El viaje resulto ser más rápido de lo que esperaba, y por suerte para mí no metí la pata en más ocasiones, no quería hacer el ridículo delante de Lauren. Salimos del metro y no tardamos en llegar al auditorio donde tendría lugar el recital.
Al sentarnos en los asientos, vi que Lauren estaba muy emocionada. Se la veía feliz, y eso de alguna forma me alegraba. En el metro había comentado que no le importaba que Dustin no hubiera ido con ella, porque así podía venir conmigo.
Disfruté del recital, pero sin duda lo que más me gustó fue ver a Lauren tan feliz metida de lleno en la canción que el pianista tocaba.
Pero lo bueno no dura eternamente, y el recital llegó a su fin. Al llegar a nuestra parada y salir de la estación, una corriente de aire helado nos golpeó y Lauren tembló.
-Toma póntela –dije tendiéndole mi chaqueta– hace frío y te vas a resfriar.
-Gracias, ¿pero tú no pasarás frio? –dijo frotándose los hombros intentando entrar en calor.
-No te preocupes por mí, llevo una camisa de manga larga –le sonreí.
-Vale, está bien. Pero como te resfríes tú, seré yo la que se enfade –cogió la chaqueta y se la puso.
Agarró mi brazo y apoyó su cabeza en mi hombro. Era agradable notar el calor que trasmitía su cuerpo abrazado a mi brazo. Estaba disfrutando del momento, pero mi deleite se truncó al llegar al portal de Lauren, porque por casualidades de la vida nos encontramos con Dustin.
Nos miró asombrado, su ceño se frunció al ver a Lauren tan cerca de mí. No sé si fue porque notó la mirada de Dustin u otra cosa, pero al encontrarnos con él soltó rápidamente mi brazo.
-¿Qué haces por aquí? –preguntó Lauren dándole un beso– ¿no tenías un asunto que te mantenía ocupado todo el día?
-Sí, pero resultó ser más corto de lo que pensaba –dijo sonando no muy convincente– ¿no ibas a ir con Marie? –me miró seriamente.
-Marie ya tenía planes, y Aria fue muy amable al aceptar mi invitación –dijo.
-Yo me tengo que ir –dije antes de que las cosas se pusieran tensas– querréis estar un rato a solas.
-Espera Aria, tu chaqueta.
-No te preocupes puedes quedártela –le sonreí– ya me la devolverás. La necesitarás si te quedas aquí hablando con Dustin.
-Por eso no te preocupes –dijo quitándole delicadamente la chaqueta a Lauren– ya le presto yo mi sudadera –me lanzó de mala gana la chaqueta.
-Pues en ese caso yo me despido –le di un abrazo a Lauren a modo de despedida y le lancé una mirada de odio a Dustin.
No pegué el ojo en toda la noche, pensando en por qué Lauren perdía su tiempo con un tipo como Dustin. Él no se merecía estar con ella, era un estúpido, pero no podía interferir en su relación porque Lauren estaba enamorada de él y no quería hacerle daño a ella.
Era frustrante verles juntos, felices. Nunca me había sentido de esa forma con ninguna de las personas con las que había estado, acaso ¿me estaba enamorando de Lauren? Tonterías, para mí el amor no existía, a lo largo de mi vida me había encontrado con que se habían encargado de demostrarlo.
No hablé con Lauren en lo que quedaba de fin de semana. Por primera vez estaba deseando que fuera lunes para poder verla en clase. Pero la suerte no estuvo de mi parte, me levanté tarde y mi hermano había cogido la moto, por lo que llegué tarde y no pude estar con Lauren antes de que comenzaran las clases.
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Quédate a mi lado
RomancePertenecen a dos mundos opuestos, nunca imaginarian que se enamorasen la una de la otra. Por un lado está Lauren, una chica guapa que lo tiene todo y cree estar enamorada de su novio. Y por otro Aria, una chica con una vida difícil que cree que el a...