Una ultima noche

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Se encontraba en la barra de aquella disco, tomando unos cuantos tragos, su ex pareja se encontraba no muy lejos de el con un chico de barba, se supone que era un sheriff digamos que tampoco le interesaba en su totalidad

curioso el destino, pues el habia ido a despejarse, a ver si con unos cuantos tragos finalmente se olvidaba de el que alguna vez fue su lindo chico de ojos bicolores, ¿Aquel hombre se habria dado cuenta de aquel hermoso detalle en sus ojos? no era algo que se veia a simple vista pero es que para el fue imposible no notar aquello, unas de las tantas cosas de las que se enamoró

derrepente lo perdio de vista, bueno, una cosa menos de la que preocuparse en la noche

claro, eso penso hasta que escucho su voz a su lado, eso no se lo habia esperado — dame un whisky — dijo mientras se acomodaba en su asiento, su cresta estaba despeinada, usaba un crop top negro con unos pantalones de cuero que daban a resaltar su culo, joder ¿en que puto momento se le ocurrio dejarlo ir?

— ¿asi que vigilandome, Volkov? — volteo a verlo, contrario a el, llevaba su camisa azul marino, seguramente acababa de salir de servicio

Soltó un suspiro junto una risa — vine a despejarme, casualidades de la vida que estes aqui... con tu novio — con el vaso entre manos hablo

— Ah! ¿ya viste a Ford? Estamos comenzando

Con ojos de celos miro hacia otro lado, sabia que el menor solo lo queria picar hasta ver a donde aguantaba, si asi queria jugar el tambien lo haria, dando el ultimo trago a su vodka, se levanto abruptamente — ire a buscarme algo de una sola noche, disfruta Horacio — se acerco a su oido, con un tono seductor descaradamente hablo — aunque podrias disfrutar conmigo...

su piel se erizo y su corazón se aceleró, recordando las veces que Volkov le hablaba asi en la cama, giro su rostro, quedando excesivamente cerca
— esperame en una habitacion — dijo con su mente nublada, sin pensar en que excusa le diria a su pareja para escaparse de el por unos minutos, quizas media hora

— ¿sigues teniendo mi numero? —pregunto con una sonrisa el peligris

— Cosas de trabajo... — miro al frente, evitando su mirada y solo centrandose donde le habian dejado su vaso con alcohol, tomando un trago negandose a continuar la conversacion

— claro... trabajo — rio por lo bajo, alejandose de aquel lugar despues de pagar todo lo consumido
Perdiendose entre medio de la multitud, mirando de reojo al hombre que estaba ahora con su expareja

los minutos pasaban y ya era momento de dejar lo tragos a un lado, raro para el que Volkov aun no le mandaba ningun mensaje, asi que volvio a la mesa donde estaba Ford — ¿Nos vamos a casa? — propuso el Sheriff, se le veia bastante agotado "dejame ir al baño por 5 minutos" pensó en decirle pero las rondas con Volkov duraban mas que simple 5 minutos, era una excusa bastante absurda, mas por que los baños eran públicos, en el momento que se demore Ford lo iria a buscar y no lo encontraría en el lugar. Solo lo dejaria ir a casa, es lo que queria, por su parte ademas de quedarse para follar con su ex-pareja, tambien queria disfrutar de la noche — eh... Yo pensaba quedarme un poco mas... pero ve tu a descansar

— Vale, si necesitas que te venga a buscar me llamas

— Claro — Se despidio de el con un beso, cuando por fin lo vio retirarse del local, saco su celular para ver en que habia quedado finalmente el encuentro que tendria con Volkov

Volkov </3

< Habitacion 009)
< Te espero, solntse.)

(Una noche y ya, por favor no confundas las cosas >

< Lo tengo mas que claro)
< Una pena realmente... A ver si al finalizar la noche dejas de desearme en tu cama)

(Dios.. como te odio >
(Voy para allá >

(...)

se levanto de su sitio, caminando hasta una puerta que llevaba a habitaciones privadas del local, se adentro por el pasillo. 009, encontro la habitación correcta, esperando que el peligris le abra, toco la puerta

cuando se abrio fue jalado hacia el interior de esta, rodeado por los brazos del mas alto — Tío que susto... — reclamo, pero enseguida correspondio al abrazo, habia olvidado esa calidez que solo sentia en los brazos del peligris, que por mucho que Ford intentara brindarle aquel calor no era igual y nunca lo seria

— ¿Horacio...? — pregunto

— dime

Un silencio invadió el lugar, se escuchaba la música de fondo y por mas extraño que suene, Volkov podría sentir el corazón del menor ir a mil, pero ¿Para que insinuar cosas? Despues de todo solo iban a follar, no por eso iban a volver. El menor tenia pareja y aunque en estos momentos no estaban respetando aquello, tenian que dejar los sentimientos a un lado de ese encuentro sexual y que solo la lujuria invadiera la habitacion

— Nada, olvidalo — con un tono serio menciono, se separaron del abrazo y sus ojos se encontraron, iluminando la oscuridad vacia de la habitacion

Hasta ahora no se habian dado cuenta de que la luz estaba apagada, la mano del moreno busco el interruptor hasta encontrarlo, mas claro todo sus corazones volvieron a latir con fuerza
¿Por que ambos de veian mas guapos ahora que terminaron?

Sin esperar mas, juntaron sus labios en un apasionado beso, un beso desesperado donde sus lenguas extrañaban encontrarse y sus manos tocar el cuerpo del contrario, sus ojos cerrados dejándose llevar por las sensaciones del momento. Horacio le tomo del rostro, aumentando la intensidad del beso, caminando hacia la cama para empujarlo hacia atras, aunque no en su totalidad

Se subió arriba de el, las grandes manos de su ex masajeaban sus nalgas como un experto, pegando en sus carnes de vez en cuando, buena elección sus pantalones de cuero — Realmente es una pena que estes con el... — Hablo el peligris fuera de su autocontrol

— ¿Por que sera que no estoy contigo? — Sobre sus labios contesto, abriendo su camisa de varios tirones, suerte la de Volkov ningun botón salio de su lugar — ¿Sigues enamorado Volkov? — Con tono de burla le pregunto

— ¿Tu no?

Ignoro la pregunta, bajando sus besos hasta su pecho, cada vez mas abajo, hasta quedar a la altura de su miembro escondido debajo de sus pantalones, de forma lenta y tortuosa saco la ereccion de Volkov

— Como extrañaba al mini Volkov... — Dijo sin verguenza alguna antes de comenzar a dar besos por todo el largo de su pene, lamiendo la punta mientras veia las expresiones de Volkov, aquel miembro cada vez estaba mas erecto, las venas resaltaban y el con gusto las delineada

Le estaba haciendo sufrir? Si, por que no le complacía en totalidad, siempre era increible tener a Horacio entre sus piernas de cualquier manera a referirse, solo que esta vez hacia de todo menos que darle la satisfacción que requería en ese momento

Chupo la punta como si de un helado se tratase, y por fin despues de unos minutos introdujo el miembro totalmente duro de Volkov a su boca otorgandole la calidez y humedad de esta, ahuecado las mejillas, dando arcadas cada vez que tocaba su campanilla

Una puta maravilla para el contrario, las lagrimas acumuladas en los ojos del contrario al estar llevando su miembro en la profundidad de su boca, tan estrecho como recordaba, como otro lugar donde solía estar, "soy un hijo de puta" pensó, pero es que seria imposible olvidar todo lo vivido con el, sentia la vida al máximo con sus ocurrencias, el sexo con el era espectacular, siempre habia algo nuevo que el menor queria probar y el estaba totalmente abierto a nuevas experiencias, tomo de la cresta al menor, dejandolo en esa posicion mientras el levantaba las caderas embistiendo con fuerza su boca

Volkov se resumia en Gemidos, en caras de placer puro y exclamaciones en Ruso, prendiendo mas al menor mientras trabajaba en su placer, olvidándose de su propia ereccion, aunque el dolor en su entrepierna logro crear un momento de lucidez, el tambien queria disfrutar

Tomo la mano palida que sostenia su cabello, entrelazando sus dedos para que lo soltase y poder separarse del miembro de Volkov, respirando el aire caliente de la habitacion, le retiro los pantalones para dejarlo desnudo de caderas para abajo — Te ves sexi con esa camisa... — Confeso, con su mano masturbaba al Ruso mientras atacaba su boca, mordiendo sus labios por cada gemido que el contrario daba

La mente del peligris estaba sometida por el placer que el menor le brindaba, como era la mayoria de las veces el dominante de la situacion, tomándolo de la cresta lo acerco mas a sus labios, besándolo con pasión, interrumpiendo su tarea de masturbarlo

• los besos del contrario siempre eran una distraccion

Se levantaron de la cama, con una notoria diferencia de estatura volvieron a juntar sus labios, intentando alcanzar por si mismo los labios del mayor, 20 putos centimetros de diferencia y eso para el, era jodidamente molesto, aunque atractivo, con rapidez las ropas del moreno fueron retiradas y dejadas sobre la cama, a diferencia de las de Volkov, que estaban esparcidas por la habitacion

Tomando un poco de control sobre la situacion, estampo el cuerpo de Horacio contra la pared, asegurandose de que el golpe no fuese tan fuerte, se continuaron besando mientras las manos del mayor tocaban con dedicacion los gluteos del menor, rozando su pequeña entrada de vez en cuando — Dios... Follame ya... — Pidio suplicante sobre los labios del mayor, alzando una pierna a su cadera para darle mas espacio a dilatarlo

— Tenemos toda la noche para follar, Solntse... — Dijo el peligris, solo el podia llevar a Horacio a la desesperacion con solo besos, el querer mas pero siempre tener esa excitación recorriendo su cuerpo, una fuerte nalgada le hizo sobresaltarse y gemir por el ardor que sintio enseguida, escondiendo su rostro en el cuello del de piel lechosa, que ganas de marcarlo como en sus tiempos hacia

Y no dudo en hacerlo, el peligris estaba soltero por lo que nadie le cuestionaria de mala manera las marcas que el le dejaria, por el lado contrario las ganas de dejar su marca sobre su piel morena era un deseo constante al poseer su cuerpo por esa noche, aunque la idea era -al menos para el- brillante, no lo haria, por el poco respeto que le tenia a tal sujeto que ahora era pareja del menor

Le hizo girar sobre sus pies, sus pecho apoyado en la fría pared contrastando el calor que le estaba dando el cuerpo de Volkov detras suya — V-Volkov— Gimio con desespero al sentir los besos del mayor descender hasta su espalda baja, sintiendo su lengua danzar sobre el tatuaje que tenia en ese lugar

Sentia la saliva del contrario escurrir hasta su entrada, donde los dedos largos del peligris amenazaban con entrar, jadeos salian de su boca en la espera de algo mas, se sentia extremadamente bien, pero aun asi necesitaba mas
Aunque eso... Eso no! O bueno.... Si
La humeda lengua del mayor ahora jugaba con los pliegues de su aro carnoso, haciendo presión logrando adentrarse en tal apretado lugar. El dolor en su miembro palpitante eran gritos para ser atendido, bajando su mano hasta su falo, haciendo movimientos de arriba a abajo, un ritmo constante sin ser del todo rapido

El pecho a mil y la mente nublada, su cuerpo era adornado por una capa de sudor, mordiendo sus nudillos intentando callar los gemidos que salian de su boca — ¿Quieres Más...? — Pregunto el peligris, riendo ante las reacciones que tenia el de cresta ante la estimulación de su lengua y sus dedos

— Volkov s'il vous plaît ...

Un escalofrío recorrio el cuerpo del mayor, sabiendo que solo en la cupide de su excitación Horacio hablaba en su idioma natal, se levanto alejandose un poco de su cuerpo. Ya sin querer esperar mas, Horacio se dio la vuelta, abalanzandose hacia los brazos del mas alto enredando sus piernas a la cadera de este, sus labios se volvieron a juntar en un beso candente, donde Horacio no queria perder la cercanía que estaba teniendo en ese momento con el peligris

Increible la noche que estaban teniendo, el ultimo pecado dominado por la lujuria que iban a cometer estando juntos, tenia que ser asi, era su noche de despedida — ¿Ya olvidaste como te hago sentir? — Pregunto el peligris sobre sus labios, besando de su mejilla hasta su cuello

— N-non — acepto la realidad, siempre seria Volkov y nadie mas — Je t'aime toujours...

Se sento en la orilla de la cama con Horacio encima, rozando su sexo con el de piel morena, en la habitacion solo se escuchaba la cancion y gritos provenientes del local y sus respiraciones aceleradas, nadie decia nada, ninguno tenia que decir nada para poder entenderse. Se levanto por unos segundos dejando al mayor acomodarse en la zona del respaldo de la cama, quedando medio sentado, perfecto para que el pudiera montarlo

Una vez listo, alineo su entrada con el erecto pene de Volkov, dejándose caer sobre el poco a poco, ayudando como lubricante el liquido preseminal mas la anterior dilatacion, Gimiendo al unísono por el placer

Sus frentes chocaron, esperando que el Horacio se acostumbre a tenerlo dentro de el, moviendose en círculos mientras lo sentía entrar hasta lo profundo
— Solntse... — jadeaba mientras sus manos acariciaban su cuerpo con dedicación, delineando el tatuaje de la virgen en su pecho, definitivamente estaba siendo testigo de dos hombres consumidos por el pecado

Paso las manos por el cuello de Volkov, aferrandose a el mientras comenzaba a dar pequeños saltos, gimiendo en el oído de Volkov, como cada vez que lo hacian, el habito de llevar sus manos hasta las redondas nalgas del moreno, jugando con ellas, dando golpes secos excitantes para su chico

Mas rapido, se elevaba gracias a sus piernas y se dejaba caer nuevamente, llevando a su ritmo el placer de ambos, siendo ruidoso cada vez que entraba en el a tocar su prostata, tirando de los cabellos grises de vez en cuando, susurrándole cosas obscenas que lo hacian reir o gemir de impresión

Milagroso cuando fueron continuas la estimulación a su prostata, sus ojos cristalinos por el placer, dejandolas caer de vez en cuando, centrándose mas en el detalle que la boca del contrario se veian muy apetecibles, como un lobo hambriento lo beso

Movia las caderas hacia adelante y atras, arriba y abajo, intentando dar de nuevo con su prostata, sin embargo eran movimientos lentos debido al querer disfrutar de sus labios como se debe, besándolo con pasión y desespero, gimiendo cuando sus bocas se abrian

Las manos blancas del comisario se posaron sobre su cintura, apretando su piel canela en sus palmas, invitándolo a moverse con mas rapidez, el orgasmo estaba demasiado cerca y lejos a la vez, embestía hacia arriba, con tal de dar justo en el punto sensible del de cresta — V-Vik! — Corto el beso cuando lo alcanzo, aferrándose con fuerza a los hombros del mas alto, sus ojos soltaban lagrimas de placer puro, sus respiraciones calientes se mezclaban

Los saltitos eran cada vez mas rapidos, las embestidas mas fuertes, el choque de sus pieles eran golpes secos llenos de energia erotica — Орасио... бог — Exclamo en su idioma natal, sentia sj vientre contraerse, en cualquier momento se iba a correr, las vistas eran maravillosas, el cuerpo sudado del menor dando saltos Sobre su miembro, su delineador hecho un desastre, haciendolo aún mas atractivo

Su mano masturbaba rapidamente su falo, queria llegar al orgasmo y la presión constante en su prostata le estaba haciendo delirar, sus ojos se conectaron y como si eso fuese lo unico que necesitaba para alcanzar el éxtasis, toco las nubes dejándose caer por ultima vez sobre el pene de Volkov, soltando un fuerte y ronco gemido, ensuciando con su escencia el abdomen marcado del mayor, mientras que este con ahogado jadeo se corrió en su interior

Uniendo sus labios por ultima vez para finalizar aquella noche, dulces sentimientos se reflejaban cuando siguieron esparciendo besitos por el rostro del contrario — Debo irme, Ford debe estar esperándome — Se levanto de las piernas contrarias, sintiendo sus paredes apretarse buscando aquello que hace segundos lo llenaban — Mmm....

— ¿Dolor?

— Si... Un poco

Sonrio incomodo, se vistieron en silencio, ya no tenian nada mas que hacer ahí, pero se quedaron unos minutos contemplando el techo de la habitacion mientras hablaban de lo que habian hecho este tiempo que no habian sabido del otro

Ya luego de unos minutos Horacio abrio la puerta — Yo si y se que tu tambien, quizas algun dia podriamos volver a intentarlo, Ma lune.... — Murmuro plata si mismo dejando dudoso por sus palabras casi inaudibles para el, Salio de la habitacion, nuevamente con el corazon roto, haber estado con el aunque sea de manera sexual le habia hecho mal, bien en algunos aspectos, pero los sentimientos seguian igual de vivos y la herida volvia a estar fresca, igual que esa vez que terminaron, queria que Volkov lo buscara, algo que sabia no iba a suceder

Volkov otra vez lo habia dejado ir

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— ¡Horacio! — Salio de la habitacion despues de unos segundos, no queria dejar todo asi, en los cuentos los enamorados siempre tenian un final feliz ¿Por que ellos no?

Se la iba a jugar por su Chico

Privatters ! VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora