Capítulo V: Lauren

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   Un mes después...

   Sus manos se deslizaban suavemente por mi cuello a la vez que se dejaban caer por los hombros hasta tomarme de las manos, mientras nuestros labios se movían con suavidad.
 
   Dejé salir mi lengua para acariciarle el labio con la punta durante un momento. Ambos esbozamos una ligera sonrisa al separar nuestros labios.

   El sonido de mi móvil nos interrumpió, al ver que era un mensaje de Aria no pude evitar esbozar una sonrisa. En el último mes Aria y yo habíamos forjado una gran amistad.

   -¿Quién es? -preguntó Dustin.

   -Aria -dije mientras contestaba al mensaje.

   -Últimamente hablas mucho de ella -dijo besuqueando mi cuello.

   -¿Acaso estás celoso? -pregunté con tono burlón.

   Él no contestó, solo depositó un beso en mis labios y continuó besando mi cuello.

   Pasamos el resto de aquella tarde en el parque basándonos, fuimos interrumpidos en una ocasión por el sonido de mi móvil. Al ver que se trataba de Aria, Dustin esbozó una mueca de desagrado y me vi obligada a no contestar.

   Al día siguiente estaba deseosa de ver a Aria y disculparme por no haberla contestado, la batería del móvil murió poco después de recibir el mensaje y en casa no encontré el cargador hasta la mañana siguiente.

   Entré en la clase y miré el sitio de Aria esperando verla, pero todavía no había llegado.

   -¿Me buscabas a mí? -dijo una voz a mi espada, haciendo que me sobresaltara.

   -Idiota, me has asustado -le di un pequeño golpe en el hombro, ella se limitó a reir- Siento no haber contestado a tu mensaje ayer, me quedé sin batería.

   -No pasa nada, aunque estuve toda la tarde esperando tu respuesta -sonrió.

   -Me alegra que no estés mosqueada -solté una pequeña y tímida sonrisa.

   -Nunca me enfadaría por una tontería como esa, y menos si se trata de ti.

   Iba a contestarla, pero en ese momento llegó Dustin interrumpiendome antes de poder hablar. Me pareció notar una mala mirada hacia Aria de su parte.

   -Hola, -besó mis labios y con su brazo rodeó mis hombros- venga sentémonos.

   Mientras caminábamos hasta nuestros asientos creí ver como Dustin le lanzaba otra extraña mirada, pero Aria solo se limitó a dejar la mochila en su asiento  y charlar que gente de clase.

   -¿Pasa algo? -pregunté al sentarnos.

   -No, ¿por qué lo preguntas? -dijo acariciando mi mano sin mirarme.

   -Me ha parecido notar que no has mirado con muy buenos ojos a Aria cuando estaba charlando conmigo.

   -No la he mirado de ninguna forma, serán imaginaciones tuyas.

   Las clases pasaron rápidamente sin que pudiera darme cuenta. Dustin había estado todo el día pegado a mí, no es que no me gustase, simplemente resultaba extraño que estubiese haciendo el idiota con sus amigos.

   Al sonar el timbre que señalaba el final de la última hora, todos salieron rápidamente. Recogía mis cosas conversando con Marie cuando Dustin se acercó a nosotras.

   -¿Qué te parece que te acompañe a casa? -dijo rodeando con sus brazos mi cintura.

   -¿No tenías hoy entrenamiento? Me gustaría que me acompañases, pero no me parece bien dejar que Marie se vaya sola -dije cogiendo mi mochila.

   -Por mí no te preocupes, se cuidarme sola. Además tengo que ir ahora a comprar una cosa para mi madre -cogió su mochila y comenzó a caminar hacia la puerta- pasadlo bien tortolitos. -Me guiñó un ojo y desapareció por la puerta.

   -Pues venga vamos -enrollé mi brazo con el suyo y apoyé mi cabeza en su hombro.

   Caminamos en silencio durante todo el trayecto, Dustin no dejaba de mirar a todas direcciones. Fui yo la que rompió el silencio una vez llegamos a mi portal.

   -Hoy te has comportado muy raro -dije sin mirarle a los ojos.

   -¿Qué pasa, no puedo estar cariñoso con mi chica? -dijo con una sonrisa que se veía muy forzada.

   -Has estado demasiado cariñoso para ser tú, y te has empeñado en acompañarme cuando pocas veces lo has hecho, y menos si tenías entrenamiento -le miré a los ojos.

   -Sigo sin ver el problema, solo me preocupo por tí.

   -En clase no tenías porqué preocuparte de nada. He notado como has estado mirando a Aria todo el día, y cuando he querido hablar con ella, tú de forma indirecta lo has impedido.

   -Es que no quiero que te juntes con esa clase de gente.

   -¿Cómo que esa clase de gente? -en ese momento me di cuenta de lo que pasaba- todo esto es por Aria, ¿verdad?. Estás celoso. Pero que inmaduro eres.

   -Piensa lo que quieras -miró su reloj- ya hablaremos -dijo comenzando a andar.

   Furiosa y dolida por la actitud de Dustin entré en el portal, viendo como se alejaba como si no le importase nuestra pequeña discusión.

  

  

Quédate a mi ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora