Volkacio | una porra y un policia ¿Que podia salir mal?

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Como lo explico... Decidió ayudar a La Cosa Nostra en un badulaque, un tiroteo que simplemente salio mal
Todos sus compañeros abatidos, quedaba solo el y habia un policía en pie, el resto estaba en el suelo (cortesía de Dante)

Uno al que... No se atrevía a dispararle
Su pareja, el comisario que hace unos meses hacia vuelto a la ciudad y con el que se fueron dando las cosas

De cierta manera se habia molestado por no poder cumplir con sus "amigos" estos que en su tiempo no lo dejaron solo, pero era imposible hacerlo. Soltó el arma a la par de levantar las manos, Volkov se acerco aun apuntándole

Reviso e hizo todos los procedimientos correspondientes al ver que estaban todos abatidos dentro de la tienda
— A la proxima te hago comer suelo... — hablo en el odio de su pareja cuando lo estaba cacheando

No se habia dado cuenta de que era el, quedo algo anonadado al escuchar su voz pero no dijo nada, solo hizo un gesto negativo con la cabeza — Anda, al patrulla — no lo esposo, no habia necesidad

El camino a Comisaria se hizo largo y aburrido, no estaban hablando y eso a Horacio lo tenia algo nervioso, tal vez se habia enfadado con el y tenia razones
Pero podia mentir diciendo que era trabajo de infiltrado

Lo llevo a una sala de interrogatorios, las camaras en bucle, pensaba que lo iba a regañar y... Si, pero aprovecharía para otro tipo de cosas

(...)

Conversaron un poco, hasta llegar al momento de mayor tension
— Estuve a nada de dispararle — Hablo firme el comisario, ya Horacio no tenia nada que cubriera su rostro — ¿Te das cuenta de lo mal que pudo acabar? Todo por no avisar

— Si avisaba no tenia sentido, era de locos, por poco y salimos victoriosos — Con un tono orgulloso comento, intentando que el ambiente sea mas ameno

— Pero estas aqui — Pero con Volkov no habia caso

— No estoy detenido, soy director del FBI, tu jefe y solo hago mi trabajo al infiltrarme en mafias — Se levanto de su silla, caminado como si de un felino en celo se tratase — Dejaras libre a tu jefe... ¿Si?

Se besaron bruscamente, en busca de mas, no era la intencion de Horacio hacerlo en esa sala, pero podia convencer a Volkov de que lo dejara libre, o eso penso hasta que sintio como esposaba sus manos detras de su espalda

— No, haberlo pensado antes — Bajo sus besos hasta su cuello, donde ligeramente mordía su piel de canela, esa suave piel que lo llevaba a cometer pecado, una tentacion que no podia rechazar ni el mas fiel angel que pisara la tierra — juguemos un poco...

Sus manos se enterraron en su trasero, apretando toda la carne que podia tomar con sus grandes manos, Horacio gemía bajito rendido a los pies del comisario

— N-Nos pueden ver... — hablo, intentando no tomar el riesgo que Volkov estaba dispuesto a cometer

— ¿No te gusta el riesgo? Tu me haz enseñado a tomarlo... — lamió de forma lenta detrás de su oreja, sacándole un fuerte suspiro — Además... Se nota que quieres

— Si~ — Embobado le comento, continuaron los besos y las caricias en su cuerpo, despues de un rato su pantalón fue retirado y su camisa desabotonada

(...)

De rodillas sobre una silla, Empujado contra la mesa, su culo levantado a perfecta vista de su pareja
— no tenemos los juguetes que en casa disfrutas... Pero tenemos la porra y un cinturón — un temblor recorrió su cuerpo imaginando las cosas que Volkov le podría hacer estando en esa posición

Lo desesposo, penso que lo soltaria para poder disfrutar tocandolo tambien, pero no, sus manos fueron a parar a cada esquina de la mesa, esta vez esposado con dos pares de esposas y con menos movilidad que antes

— No seas asi...

Sintió unos golpecitos en su espalda baja, era un material pesado— Tendras que aprender a obedecer... — Con fuerza y precisión sabia que Volkov le haría disfrutar — Entonces ¿Que dices?

— S-Si... — un fuerte golpe en uno de sus glúteos lo hizo gemir de dolor, era ese exquisito ardor que le daba placer

— ¿Si que? — Tomo su miembro con fuerza, realmente el no era fan de hacerlo con brusquedad, pero si a su Chico le gustaba el se lo daba, luego todo eran mimos y caricias en las zonas donde mas sensible dejaba

— Mmm! D-Dame con la porra — su cuerpo era delineado por aquel objeto, pasaba por su cintura y luego por sus caderas
Acariciaba con detalle sus piernas, separaba sus gluteos, dejando ver su apetecible y pequeña entrada

— Eres jodidamente... Precioso y sexy — su voz era ronca por la excitación, se quito su cinturón y aseguro la puerta para que nadie pueda entrar, suerte tenian de que esa sala solo se manejaba con las camaras y no habia una habitacion al lado donde agentes podian entrar a ver que pasaba del otro lado

Dio un golpe con su cinto en los pies del de cresta, temblando por el picor que le dejo, otro golpe pero esta vez en su culo que a este paso ya dolia

Su boca ocupada por el grosor de la porra, empapandolo de su saliva
¿En serio le metería eso por su... Entrada? Ay...

Un "PoP" sono cuando lo saco de su boca, su trasero fue acariciado por esas manos que tanto le gustaban, su miembro botando liquido pre-seminal y el gimiendo a cada golpe y tacto que el peligris le brindaba
Dejo ver el anillo de carne que siempre degustaba a la hora de hacerlo, realmente su sabor era delicioso o tal vez eso parecia al ser Horacio

Lentamente introdujo aquel bastón negro de goma en su interior, lo unico que le salvaba del dolor al ser abierto era la cantidad generosa de saliva que decidió aportar al suponer lo que vendria

— A que te encanta — Rió por el sonoro gemido al embestir con el objeto, sus ojos cristalinos amenazaban con llorar

Los golpes volvieron y esta vez mas fuertes que antes, placentero para Horacio, era esa reaccion que tenia el menor hacia los golpes que encendia al peligris

— ¡Ma-Mas! Ah~ — Gemía con cada Golpe, pero no se refería a eso, queria tener a Volkov dentro, que sea el quien lo este empotrando contra esa mesa, que perforara sin piedad su interior, joder como lo deseaba — T-Tu Polla! — Lo dijo con dificultad, pero si tanto lo queria, se lo iba a dar

Dejo de dar golpes para pasar a las caricias, recorría sus curvas, su espalda con marcas rojizas, sus manos que apretaban con fuerza las esposas intentando aferrarse a algo

Susurro en su oído
— ¿Que tanto quieres mi polla? — ese lenguaje tan sucio y Vulgar le encantaba, a ambos, por que ambos disfrutaban de ser dominado por el otro y en diferentes situacion

— D-Deja de pre-preguntar y Follame... Follame V-Volkov por favor — saco la porra de su interior, un Jadeo fue lo que obtuvo como respuesta

En silencio, escuchando los lloriqueos de Horacio, se bajo su pantalon junto a la ropa interior. Se posicionó detrás de Horacio, lo hizo esperar con caricias que para el eran una tortura, se escucharon voces fuera

— Trata de no Gemir — Se hizo paso entre sus paredes de una sola estocada
"Hijo de puta" penso, se ahogaba en sus gemidos, no salian por orden del mayor pero necesitaba Gemir, Gritar su nombre y pedir por mas

Las voces se alejaron y el se pudo liberar, gimiendo alto cada vez que su prostata era presionada, Sus balbuceos eran imposibles de entender, palabras sueltas sin contexto alguno, para llevarlo al máximo comenzo a masturbar su miembro

Sus babas caian, sus ojos estaban en blanco, su garganta estaba irritada de tanto gemido que soltaba
Se terminó corriendo en la mano palida de su pareja, esperando que el terminara mientras seguía abusando de su punto dulce

— M-Mierda — salio del Chico, un ronco gemido marco su fin, terminando encima de su espalda, manchando ligeramente sus prendas

Esperaron unos minutos en esa posición, al menos hasta regular sus respiraciones, le quito las esposas dejandolo libre, vio sus muñecas con marcas rojizas

Arrepintiendose un poco de la intensidad con la que lo habían hecho esta vez

— Estoy bien — Con una sonrisa cansada le hablo, sonrio y dejo unos cuantos besos en su rostro, se acomodaron y pusieron ropas, las piernas de Horacio estaban mas temblorosas que de costumbre, si que se habian pasado esta vez

Salieron de sala de interrogatorios de la mano, uno que otro mirón que se reia al verlos, pero la mirada fulminante de Volkov los ponia en su lugar, despues de todo no fueron muy silenciosos

Pero les habia gustado esa experiencia

(...)

Estaban en la cama, Horacio semi-desnudo encima de las piernas de Volkov mientras este le ponia cremas para que los golpes en ningun momento dolieran de mas

— Me gusto — Confeso al mayor, el se centraba en su celular, hablando con Dante y los demas por un grupo

— A ver si ya aprendes a avisar de que haras un atraco — Dio una suave nalgada seguido de un beso en su espalda estrellada

— A la proxima hacemos un Central... A ver si me das en puerta de comisaria

— Te doy en el patrulla — Dejo las cremas a un lado, dio vuelta el cuerpo de Horacio, quedando ambos de frente comenzaron a darse tiernos besitos

Sencillamente solo necesitaban del otro.

Privatters ! VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora