Capítulo 5 Odio.

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Vegeta estaba acostado en el suelo, miraba el techo oscuro, pensando, seguramente el tirano de Freezer estaría furioso, trataba de pensar que le diría para justificar su ausencia no pensaba decirle la verdad, claro era patético y vergonzoso decir que una débil mujer lo sometió, sería el hazme reír de todos los soldados de la base, nadie volvería a tratarlo con respeto de eso estaba seguro.

El sayayin se levantó y comenzó a caminar en círculos moviendo su cola, el aburrimiento lo estaba matando, sentía que en cualquier momento se volvería loco, trataba de mantener la poca cordura que le quedaba ocupando su mente, quería tener a la mujer en sus manos, imaginaba las cosas que le haría antes de matarla, era evidente que no le daría una muerte rápida, tenía que pagar, de ninguna manera pensaba ser misericordioso, derrepente comenzó a salir humo de los ductos de ventilación.

Vegeta cayó de rodillas, poco a poco perdió la movilidad, ella le retiró su collar para darle mantenimiento y asegurarse que funcionará bien, podía sentir como ella rozaba su piel con sus suaves manos, la tenía tan cerca, podía olerla, ella comenzó a limpiar su cuello con delicadeza, el sayayin no se había dado cuenta que tener tanto tiempo el collar de hierro le causaba algunas heridas en el cuello, Bulma podía sentir la mirada penetrante de Vegeta, él la observaba con desconfianza.

No te haré nada- dijo Bulma con una voz tranquila.

Por una extraña razón, que él guerrero no comprendía, confiaba en sus palabras, como tenía tiempo de sobra, se dedicó a estudiarla, y llegó a la conclusión, que aunque estubiera muy enojada y lo amenazara con quitarle la inmortalidad, algo en su interior le decía que después, no sería capaz de hacerle daño, la mujer tenía muy arraigados sus sentimientos, aún no estaba totalmente corrompida por el odio, es por eso que en vez de dejarlo así, se tomaba la molestia de limpiar sus heridas, podía oler el alcohol y su sangre.

Hay Vegeta, por qué tienes que ser tan malvado- susurró Bulma, mientras vendaba su cuello.

Voy a dejarte unas cosas de huso personal- dijo Bulma. El corazón de Vegeta comenzó a acelerarse, no comprendía por qué se sentía tan nervioso, estaba demasiado cerca, él sayayin tenía todos sus sentidos muy afinados, no solo podía percibir el olor de su sangre, también su perfume, y detrás de él su deliciosa esencia, el olor de su boca era a menta fresca, jamás vio unos dientes tan blancos, tenía sus mejillas rosadas, una mirada de ángel, una piel de porcelana blanca, también percibía el olor a fresas de su cabello, comenzó a maldecirse a sí mismo, deseaba tenerla, deseaba besarla, la maldita mujer era endemoniadamente deceable y hermosa.

Saca esas estupideces de tu mente, ella es tu enemigo, en vez de pensar en tenerla, piensa en como destruirla- dijo en su mente.

Bulma le coloco el collar de hierro, después le inyectó el antidoto, al instante se alejo del sayayin.

Vegeta recuperó su movilidad con rapidez, y luego se puso de pie frente a Bulma, no le quitaba la mirada de encima.

Bulma sintió la mirada pesada de Vegeta, enseguida le dio la espalda.

Mírame a la cara humana- ordenó Vegeta.

¿Qué quieres Vegeta?- Pregunto Bulma.

¿Qué tratas de hacer? ¿Por qué te tomaste la molestia de limpiar mis heridas?- Preguntó Vegeta.

A diferencia de ti, yo no soy un mounstruo- respondió.

Dejémonos de estupideces, y hablemos claro, tu me odias y si tuvieras la oportunidad me asesinarias maldita bruja hipócrita- Vegeta comenzó a reír- Mis planes no han cambiado, te juro que cuando tenga la oportunidad te mataré de la peor manera, así como mate a todos, estúpida zorra.

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