Domingo. 21:25. La llovizna parece que seguirá en la noche y servirá para que la ropa no se termine de secar y haga germinar la milpa de las parcelas vecinas.
Como siempre, procuro estar a media luz, para que todo quede ilustrado como película de Woody Allen o de algún productor o director que refleje nostalgia. ¿Lynch? ¿Chris Marker? Que voy a saber de cine. Quito mis botas mojadas por el pasto, lavo mis manos y me alisto para dormir.
Mientras voy desabotonando mi camisa, empiezo a planear el día laboral de mañana, estando más que seguro que las circunstancias pueden cambiar y surgirá algo inesperado. ¿Por qué no termina de salir el vello en el pecho y solo salen dos o tres vellosidades? En el fondo, suena la lista de canciones que hice previa al día cero y que al momento de terminar de quitarme la camisa roja cuadriculada que me regaló mi hermano, suena la canción que nunca debí de dedicar. "Lago en el cielo, quiero ser suave para evitar tu dureza..."
Siguen los jeans desgarrados. Uno, dos, tres, cuatro botones. Llenos de tierra húmeda por debajo de las rodillas, los sacudo y al levantarme veo en el librero las únicas dos postales que me han regalado. Una de Frida, y otra de Veracruz. Las que me regalaste. Y sigue Cerati de fondo. Pienso que debería de dar una respuesta a lo que (ya) sé que pasó y que hice de forma inconsciente. Y de cierta forma lo sigo haciendo. Aunque, realmente no es, ni fue, ni será mi intención. Pienso en cambiar la canción para dejar de pensar en ti, pero si nos ponemos bíblicos y aplicamos esa máxima que estableció Pilato (lo escrito, escrito está) aplica también en la música que compartes y dedicas. Se graban en la memoria.
Los calcetines. Primero el derecho y luego el izquierdo. No soy de esas personas que duermen con calcetines, ni duermen con un pie destapado y fuera de la cama mientras que el otro está perfectamente cobijado y centrado en el colchón. Creo que, después de mi acné, los pies es lo que menos me agrada. Uñas irregulares, vellosidad comparable con un lobo hombre (en París o en Guanatos, donde sea) y caminado distancias tanto para conocer y pasar momentos que se quedan grabados en mi mente de forma eterna, tanto de forma agradable como para olvidar (sin éxito, claro). Colomos, por ejemplo, y el día tan agradable que culminó en un momento para cerrar de forma emocional y pasar a lo siguiente, o aquellas cafeterías y restaurantes que frecuentábamos y esperaba que llegaras (ingenuidad o estupidez, llamenle como quieran.
Estando casi en desnudez, me veo a detalle (cosa no muy común en un servidor) mientras otro miembro de la Santísima Trinidad del rock argentino toca una guitarra y canta. "Si no canto lo que siento me voy a morir por dentro...". Y las inseguridades que en el pasado tenía, salen a flote; algunas, sobre ese acné que aún sale en mi rostro (que nunca ha sido tan agraciado como el de mis amistades), otras, sobre lo que ahora es un estómago con una sandía como relleno donde alguna vez hubo una persona tan delgada que pasaba con más pena que gloria. La disparidad de la presencia del vello corporal, y el tono de mi voz, además de mi (casi eterna) intolerancia a que me toquen. Y ya no entro a ese plano sexual, del que todos parecen ser expertos y hablan o escriben a diestra y siniestra.
Increíble es que esas inseguridades sigan; unas se quedan y otras se van, nunca son las mismas, pero existen. Inseguridades que, me han orillado a no vivir lo que quisiera, a no disfrutar como hubiera querido, a compararme a más no poder, y a resignarme y seguir con la vida como venga.
Solo tomo la pijama y la visto. Hay un grillo en el clóset, que acompañan al que suena en la canción de Spinetta. Hay miles de cosas de las cuales reflexionar antes de cumplir 25. Hay cosas que quisiera hacer, personas con las cuales acostarme, besar, beber, bailar, charlar, caminar, correr, viajar (quizás esta no tanto, pero hay que completar la idea)... Disfrutar.
Te vi entre las luces. Solo entre las luces. Tanto que decir, y solo pienso en escribir "no sé cómo ser suficiente para ti, o para las y los demás. Descansa".
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De las ideas pendejas y mas cosas contemporáneas
RandomIdea pendeja: concepto creado para definir la expresión de sentimientos en escenarios "inapropiados", a partir de lo que dicta la moral en turno. La expresión del último año a partir de cartas sueltas, correos electrónicos, monólogos, ideas, y una q...