre el peli castaño mientras entraba al departamento como si fuera el suyo, dejo el bolso en el sillón junto con las bolsas de compras mientras se disponía a preparar la cena.

—A-amor, ¿Qué haces aquí? —pregunto el rubio adentrándose a la cocina.

—¿Así es como me saludas? —pregunta con indignación el más bajo, a lo que el mayor respondió con una leve risa.

—Lo siento, hola bebé —se disculpo y se inclino para darle un pequeño beso.

—Creí que odiabas ese apodo.