Pov. James
Otro día más en mi vida monótona, una rutina que ya me tiene cansado. Mi existencia es aburrida, insípida y carente de color. Aunque soy el hijo de un vizconde magnate, dueño de una de las empresas más prestigiosas de la década de 1920, me conformo con esta vida. Me agrada la idea de seguir las normas, mantener una conducta perfecta y evitar el juicio de los demás, en línea con los estándares de la sociedad.
— Joven James, su padre lo está esperando — anunció Evan, mi mayordomo.
— Estaré con él en un momento, gracias Evan — respondí mientras salía de mi habitación para bajar a desayunar con mi padre, el Vizconde Alfie James, un hombre duro y frío.
— Buenos días, hijo — me saludó mi padre.
— Buenos días — contesté, tomando asiento a su lado para comenzar a desayunar. Evan nos sirvió el desayuno y la correspondencia, y ambos revisamos las cartas mientras comíamos.
— Padre, una invitación de la reina — le informé, entregándole la carta.
— Un baile para celebrar el matrimonio de su hija. Confirma nuestra asistencia, Evan — ordenó mi padre, pasándole la carta al mayordomo.
Evan tomó la carta y se retiró del comedor.
— Sería la oportunidad perfecta para que encuentres una buena esposa, digna del apellido James — insistió mi padre.
Y ahí vamos de nuevo.
—Solo así podrías tomar el control de la empresa familiar —añadió.
En eso tiene razón. No puedo hacerme cargo de los negocios si no tengo esposa. Sin embargo, detesto que él decida quién será mi esposa. Siempre ha intentado presentarme a mujeres elegantes y mimadas, que llamen la atención de todos. Mujeres que no amen la música, porque para mi padre, eso es un grave error. Según él, una mujer de la familia James solo debe dedicarse a pintar, coser, cocinar, ser un pilar fuerte, cuidar a sus hijos y velar por su bienestar, el de su esposo y el de sus hijos.
—¿Hasta cuándo seguirás oponiéndote a este tema? —pregunté, frustrado.
—Hasta que tengas esposa y dejes tu estúpido gusto por la música. Eso no te llevará a ninguna parte —respondió él.
—¿Por qué no me permites elegir a mi esposa, como tú lo hiciste? —repliqué.
—Porque no sabes cómo entablar una conversación apropiada con una dama —afirmó.
Tiene razón. Desde que tengo memoria, nunca he sabido cómo hablar correctamente con una chica. Mi torpeza arruina las oportunidades, y mi distracción hace que las confunda.
Terminamos de desayunar, permitiendo que la sirvienta se llevara los platos a la cocina. Mi padre salió de la casa, y yo me dirigí a la biblioteca para contemplar las pinturas que mi madre había realizado.
Algunas eran réplicas de obras de maestros como Da Vinci, mientras que otras eran creaciones originales suyas. Mi favorita era un par de conejos abstractos bajo un cielo estrellado. Recuerdo cuando lo pintó, antes de fallecer por viruela hace 10 años. Todavía duele recordarla: su voz narrándome cuentos, sus manos moviéndose con el pincel, y verla bailar en las fiestas con mi padre.
"— Mi pequeño Bon, siempre voy a estar aquí — decía, señalando mi corazón.
— ¿Me lo prometes? — le pregunté mientras la veía un poco distante de aquella cama.
— Te lo prometo — respondí para luego cerrarle los ojos."
Desde su muerte, nunca volví a sonreír sinceramente. La casa se sintió vacía. Mi padre contrató a Evan para que me hiciera compañía y para que no cayera en depresión. Funcionó; me convertí en su fiel copia.
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✨ Rewrite the stars BxB ✨
FanfictionDurante 1920 existe uno de los máximos circos de la historia de Estados Unidos... Cuna de nacimiento de un amor imposible, lleno de misterios y secretos, dónde la vida de uno estará en peligro ❦︎ Capitulos largos (1500-3000 palabras). ❦︎ Drama. ❦︎ M...
