Capítulo I: Lauren

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   Me despertó el sonido de mi móvil. Lo cogí   y miré la pantalla, mi amiga Marie era la que me estaba llamando, desde que llegué tarde a una clase el curso pasado, había cogido la manía de llamarme todas las mañanas para asegurarse de que estaba despierta.

   -¡Buenos días! -gritó Marie nada más acepté la llamada- hoy es el primer día de clase, ¡ya comenzamos bachillerato!, no puedes llegar tarde -y colgó el telefono.

   Me levanté de la cama y fui a darme una ducha, el agua fría me ayudó a despejarme. Entré al pequeño vestidor que tenía en mi habitación y cogí unos pantalones cortos de color verde y una camisa de tirantes blanca.

   Tardé más de lo previsto en peinarme y maquillarme, a pesar de que usaba poco maquillaje. Cogí mi bolso me despedí de mis padres que estaban tomando un café en la cocina.

   Miré mi reloj y aceleré el paso, a Marie no le gustaba que llegase tarde. Cuando llegué al lugar donde quedábamos siempre para ir al instituto, me lanzó una mirada asesina a la que yo respondí riéndome.

   -Llegas exactamente dos minutos y treinta y seis segundos tarde -dijo enseñándome su reloj.

   -Lo siento, tardé más de lo previsto en escoger que ponerme.

   -Lenta -me sacó la lengua-. Vamos ya o no llegaremos, tortuga.

  Llegamos al instituto y ya estaba la gente peleándose por ver las listas y saber en que clase les había tocado.

   -Voy a intentar acercarme y ver las listas -dijo mientras desaparecía entre la multitud.

  En cuanto Marie se fue mire en todas direcciones esperando encontrarme con alguien conocido, cuando me pareció ver la moto de la chica que me había ayudado. Iba a acercarme pero Marie apareció de la nada.

  -¡Nos a tocado en la misma clase! -no pudimos reprimir un grito de alegría-. ¿A que no sabes quien va a estar también?

  -¿Dustin va a estar con nosotras? -Marie asintió- no le he visto por ninguna parte.

  -Seguro que está con Damian y Guy molestando a los de primero. Ya han abierto las puertas, vamos los mejores sitios siempre vuelan -me cogió de la muñeca, nos abrimos paso como pudimos y entramos en el edificio.

  Al entrar Marie salió corriendo para sentarse en la tercera fila, al lado de una ventana y un radiador, quitándole el sitio a un chico delgaducho y con gafas.

  Cuando me senté noté unas manos que me tapaban los ojos.

  -¿Quién soy? -dijo Dustin en mi oído.

  -No sé, ¿el mejor novio del mundo? -al terminar Dustin quitó sus manos de mis ojos y nos besamos.

  -Idos a un hotel -dijo Marie apartando la mirada, ante ese comentario Dustin y yo reímos.

  Dustin y su amigo Damian se sentaron detrás nuestra. Estuvimos conversando mientras esperábamos a que viniera nuestro tutor.

  -Oye, ¿no es ese tu primo? -dijo Marie, yo me giré y miré hacia la puerta- creo no vi su nombre en la lista.

  Me quedé de piedra al ver a la persona con la que mi primo Johan estaba, ¡era la chica de los ojos grises!. Su cabello era liso y cobrizo, vestía unos pantalones hasta la rodilla de color azul y una camisa blanca de manga corta, una chica con puro estilo tomboy.

  Me dedicó una ligera sonrisa al verme, cosa de la que por suerte no se percataron ninguno con los que estaba.

  -¿Sabes quién es la chica con la que está Johan? -le pregunté a Marie.

  -Esa es Aria Lavenza, ¿cómo es posible que no sepas quién es? -puso los ojos en blanco- es muy conocida en todo el insti, es una rompecorazones. Ha estado con más chicas y chicos, que nosotras dos juntas.

  -¿Con chicas? -miré hacia donde estaba Aria.

  -Sí sí, me he enterado de que todos esos chicos y chicas con las que sale son amores pasajeros. Johan siempre está con ella, ¿no te ha contado nada sobre ella? -me susurró al oído.

  -No solemos hablar mucho, y menos de nuestras amistades -dije- y ¿cómo es que sabes tanto de ella?

  -Porque he estado con ella en algunas clases, -miró hacia donde estaban Aria y Johan sentados- Aria lleva siendo mi amor platónico desde tercero.

  Marie seguía hablandome, pero yo no la escuchaba. Estaba absorta mirando a Aria, sentía curiosidad por aquella chica, y por alguna extraña razón quería saber el porqué de la tristeza que reflejaban aquellos ojos.

  La llegada del profesor interrumpió mis pensamientos, intenté concentrarme en lo que decía, pero seguía pensando en aquella chica.

Quédate a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora