58 - Esperanzas

3.1K 100 20
                                    

Can

No quiero analizar lo que estoy pasando, no fue algo premeditado ni remotamente imaginable ni siquiera hace unos días con la forma en que iban las cosas entre Sanem y yo.
Todo fue tan natural, tan espontáneo entre nosotros esta noche. Nos acercamos y luego nos amamos de una manera tan verdadera y sincera que está claro que no era más que lo inevitable.
No puedo explicar cómo sucedió, pero a partir de ese beso durante nuestro baile todo siguió simplemente el curso natural de las cosas a la luz de los sentimientos que aún nos unen evidentemente.
Esta noche, por alguna razón, inconscientemente sentí que era el momento de demostrarle lo mucho que la quiero y lo especial y única que es para mí.
Yo mismo me sorprendí de la intensidad de lo que compartimos, sabía que sería algo raro con ella, pero ni siquiera yo estaba preparado para el poder de lo que experimentamos cuando nuestros cuerpos se unieron para convertirse en una sola entidad.
Así es como me sentí con ella, he tenido tantas historias, tantas mujeres se han turnado en mis brazos y en mi cama, pero nunca con nadie he experimentado nada ni remotamente comparable a lo que sentí con Sanem esta noche.
Fue la unión perfecta de cuerpos, corazones y almas, estoy más que convencido de ello, sólo así se explica la intensidad de cada roce, cada suspiro y cada gemido que compartimos durante esas horas que es reductor definir como mágicas.
Me quedo un buen rato escuchando su suave respiración mientras siento que me hace cosquillas en el pecho, donde su mejilla ha estado descansando desde que se durmió.
Me siento más feliz que nunca en mi vida, o tal vez fue aquella noche cuando, bajo los aspersores de mi jardín, la oí admitir -Seni çok seviyorum, te quiero tanto-.
Ahora, sólo con volver a escuchar esas palabras de ella me sentiría más extasiado que ahora, después de amarla con todo mi ser.
Se mueve lentamente, levanta la cara y abre los ojos mirándome fijamente a los míos y luego me regala una sonrisa de dulzura infinita, de esas que siempre me han hecho perder la cabeza, que la hacen ver más bella que nunca y que esta mañana tiene un aura de misterio que nunca antes había tenido, es la de una mujer que ha sido amada en todos los sentidos por su hombre.
Inclino la cabeza para encontrarme con sus labios - Günaydın tatlım buenos días cariño -.
Vuelve a recostar su cabeza en mi pecho suspirando -Günaydın-.

Un silencio inusual pero relajado se produce entre nosotros mientras acaricio su espalda en pequeños círculos y luego juego con los mechones de su hermoso cabello, entrelazando mis dedos en ellos y dejándolos caer lentamente.

- ¿Tienes idea de cómo me siento ahora mismo Sanem?

-Tal vez sí, probablemente por lo que siento, responde ella con voz soñadora.

- Sabes que no es algo habitual que compartamos esta noche, ¿verdad? -

-No tengo términos de comparación, pero fue algo increíble, eso es seguro.

- Sanem...-

Levanta la cabeza de mi pecho para sentarse frente a mí, con el pelo cayéndole por la espalda desnuda y la sábana colgada sobre el pecho, de repente tiene una expresión seria que me asusta por lo que puede significar.

- Escucha Can, los dos sabemos que tenemos que hablar tamam... Supongo que no hay tiempo suficiente para eso ahora, ya que tenemos que estar en el set pronto.
Reconozco que necesito un tiempo para reflexionar y saber cómo me hace sentir todo esto.
Lo que ocurrió fue maravilloso, pero repentino y completamente nuevo para mí.
¿Puedes darme un poco de espacio para procesar y ver a dónde puede llevar esto? -

Inhalo profundamente antes de hablar, debo admitir que me esperaba lo peor por su expresión seria.
Soy consciente de que ha llegado el momento de poner de mi parte, de demostrarle que he cambiado, que ella me ha cambiado y que ahora soy más maduro y consciente.

El viaje del albatrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora