Volkacio +18

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Se me olvida que tambien tengo que subir los Aus aqui, lo siento JAJAJAJA

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Avanzaba hasta el centro de la habitacion, un coqueto movimiento de caderas, ojos profundos que desprendían fuego y seducción, queria hacerlo caer en sus redes y es que... Difícil no era, sabia como encender a aquel Ruso que tanto le gustaba. Lo miró, tan indefenso sentado sobre su cama, listo para dormir dentro de pocos minutos


Una presa a una escasa distancia de su cazador, una criatura en la boca del León con un futuro claro pero a la vez tan incierto. El Ruso lo miraba...

Embobado...

Enamorado... ¿Acaso era asi?

Dejó que el moreno se acercara a la orilla de la cama, poco tenia que agregar, un suspiro abandonó su boca. Lo sabia, sabia todo lo que el menor queria, su mirada lo decia y el no se iba a oponer a lo que ambos deseaban.

Sus rostros se juntaron sin llegar al tan anhelado beso, solo jugando con la paciencia del contrario, quien caía primero en este juego de redes, de seducción y sumisión frente a algo tan simple como los labios del contrario, sus respiraciones chocaban y sus narices se rozaban, aun asi ninguno parecía ceder el posible puesto de ganador en una competencia inexistente

- Si quieres... ¿No? - Ronroneo sobre sus labios, mirada fija en ellos, en su movimiento y de la respuesta que este le daria, Pero esta con palabras nunca llego, el brusco choque de sus labios aclaro la situación, mas la fría y Tersa mano que se posó debajo de su camiseta buscando pleno contacto con su tierna piel de canela. Habia perdido ¿Pero que importaba? Se separaron, jadeantes y con mejillas sonrojadas

Contacto visual... Era tan simple y complicado a la vez, el saber del amor que ambos comparten pero que ninguno se atreva a decirlo en voz alta. Que aunque todo se demuestra por las acciones pareciera que nunca era suficiente, faltante un "te quiero" que salga de la boca de algunos de los presentes, disfrutaban del calor del otro, de la compañia y las bobadas que juntos hacian... Pero ¿Entonces?

En medio del silencio y con un susurro, el moreno habló, interrumpiendo el sin fin de emociones ocultas en sus corazones. - En mi habitacion tengo los condones y lubricantes... Ya sabes... Por si tu respuesta es un quiero seguir

- Claro que quiero seguir... - Respondió el peligris, fue dejando un camino de besos desde su ombligo hasta uno de sus pezones, mordiendo a gusto y antojo. Despues de escuchar los jadeos del menor, a modo de motivación, se levantó, dejándose guiar por el de cresta hasta la Roja habitación donde ya mas de una vez sus cuerpos habían terminados envueltos en una conjunta capa de sudor

Se quitaron la ropa de forma individual, mirando por su parte cada rincón que querian probar del contrario, acariciar, tocar poseer, reclamar como suyo cada pedazo de piel que podían alcanzar... ¿Pero para que mentir? No hablamos únicamente de lujuria, si no tambien de proteger y amar

Aunque claro, no podemos esperar tanto de quienes tienen una tensión sexual tan alta

El hambre voraz por sentir sus labios mientras uno era estampado contra la pared, el peligris gimoteó. Un Horacio fascinado, donde los jadeos del soviético le invitaban a no detener aquella situación, no ahora que sus miembros estaban juntos y erectos, desesperados por liberar la tensión sexual que existía entre ellos -incluso cuando ya mas de una vez, lo habían intentado, sin resultado alguno-

Con una sonrisa se alejo del peligris, caminando hasta un cajón, sacó un lubricante y un par de condones. Mientras el mayor observaba, dejo todo sobre la cama, quedando de rodillas sobre las rojas sabanas - Te estoy esperando - Murmuró

Acomodando una almohada bajo el, quedo en cuatro, moviendo sus caderas de un lado al otro; tentando al mayor a moverse de su estático lugar, necesitaba ser dilatado por Volkov, que sus dedos se movieran en su interior hasta brindarle el placer suficiente para meter su buena polla, realmente lo necesitaba dentro. Sentir esa bomba de éxtasis cuando juntos, llegaban al tan esperado orgasmo

Escucho un suave gemido del peligris, estaba perdido en sensaciones hasta el momento, imaginarias... Caminó hasta quedar detrás de su chico, viendo con lujuria su gordo culo moreno, su espalda adornada con dos tatuajes, uno igual al suyo pero que juraba, en el se veía mil veces mejor, quizas por que era Horacio, por que aceptándolo o no, era un chico realmente hermoso, no era perfecto, pero era lo que mas le gustaba de el

Derramo frio lubricante sobre su entrada, deslizándose por sus testículos y miembro erecto esperando por ser atendido, sus dedos paseaban por la zona, hundiéndose lentamente en la oscuridad del interior de su cuerpo, el chapoteo de estos se hacia mas intenso conforme el tiempo que llevaban dentro, pues dejo de ser uno y pasaron a ser tres, pensando si era buena idea meter un cuarto solo para saber que tal reaccionaria su cuerpo, ademas de escuchar todos los inevitables gemidos que a Horacio se le escapaban

Y es que adoraba como movía su cadera en busca de mas contacto, que pudiera volver a dar con el Botón que lo mandaba momentáneamente de viaje a las estrellas. Lo vió temblar bajo su tacto, sin poder evitarlo, lo abrazo, sacando de su interior los dedos que ya habían cumplido su función. Su calido pecho chocaba con su espalda decorada entre pecas, cicatrices, tatuajes y lunares, marcas de su historia e imagen

Poco a poco la dureza que le gustaba de la polla del mayor se iba notando, mas los jadeos que el Soviético soltaba mientras mordía y besaba su cuello a su antojo

Mierda... Lo deseaba como nunca - Horacio... - Su calida respiración chocaba con el hombro desnudo del moreno. Escalofríos que recorrían ambos cuerpos, el miembro del peligris presionaba su dilatado agujero sin llegar a entrar, solo antojado al menor con esa fricción entre los dos cuerpos

Esperando, el Francés sonrió, jadeante habló - Te quiero montar Vik...

Y gustoso lo iba a aceptar, acomodaron las almohadas en la cama para mejor comodidad de ambos, el peligris sentado en la cama y Horacio besando todo su largo miembro, desde la base hasta la punta, alejándose luego para ponerle el condón

Tomo posición sobre el, meciendo las caderas hacia adelante y hacia atras, su cuerpo respondía a los estímulos y ya no queria esperar mas. Ayudado de la mano del peligris, miembro y su estrecho agujero se alinearon, bajando de un sentón que dejo sin aliento a ambos

Se aferró a su cadera, apretando la piel de sus costados, sentia el calido interior de Horacio como un jodido paraiso del que no se queria alejar. Las vistas que tenia desde su perspectiva eran dignas de fotografiar, grabar, se veía como una puta obra de arte

Simplemente le encantaba, con cada salto que daba su rostro hacia una expresion diferente, tan unico... Minutos en los que ambos se daban un respiro para continuar. Caricias caían sobre el cuerpo moreno, sobre su abdomen, subiendo hasta sus pezones y tirando de ellos

Inseguridad habia la primera vez que ambos compartieron intimidad en aquella habitacion, miedo por no adaptarse a lo que el moreno podía querer, pero siendo todo un experimento nuevo para su cuerpo, se permitió conocerse a si mismo y lo que a el tambien le gustaba

Eran perfectos por que encajaban tan bien con el otro que parecían estar hechos para convivir juntos

Horacio gemía, siendo ruidoso cada vez que en profundidad entraba en el, tiraba de los cabellos grises mientras susurraba cosas obscenas que lo hacian reir o gemir

Movia las caderas hacia adelante y atras, arriba y abajo, sentia un fuerte nudo en su vientre que no llegaba a soltar, plena desesperación por conseguir correrse, con la mente nublada, pidió - N-No te vayas nunca... Joder...

Sorprendido, sonrojado, el peligris contestó - No podría... Eres m-mi hogar Horacio... - Confesó, juntando sus frentes a la vez que las embestidas que proporcionaba para ayudar a buscar el placer de ambos se hacian mas rapidos, mas brutos, violento choque ruidoso de sus pieles

Buscaba sus labios, tratando de callar los fuertes gemidos que involuntariamente salían de su boca, imposibles de evitar, un vaivén abusivo al que estaba siendo sometido por querer y gana del mayor y... Joder como le encantaba

Rojiza polla que lo satisfacía en su totalidad, dando con ese punto que lo hacia temblar en fuertes olas de un placer abrumador, a punto de llegar a la cúspide de su glorioso orgasmo

Lagrimas salieron de sus ojos, cristalinos de tanto placer. Su cuerpo tembló cuando por última vez el Soviético dio con su próstata, grito y araño el pálido pecho del mayor. Su miembro derramaba espesas tiras blancas de semen, ensuciando su abdomen y el del contrario a la vez

Sus paredes se contraían contra la carne que yacía en su interior, con un fuerte gemido el mayor vació su liquido blanquecino en el condón, apretando su culo como intento de aferrarse a algo

Pasaron unos minutos para cuando sus respiraciones estaban a un ritmo mas calmado, sus miradas chocaron, sin pizca de vergüenza volvieron a juntar sus labios, con pequeñas risas que escapaban entremedio, llevaban un tiempo sin creer a lo que habían llegado, cuando años atras lo veían imposible

Se quedaron en cama luego de ir al baño y dar una ligera limpieza de sus cuerpos. El mayor acariciaba su espalda con pasirmonia, viendo como el moreno caía en un profundo sueño, cerca de su oído, susurró - Te quiero....

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- Yo tambien te quiero...

Privatters ! VolkacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora