Capitulo 8 Rival.

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Bulma abrió los ojos sorprendida, no entendía la actitud de Vegeta, era como si se tratara de otro hombre. El estaba parado esperando a su contraparte y a su hijo listo para irse con ellos de vacaciones, como si fueran una familia feliz, no sabía que pensar, era como una pesadilla y un milagro a la vez, antes pensaba que conocía a Vegeta a la perfección.
Los recuerdos la golpearon no podía olvidar su retorcida risa, el miserable disfrutaba matando, disfrutaba ver sufrir a los inocentes al igual que sus sádicos soldados, sentía una opresión en su pecho, cerró los ojos con fuerza y comenzó a llorar amargamente
—¿Por qué soy la esposa de ese monustruo? ¿Qué pecado cometí para merecer esto? —dijo con una gran impotencia.

Bulma abrió los ojos.

—Lo desconozco, me niego a aceptar que sea el mismo hombre, si fuera el mismo mi yo no lo amaría, ella lo odiaria como yo lo odio —decía mientras se limpiaba las lágrimas, no entendía como Vegeta podía odiarla y amarla al mismo tiempo, como existían dos hombres iguales y diferentes a la vez, el sayayin era impredecible, un libro incomprensible e imposible de leer, era un mounstruo con sus enemigos, pero con su familia era otro hombre, le costaba admitir que en el fondo le agradaba esa versión de su enemigo, aunque físicamente no había diferencias entre el y su contraparte, eran idénticos a pesar de que uno era mayor que otro, solo los diferenciaba por los trajes que llevaban puestos, eran muy similares pero no iguales, nisiquiera por sus gestos ni por la manera de mirar, el sayayin tenía la misma mirada fría, mirada que hacía temblar hasta el más valiente.

Bulma camino hacia su balcón, la curiosidad comenzó a invadirla, quería saber que había debajo de su fachada de hombre malo, no podía dejar de pensar en su otro yo.. ¿Qué fue lo que vio en él?.. Definitivamente tenía que tener algo encantador para tener cautivada a su versión futura, al grado de olvidarse por completo de su primer amor Yamcha, eso era un raro misterio, no conocía los detalles de su futuro, no tenía idea de por qué había terminado con su novio de la infancia, tampoco entendía cómo se suponía que se desarrollarían las cosas entre ellos, pero algo si era seguro, no se convertiría en su mujer, no tendría un hijo, ni dejaría que la tocará otra vez, jamás le perdonaría el infierno que la hizo vivir.

—¿Cómo es que estamos juntos Vegeta?—dijo Bulma en voz alta, todavía no lo asimilaba, ¿Como lo imposible era posible en esta dimensión?.. Vegeta tenía sentimientos por ella, una idea se le cruzó por la cabeza, tenía la curiosidad de saber que clase de sentimientos tenía el principe por ella ¿Eran egoístas o verdaderos? quería probarlo, se preguntaba como podría hacerlo sufrir.

—¿Sufriría si me viera con otro hombre? —pensaba mientras miraba el cielo estrellado.

Una semana después ellos regresaron de sus vacaciones, Bulma noto la ausencia de su contraparte, de inmediato le pregunto a su hijo del futuro, con una cara de disgusto les comunico que la versión pasada de su madre salía mucho con Yamcha.

—¿Qué? ¡Eso no voy a permitirlo!— dijo Bulma enojada.

Trate de impedirlo pero no pude, no puedo darle órdenes a mi madre- respondió Trunks.

Vegeta trato de tranquilizarse, quería estrangular a Yamcha, no se quedaría con los brazos cruzados, iría a buscarlo.

—¿Sabes con qué intenciones vino Yamcha? —Preguntó Bulma.

—No lo sé —dijo Trunks alzando los hombros.

Unas horas más tarde Bulma regreso a casa, cuando Vegeta noto su presencia salió volando hacia Yamcha, podía sentir su energía, segundos después noto como su poder disminuía hasta hacerse inexistente, el sayayin estaba flotando enmedio de una ciudad.

—Sal de ahí maldito cobarde —rugió Vegeta.

Yamcha salió y voló hacia Vegeta.

—¿Qué quieres Vegeta? —Preguntó Yamcha.

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