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Narración - Zayn

Una semana después, luego de estar un mes fuera de casa al fin regresaba.

Me encontraba de camino a ver a mi esposa y celebrar con ella mi día, hoy es el día del padre.

Miro por el espejo y veo mi pequeña princesa dormir plácidamente. Ha sido un mes muy difícil para nosotros, pero aún así mi bebita está con vida. La pesadilla aún no termina, pero estaré hasta el final con ella.

Mi celular comienza a sonar y contesto a través del auto.

-Hey.- Pronuncio cansado de tanto guiar.

-Hola mi amor.- Suelta con entusiasmo. -¿Tardas mucho?- Me pregunta y frunzo el ceño.

Perrie nunca es de preguntarme cada cinco minutos en donde estoy o si tardo en llegar.

-Mi amor, hace tres minutos me preguntaste exactamente lo mismo.- Río. -¿Está todo bien?- Pregunto.

-Mjum.- Suelta nerviosa. -Es solo que... muero por verte.- Sonrío y niego divertido.

-Créeme que también muero por verte.- Admito. -Estoy a cinco minutos de casa.-

-Bien.- Suspira. -Te amo.-

-Te amo.-

Cuelgo y sonrío.

(......)

-Señor Malik.-

-Hey Sebastián.- Suelto. -¿Podrías bajar el equipaje del auto?-

-Claro señor.-

Saco a mi bebé del auto y recuesto su cabeza en mi hombro. Aún está profundamente dormida.

Al instante Perrie sale por la puerta y sonríe al verme. Corre hacia mi y al verme con Paulette sonríe. Bajo un poco a su altura, besa la mejilla de Paulette y luego me besa a mi.

-Voy a llevarla.-

-No te preocupes, yo voy.-

-No, no.- Dice impidiéndome el paso.

-¿Qué pasa?-

-Es una sorpresa.- Me sonríe y niego. -Ya se que no te gustan las sorpresas.- Dice viéndome. -Pero realmente debía hacerlo.-

-Esta bien.- Le sonrío. -¿Te espero aquí?- Ella asiente y luego de cargar a Pau se pierde de mi vista.

Varios minutos después Sebastián se aparece y me sonríe.

-Ya está todo señor. ¿Necesita algo más?-

Niego y sonrío.

-¿Cómo ha estado todo por acá?- Pregunto respirando el aire fresco.

-Todo bien señor.- Admite.

-¿Nadie ha venido?- Pregunto por curiosidad.

-Las chicas, pero más el señor Tomlinson.-

-¿Louis?- Pregunto con el ceño fruncido.

-Si.- Asiente. -Ha estado la mayoría del tiempo acá, en ocasiones se queda.-

Me muerdo el labio inferior con fuerza.

Se que son amigos, se que no debo sentirme así.. pero ¿por qué Perrie no me lo dijo?

-Mi amor.- Suelta Perrie llegando hacia mi.

Me sonríe y sin más preámbulos me abraza con efusión. Le devuelvo el abrazo hundiendo mi rostro en la cavidad de su cuello.