Capítulo 9 Artificio.

185 32 26
                                    

Despues de pensar mucho llegó a la conclusión de que sería absurdo reparar lo irreparable, era ilógico nadie en susano juicio perdonaría al ser que destruyó su mundo. Era como si Frezzer le pidiera perdón, la entendía perfectamente, entendía su rabia y su rencor.

No había vuelta atrás, no cambiaría sus planes, Bulma seguía siendo su enemiga, todavía estaba enojado con ella, todavía quería destruirla, su orgullo estaba completamente hecho pedazos. La mujer lo había ridiculizado, desafiado y le había bajado los humos, había domado a la bestia de su interior en otra línea de tiempo, estaba claro que ella era la peor amenaza con la que se había topado.

El sayayin sabía dónde estaba Bulma, no era ningún estúpido, ahora iría sin importarle las amenazas de su hijo, si de verdad era un puro de corazón se encargaría de manejarlo. Mirando al pasado recordó que había seres que por más débiles o poderosos que fueran tenían convicción de hierro así como la tenía Trunks, nada los amedrentaba, la manera en que el los destruyó era por medio de la manipulación y del engaño, era obvio que el sentimentalismo nublaba el discernimiento.

Vegeta comenzó a reír, recordando cómo manipuló a unos inocentes aldeanos convenciendolos de que no era malvado, que Frezzer lo estaba obligando a cometer asesinatos masivos, que por su propio bien y la de sus seres queridos les dijera donde estaba la cueva de diamantes escarlata, prometió que los dejaría escapar del planeta con sus familias. Tuvo que engañarlos ya que ellos estaban dispuestos a morir y llevarse el secreto a la tumba, no estaba dispuesto a fracasar en su misión. Cómo era de esperar ellos le creyeron, confiaron en su palabra, una vez que supo dónde estaba situada la cueva, los aniquiló sin piedad a todos como un salvaje sin pena ni remordimientos. Esa sería la forma en la que engañaría a su inocente hijo.

********

Bulma salió de su casa, vio a Vegeta parado en el patio de su casa con los brazos cruzados.

-¡Vegeta!-Susurró Bulma.

Cuando Vegeta volteó, los ojos de Bulma se ampliaron sorprendidos, el traje que usaba era diferente, estaba segura que era la versión malvada del sayayin.

El sayayin más joven observo a Bulma con atención, ella se veía radiante, tenía puesto un vestido muy sensual, y llevaba un perfume fresco que podía percibir a pesar de estar a una distancia considerable de ella.

Bulma sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo, ese hombre era el que trataba de asesinarla, trato de tranquilizarse, no podía huir, conocía su velocidad, aunque estuviera a una gran distancia podría atraparla en cuestión de segundos.

Vegeta apareció frente a Bulma, todo en un abrir y cerrar de ojos, ella no se movió ni intento escapar, estaba paralizada del miedo.

-Tu cabello es más corto-dijo el sayayin mirándola con atención, si no se equivocaba ella era la mujer que lo esclavizo.

-Vegeta no dejará que me hagas daño- dijo Bulma retrocediendo unos pasos.

-Vaya pensé que eras inteligente, pero ahora me doy cuenta de cuánto, esto no me lo esperaba, has manipulado a mi versión futura para que te defienda pese a todo- dijo Vegeta con rabia.

-¡Yo no lo manipule!- contestó indignada.

-Piensas que puedes ponerme encontrá de mi mismo, esto no durará siempre, cuando todo vuelva a la normalidad, te destruiré, escuchaste perra te voy a MATAR- dijo Vegeta mostrándole sus dientes cuál animal salvaje.

-No puedes darte cuenta que yo no soy a quién buscas- respondió Bulma.

Vegeta comenzó a reír -Ví a lo lejos a tu contraparte, tratas de verte igual que ella para confundirme, ¿Crees que por qué te cortaste el cabello no te voy a reconocer perra?- preguntó.

ContrapartesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora