El viaje del albatros

27 - Nunca más

Sanem

Subo las escaleras de Fikri Harika dejando atrás a muchas personas a las que he aprendido a querer de verdad y, al mismo tiempo, un capítulo importante de mi vida.

Aquí es donde empezó todo, mi vida, mi verdadera vida comenzó el día del 40 aniversario de Fikri Harika en la compañía y luego en el teatro. Es como si todos los años de soñar despierto no tuvieran otro propósito que el de prepararme para la más hermosa historia de amor que sólo podía comenzar de una manera inesperada y mágica.

Entre las paredes de esta agencia experimentamos los primeros acercamientos tímidos, el crecimiento de nuestros sentimientos y la pasión y luego las peleas y los malentendidos. Aquí conocí el amor por primera vez, un sentimiento nuevo y omnipresente para mí, que creía precioso y único y que en cambio, como si nada, fue pisoteado y negado.
Era como morir, tener que enfrentarse a la realidad de que ese sentimiento único ya no existía, o que quizás nunca había existido por su parte. Me destruyó, me aniquiló y no puedo permitir que eso siga ocurriendo, no puedo creerlo.

Salgo de la agencia con lágrimas en los ojos, no sé si por la nostalgia, que ya siento por ese ambiente de camaradería y desenfado que tanto me gustaba en la agencia, o porque vuelvo a revivir el desgarro de la pérdida de un sueño, la pérdida de la que creía que era mi culminación, el resto de mí.

Tomo un taxi hasta mi casa y empiezo a hacer las maletas, dispuesta a abandonar por primera vez el nido que me ha acogido y protegido desde que nací. Ha llegado el momento de emprender el vuelo hacia algo desconocido pero que al mismo tiempo me provoca la emoción propia de un reto. La experiencia en Fikri Harika en los últimos meses ha sido esencial para tomar conciencia de mí mismo y de mi potencial, para poder afrontar esta nueva aventura con la firme determinación de que si soy capaz de darlo todo también podré dar lo mejor de mí, hacer grandes cosas.

Para la niña del barrio, que parecía no tener más futuro ni perspectivas que seguir trabajando en el emporio de su familia, esto es una gran venganza y un punto de orgullo.

No tardo mucho en meter en dos grandes maletas todo lo que necesito para irme a vivir mi vida a otra parte, ya no soy la erkenci kuş de mi babam, ni la chica soñadora que se levantaba temprano cada mañana para ir a abrir la tienda de su barrio, ni la manitas de Fikri Harika.

Me voy a una nueva ciudad, a un nuevo apartamento donde viviré sola por primera vez, empezaré un nuevo trabajo como redactora y quién sabe qué más me espera en un futuro que veo completamente dedicado al trabajo, sin más espacio para sentimientos como el amor.

Él... No quiero pensar más en él, necesito centrarme en lo que pasa en mi vida y en lo que me espera en el futuro inmediato.

Abro la puerta de mi habitación y mi padre está allí, dispuesto a bajar mis maletas, con su tierna mirada que ya habla de nostalgia y carencia pero que al mismo tiempo expresa un profundo orgullo y satisfacción por mis logros.

En silencio bajamos las escaleras donde, frente a la puerta principal, nos esperan mi hermana y mi madre. Layla es la primera en acercarse y me abraza, llena del afecto entre hermanas que hemos aprendido a expresar recientemente, pero que dice mucho de lo mucho que nos hemos querido siempre.

La alejo para mirarla a los ojos y le prometo - Te veré para tu compromiso hermana mayor, no me lo perdería por nada del mundo, sólo dime cuándo y estaré aquí a tu lado para ayudarte a preparar el peor de los cafés salados para tu novio - Me sonríe con lágrimas en los ojos incapaz de hablar ahora.

Luego es el turno de mi madre, ella, mi roca, mi punto de referencia en cada tormenta, la mujer que siempre ha sido mi ejemplo de firmeza y determinación en cada situación. Se acerca a mí con los ojos brillantes de emoción, me pone las manos en los hombros y me dice- Estamos orgullosos de ti Sanem, encuentra tu propio camino, descubre el mundo, pero recuerda que estamos aquí para ti en cualquier momento si nos necesitas- Se detiene un momento buscando mi mirada de la manera que sólo ella sabe hacerlo, así quiere que entiendas que tienes que leer el significado oculto de sus aparentemente sencillas palabras - Recuerda que en la vida nada es blanco o negro, que puedes cometer errores y que el más fuerte no es el que guarda rencor sino el que sabe perdonar, comprender y acoger. El viaje es largo, es esencial entender con quién quieres recorrerlo y sólo hay una persona en el mundo que sabe cuál es la forma correcta de llevarnos de la mano durante el largo viaje de la vida. Tenemos que tener cuidado de no arriesgarnos a perder a los que están destinados a nosotros por miedo o por nuestra propia terquedad. Haz lo que creas que es mejor para ti hija mía, pero recuerda mis palabras tamam, ¿de acuerdo? -

Asiento sin poder responder a sus palabras que sé que se quedarán conmigo durante mucho tiempo, sé que necesito analizarlas y procesarlas para hacerlas mías y entender lo que verdaderamente le dicen a mi corazón. La abrazo con fuerza, me aferro con fuerza a ese pecho que siempre ha sido mi refugio y consuelo sabiendo que la echaré enormemente de menos.

Me enjuago una lágrima errante y luego me impulso a levantarme, abro la puerta principal para encontrar el taxi que había pedido poco antes listo en la calle, veo a mi padre cargar mis voluminosas maletas y vuelvo a la puerta para tomar la mano de mi madre. Qué bonitos son juntos, siento un apretón en el corazón al pensar en lo mucho que he deseado siempre un amor como el suyo, pero obviamente no pudo ser.

Me subo al taxi y miro por la ventanilla para un último adiós y un beso en la punta de los dedos, el taxi se va y los dejo así, de la mano me saludan intentando sonreír para que me vaya con el corazón lo más ligero posible.

Sé que no es fácil para ellos, han sido excepcionales al aceptar mi repentina decisión, me siento muy afortunado de tenerlos. Veo que Layla pone una mano en el hombro de cada uno para reconfortarlos de alguna manera, me alegra que esté ahí con ellos para apoyarlos y hacerles compañía ahora que no estaré todas las noches sentada en la mesa contando las anécdotas más divertidas del día.

El viaje al aeropuerto entre las mil luces de mi Estambul es también un viaje interior, la última vez que recorrí este camino pensaba en que me dejaría para siempre. Ahora soy yo quien se va y deja atrás para siempre los sueños de un amor roto, un amor imposible, un amor que no resistió a la primera dificultad.

Hay tristeza y melancolía como entonces, pero al mismo tiempo ahora hay resignación y ganas de seguir con mi vida. Estos meses me han hecho más fuerte, la decepción me ha hecho crecer y aprender de mis errores, nunca más pondré a alguien en el centro de mi vida, nunca más permitiré que otra persona posea mi corazón y mi alma para luego destruirme sin piedad alguna. Nunca más Sanem, nunca más.

Es con estas intenciones que me bajo del taxi una vez que llegamos, pago el pasaje y atravieso esas puertas que apenas había podido ver meses atrás cuando escapé de ese aeropuerto con los ojos inundados de lágrimas y el corazón hecho pedazos. Miro a mi alrededor embriagado esta vez por el frenesí que se respira allí, por el aire de novedad y oportunidad que siempre parece acompañar tanto a los que se van como a los que llegan.

Me dirijo a la zona de facturación cuando oigo una voz, SU voz, la voz que estaba convencida de que no volvería a oír mi nombre.

Me quedo congelada en el sitio sin darme la vuelta, cierro los ojos un momento, ¿cómo puede ser él? ¿Qué está haciendo aquí?

En un instante está frente a mí, pone sus manos en mis brazos y coloca dos dedos bajo mi barbilla para obligarme a levantar la cabeza y encontrarme con sus ojos -No te vayas lütfen por favor, Sanem, no cometas el mismo error que yo, no creas que puedes vivir sin algo que es parte de nosotros, esa es la esencia, no te engañes como yo que puedes sobrevivir sin nuestro amor-.