Sexto mes.
Tres vestidos.
Uno verde esmeralda, otro verde agua y uno escarlata.
Ninguno estaba por debajo de la rodilla, pero tampoco encima.
- Vamos a ir a Edimburgo, ciertamente espero Hermione, deseo con todas mis fuerzas que no me falles.
Draco la había mirado suplicando con su mirada algo, sólo que ella no sabía que.
¿No vayas a huir? ¿Quiereme? ¿Vamos a quedarnos en casa?
En casa.
Paladeo la frase.
¿En que momento había comenzado a llamar <casa> al lugar en donde la tenían encerrada en contra de su voluntad?
Ella sólo asintió y él le pidio que eligiera un vestido para llevar.
Irían a cenar a un restaurante.
Eligio el verde esmeralda. Era un vestido sin hombros que ciertamente le gustaba mucho.
Siempre soño con casarse con un vestido sin hombros.
°°••°°
En la noche Draco - tampoco supo desde cuando comenzo a llamarlo por su nombre, se odiaba a si misma por ello- ingreso a su habitación.
Llevaba puesto una camisa blanca y un pantalón de vestir negro. Su camisa estaba doblada hasta el codo.
Ni siquiera le dio tiempo de saludarlo antes de que él los apareciera a ambos frente a un lujoso restaurante llamado Galileo con una imagen de un gato gris al lado.
Al acercarse a la puerta un hombre los recibió a ambos.
- Buenas noches ¿tienen reservación?
- A nombre de Malfoy
Ingresaron al lugar y mujeres vistiendo lindos vestidos brillaban por su presencia.
Les dieron una mesa al lado de la ventana en donde se podía ver un hermoso paisaje oscuro.
Se suponía que las personas se sentaban una en frente de otra pero Hermione no pudo evitar sentarse al lado de Draco sólo para poder ver por la ventana.
- Me alegro de que nos hayan dado este lugar, ahora tengo donde mirar- inicio conversación.
- No nos dieron el lugar, yo pedí un lugar al lado de la ventana, pensando en ti, sabía que querrías tener un paisaje que admirar. Además tal vez te sientas incómoda con tanta gente en el lugar después de tanto tiempo.
Ella le dedico un sonrisa sin dientes.
- Les dejo el menú
Hermione levanto la vista y vio a una mesera parada con ellos.
Su portanombre tenía escrito <Estefania>
No apoyando que Draco le hablara a una mujer bonita Hermione se adelanto a hablar.
- Gracias, Estefania, vuelve en diez minutos para comunicarte nuestra elección por favor.
La mesera asintió echándole una mirada a Draco y se retiró.
- Lo sabía, te sientes abrumada de ver gente.
El rubio movió su silla y Hermione le agarro la mano para evitar irse.
- No, quiero quedarme- le suplico.
Draco volvio a sentarse, sus ojos ligeramente dilatados.
La mano de Hermione aún reposaba sobre la de Draco cuando este le dijo:
- Voy a querer ensalada de papas y milanesas, amor, ¿tú que quieres? ¿aún te gusta la paella?.
Ella casi se derrite cuando el le acaricio el pulgar.
- Si, aún me gusta, pero hoy tengo ganas de pasta bañada en salsa- observo el menú- Aquí en el menú muestra la imagen que la salsa esta sobre la pasta ¿crees que pueda pedir que la hagan como yo quiero?- se mordio ligeramente el labio.
- Para mi reina lo que quiera.
Estefanía aparecio apenas Draco termino de hablar.
- ¿Orden lista? Señores- sonrio amablemente.
Hermione se sintio culpable de casi haberla echado hace rato, la chica sólo estaba haciendo su trabajo, Hermione sólo se había puesto celosa de que quisiera coquetearle a su ¿captor?.
- Para ella pasta bañada en salsa, especifica eso a tu cocinero. La quiero completamente bañada en salsa, no la salsa sobre la pasta.
- Entendido y anotado- ronroneo.
Bien, realmente la mujer si estaba conqueteando.
- Y para mi novio trae pure de papas y milanesas ¿de?- miro interrogante a Draco quien se encontraba mirando a Hermione con adoración.
- Pollo, de pollo.
- Anotado ¿algo más?
- Nada más.
Satisfecha de haber logrado que la mujer perdiera el interés en Draco la castaña sonrió.
- Entonces novia ¿a que se debio eso?- el rubio pregunto sonriendo.
Ella siguió sonriendo, atrajo la mano le Draco hacia ella y beso sus nudillos.
- ¿Puedo ir al baño?- pregunto.
Automáticamente del rostro pálido se borro la sonrisa ¿tal vez ella había ido demasiado lejos?.
- Cinco minutos- respondió él.
Ella fue al baño y ya dentro del cubilo comenzo a escuchar la conversación de dos mujeres.
- Pero es que en serio, Bett, literalmente todas aparecieron en sus casas diciendo que se fueron porque quisieron y que nadie las secuestro ni nada.
- Tuvieron que haber sido amenazadas ¿tú crees que su captor las haya dejado irse así así nomas? Pues no, ciertamente yo creí que todas estaban muertas ya. Yo temía tanto, Lena, hasta me quite el tinte castaño para cambiarlo a uno negro en cuanto anunciaron el tipo de la persona.
A Hermione no le tomo mucho tiempo darse cuenta de que hablaban las mujeres.
Draco había soltado a todas las castañas que tenía cautiva y les había borrado la memoria haciendo que creyeran que se fueron por voluntad propia.
Al ir de nuevo junto a Draco llego y literalmente se lanzó hacia él para besarlo.
- Gracias, gracias.
°°••°°
Esa noche, cuando ambos se encontraban ya acostados Hermione se dio cuenta de su error. Ella no debio besarlo. No debió llamarlo <mi novio>. No debio besarle los nudillos.
Joder, hasta le había dado de comer.
Ella estaba mal, estaba comenzando a quererlo, eso no debía ser.
Se puso celosa de la mesera. Ciertamente debería de haber dejado que hablarán, tal vez hacer que Draco se interesara en la mesera pero eso no se sintió bien en ese momento.
Y tampoco ahora.
°°••°°
Yo realmente soy una zorra jsjsjajs. Llevo dos semanas diciendo <Hoy voy a actualizar> y nunca lo hago. Soy una floja.
Si les gusta este fic pobre (como yo) por favor dejen una estrellita.
Pd: Arriba dejo el vestido de Hermione.
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Sindrome de Estocolmo (DRAMIONE)
FanfictionNo se que fue lo que sucedio, pero en algún momento el plan cambio, en vez de haber escapado me encontre queriendo regresar a casa con él.