Recordaba la noche en la que las estrellas lo iluminaban, una fiesta de colores que lo llevaron a cometer su mas dulce pecado, siendo cegado por un hombre con unos labios adictivos
Su piel de canela le hacia agua la boca, su cabello de color fantasia con ese extravagante corte, lo conoció hora antes de tal locura y desde esa noche no podia dejar de pensar en ese chico
Buscando en su telefono el número agendado con la letra H, dudaba si mandarle un mensaje, un efecto mariposa en el que un simple mensaje desencadenaría mil y un consecuencias a las que aun no se sentia listo para enfrentar, pero que por volver a sentirlo junto a el, las tendria que aceptar
"Priviet." Un mensaje simple que no fue enviado, sin embargo se atrevió a una llamada que a los segundos fue contestada, la voz animada del otro lado lo hizo sonreír, minutos hablando sin llegar a lo que realmente queria. A pesar de que su noche fue un encuentro carnal, era su corazon el que mas extrañaba al contrario, curioso por que no lo conocía de nada, un extraño del que no conocia mas que los rincones de su piel, de su cuerpo y poco mas que su nombre
— Quiero verte — murmuro, su voz suave através de la línea de telefono, una risa se escucho del otro lado, estaba sonriendo, lo sabia
— Nos podemos ver hoy ¿Estas libre?
Demoro en contestar, pensando si tenia algún compromiso, trabajo o una simple salida con alguien, pero nada, podía estar con el, suspiro y contesto — Si... Estoy libre
— Te mando ubicacion en unas horas, nos vemos — y luego? Nada mas que el sonido de que la llamada fue cortada
Despues de todo suponía que era a eso a lo que iba, otra noche llena de satisfacción y ruidos obscenos, tal vez en otra oportunidad conoceria realmente al chico de cresta, mientras.... Disfrutaría de su cuerpo
(...)
La puerta frente a el se abrio, a sus ojos el moreno con un atuendo bastante casual, una fresa que adornaba su boca con una especie de salsa que corría por su mentón, con la fruta aun en su boca hablo — Pasha pasha
Solo sonrió y obedecio, esa escena se le hacia conocida, solo que con otro tipo de... "Salsa", intento evitar que los recuerdos invadieran su mente, una escena que joder, estaba dispuesto a recrearla con roles invertidos
Estuvieron unos minutos hablando frente a la puerta principal, poco disimulaba lo mucho que se deseaban, con un beso intentaron romper aquella tension, sin decir mucho fueron a la habitacion del menor
Un lugar completamente nuevo para Volkov, sin embargo, la bonita imagen que tenia frente a el le estaba quitando la poca cordura que lograba obtener con el chico de cresta
Tenia dos platos sobre la cama, uno con las famosas fresas y un posillo con caramelo, desvio la mirada, pues sabia que Horacio tenia dobles intenciones al hacer aquello, tomar una fresa y hacer que el caramelo caiga sobre su pecho, sobre su piel canela
Es que lo sabia, era simplemente saber con que intencion iba aquella, se sento en la cama, esperando que el chico terminara con su espectáculo, sus mejillas se tornaron de un color rosa y su cuerpo comenzaba a sentir calor
— ¿Ya Volkov?
Un bulto en su entrepierna a causa de las ya inevitables escenas creadas en du mente, con suficiente imaginacion y recuerdos lo habian logrado calentar, masajeó su cien, ya no tenia caso ocultarlo, sintio la cama hundirse al lado suyo y una mano que sin pensarlo mucho se posó sobre su abdomen
Se miraron, Su ardiente tacto bajó hasta su entrepierna, jadeos como respuesta, sus ojos de colores abiertos espectante a las expresiones contrarias cuando sin verguenza tocaba su ereccion
— Horacio.... — Jadeó, escondio su rostro en su cuello, rojo por la situacion, hace pocos minutos habia llegado y ya tenia una ereccion la cual estaba siendo "atendida" por el menor, una ereccion por culpa de sus pensamientos y recuerdos de el y el moreno en situaciones bastante comprometedoras
— Estas durísimo y no he hecho nada...
Fue desprendiendo los botones de su camisa, apreciando su piel palida, las cicatrices que adornaban su cuerpo, para sus ojos era perfecto. El ambiente comenzaba a encenderse bastante, sus cuerpos cargados de deseo y lujuria, en los ojos de ambos se podia notar
Con rapidez y en un dos por tres ambos estaban desnudos, peleando por dominar la situacion, con mordidas y besos, susurrando para el contrario lo que querian llegar a hacer, intentando que uno de los dos se sintiera intimidado y bajara la guardia, pero no paso
Solo se concentraron en los besos, sobre todo en los besos del peligris, que rapidamente fueron bajando hasta llegar al miembro del moreno, quien termino sentado en la orilla de la cama. Volkov, su lengua jugaba y sus dedos acariciaban los bonitos muslos que tenia, tomaba el falo para finalmente llevarlo a su boca
Jalaba de sus cabellos grises, su boca y aquella humedad que le otorgaba lo estaba volviendo loco, sus manos frias sobre su caliente piel morena le hacian suspirar, gemir cada vez que su lengua jugaba con la punta de su pene, era simplemente una gloria
Las arcadas pronto se hicieron presente, pues trataba de darle el mayor placer posible
Tiraba su cabeza hacia atrás, disfrutando de la felacion que el peligris le estaba dando, suspirando, poco a poco comenzaba a sentir un cosquilleo en su vientre — S-Si! No pares... — Suspiró, mientras empujaba la cabeza del peligris mas hacia el
Un ruido perturbó al Ruso, mas no al moreno, pues este estaba completamente concentrado en las sensaciones que el contrario le brindaba con su boca, el posillo del caramelo habia caido por los movimientos en la cama
Una idea picante paso por su mente cuando vio caer lentamente el caramelo del posillo que lo contenía, "ensuciando" las pocas fresas que quedaban
Se separo del miembro, empujando a Horacio para dejarlo totalmente acostado sobre la cama — ¿V-Volkov? — pronuncio su apellido, se sostuvo en sus codos, teniendo una idea de lo que al de tez blanca se le habia ocurrido
Excitandose aun mas cuando comenzo a derramar aquel dulce sobre sus muslos, abdomen, pezones y cuello, hasta llegar a sus labios, los cuales probó antes que todo, buscando su lengua para profundizar el beso
Y de lo poco que se conocian podian asegurar que aquello les encantaba, los besos que se daban, el encaje perfecto de sus labios al contacto, una vez sus labios rosados fueron liberados, bajo por su cuello, lamiendo zonas especificas libres de caramelo que sabia, le harían gemir o bien... Jadear
Desesperado de acción, hambriento de placer se levanto de la cama, lanzándose a sus brazos para besarlo, sus cuerpos juntos esparcían la pegajosa sustancia, pero era lo de menos
Lo tomo de sus muslos, levantando al moreno del suelo, volvieron a la cama, Volkov sentado y con Horacio encima de el — Joder... Que dulce — Dijo el peligris, luego de pasar su lengua por el cuello del menor, la escencia del caramelo inundaban sus papilas gustativas, no era su favorito, pero por el moreno estaba feliz de degustar hasta los sabores mas raros que se presentaran
Sus labios chocaron con los de Horacio, dejando cortos besos para poder hablar— No pense que me buscarías... — susurro sobre sus labios
— Tenia que... No puedo dejar de pensar en ti, Horacio
Y en medio de su disfrute ante esas palabras ataco sus labios, besando sus belfos con pasion, intentando expresar lo que con palabras no alcanzaba, y aun asi creía que con solo aquellos simples actos el menor se daria cuenta de lo que sentia
Juntando sus miembros erectos, el liquido preseminal que salia de ellos hacia mas facil el movimiento sobre ambos falos, mientras se besaban soltaban ruidos, gemian y de vez en cuando abrían sus ojos para apreciar el estado del otro, llevándose con imágenes que en otros momentos servirían cuando estuvieran solos
Con su lengua termino de limpiar todo el dulce que yacía en su hombro, mordiendo y marcando su aceitunada piel, reclamando lo que estaba seguro, luego le perteneceria, disfrutando de los espasmos que el de cresta, por satisfacción tenia
El movimiento de su mano fue acelerando, sus besos eran interrumpidos por inevitables gemidos que salian de sus bocas, el caramelo caia por sus cuerpos, lo pegajoso de este creaba hilos entre sus cuerpos que eran una obra digna de pintar
Unos cuantos besos, el paseo de sus lenguas por el cuerpo del otro para obtener el dulce del caramelo y el vaiven de sus manos cada vez mas rapido les hacia gemir sin verguenza alguna, terminaron corriéndose en sus abdomenes, alivianando esa tensión que sentían en sus vientres
Juntaron sus frentes, respiraciones erráticas que poco a poco se hacian normales, Se miraron a los ojos por ultima vez antes de juntar sus labios, murmurando entre cada beso lo bien que se la pasaban juntos, definitivamente tenian que conocer más allá de sus cuerpos....
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Poco sabia el peligris que todo lo que acababa de pasar estaba fríamente calculado, alguien se encontraba deseoso de que aquel hombre ruso se quedara a su lado por mucho tiempo
Y si ese 'Mucho tiempo' significaba "Para siempre"
Estaria mas que feliz, por que realmente lo deseaba