Me hallaba felizmente sentada sobre la alfombra de mi habitación, terminando de escribir un trabajo sobre Lengua y Literatura.
La profesora nos había solicitado que escribiéramos un ensayo sobre cualquier tema que nos interese. Y yo no dudé un segundo en escribir acerca de la contaminación y el cambio climático.El ensayo debía tener al menos, entre 15 a 20 páginas... El problema era que yo iba recién por la segunda, y me estaba empezando a frustrar.
Lo único que me salvaba era que a mi me interesaba bastante ese tema, puesto que me sabía lo suficiente para escribirlo.Escuché como mi panza rugía, pidiéndome algo de comida, por lo que decidí bajar para ver que había.
Una vez abajo caminé hacia la cocina, pero me llamó la atención un pasillo que llevaba a una habitación que nunca había visto. Hasta entonces.Traté de abrir la puerta pero estaba cerrada, a los segundos apareció mi mamá estupefacta.
–Mamá que es esta habitación- le hablé, mientras buscaba la llave en un mueble detrás de mi.
Ella me miraba sin saber que decir...¿Qué le pasaba?
–Eh...¡nada! Solo porquerías y cosas que no usamos...- sonrió nerviosa, parecía pálida.
La miré por unos segundos sin creerle ni una palabra.Mamá no sabía mentir, era muy mala en eso. Pero papá y yo nunca se lo habíamos dicho.
–¿Quieres algo de comer?- señaló hacia la heladera aún con nerviosismo en su mirada.
Su oferta me llamó la atención, pero no me había olvidado del tema.–Esta bien.
–¿Estas segura de eso?- cerré mi casillero y la miré a Sky de mala forma.
–Cuantas veces tengo que decirte que ella no sabe mentir... Fue muy sospechoso- me apoyé sobre las taquillas cruzada de brazos.
Ella me miró por unos segundos.Ni bien llegué a la escuela, le conté a Skylar lo que había pasado ayer con mi madre, también de la vez que los vi hablando con Nicholas, y el documento que había encontrado en su oficina.
Todo era muy confuso, no sabía si me lo estaba malinterpretando todo, o si era sólo mi imaginación.–O tal vez tienes un hermano secreto y tus padres no te lo dicen- Sky soltó una carcajada, lo había dicho en broma, pero yo me lo había tomado en serio a su comentario.
Me quedé pensando sobre eso mirando a un punto fijo.–Tierra llamando a Anna...?- chasqueó sus dedos delante de mi rostro. –No estarás pensando que es verdad... No?- inquirió una vez que la miré seria.
–No me quiero mal pensar pero...
–¡Que lo dije en broma!- exclamó. –Tus padres no podrían ser capaces de esconderte el secreto de que tienes un hermano rondando por ahí- la miré aun sin sonreír mientras se alejaba una vez que ya era la hora de ir a nuestras respectivas clases.
Yo de Literatura y ella de Matemática.–Hoy les quiero hablar acerca de los ensayos...- la profesora Reynolds hablaba mientras caminaba por el salón. –Además de que formará parte como nota final del trimestre...- hizo un largo suspenso, mirándonos con entusiasmo. –¡Serán enviados a Stanford! Y allí van a elegir al mejor para ganarse una beca.
–Pero solo los que quieren pueden hacerlo, voy a dejar este tablero para que se inscriban, tienen 2 semanas para hacerlos y entregármelos.
Esperen ¿!dos semanas!?
Eso era muy poco tiempoMuchos pensamientos me invadieron mientras Reynolds hablaba; uno de ellos fue de si realmente era capaz de poder hacer algo tan bien que convenza a los directivos de Stanford.
No sabía si seguir con el tema que había escogido o... borrar todo y empezar de cero.
Lo último me llevaría más de dos semanas.
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Destinados a estar
Novela JuvenilNoah Smith, egocéntrico y superficial, es hijo de uno de los hombres más importantes y ricos de Londres. Anna Brown, nacida en Canadá, adoptada por Alice Grey y James Jones. Sin el mejor sueldo o la mejor casa, se mudan a Londres por cuestiones de...