De las ideas pendejas y mas cosas contemporáneas

En los textos que te escribo.

Mientras las gotas del agua resbalaban sobre mi cabeza, consecuencia de la ducha, pensaba en que los textos que escribo ya no son relevantes, si es que alguna vez lo fueron. Ya no eran llamativos, o caían en lo mismo: un amor que no fue y que corrió la misma suerte que todos los platónicos que he tenido a lo largo de la vida; quiero decir en el distanciamiento y en un triunfo en la vida de la persona a la cual confieso ese sentimiento. Pasó con esas personas que en mis tiempos de bachiller amé y hoy están casadas, o con una vida profesional próspera.

Claramente no puedo decir que estoy donde mismo, porque no me considero estancado más que en un aspecto emocional. Caigo en ese vicio de escribir las líneas que (quién sabe si lees aún) pero que confesabas que te dolían y que había ocasionado que ya no fuera tu lugar seguro. Donde me es más fácil escribir en estos textos que te extraño que simplemente escribirte en privado y sentir el nudo en el estómago por no tener respuesta. "De la ausencia y de ti" suena mientras sigo reflexivo abajo del agua y el vapor se apodera del pequeño cuarto de ducha; leí que obtuviste una beca y que te ibas al sur, donde te gusta estar con las personas que quieres. Tu segundo hogar, vaya. Leí que han sido días complejos, algunos buenos y otros catalogados con ese "meh" que te define.

Leí que Zamba te extrañó cuando viajaste por el México que vas descubriendo y que tanto te encanta y los memes que, sinceramente no entiendo, pero son infaltables en mi timeline. Entre esas modernidades y las postales que están en el librero con una caligrafía casi perfecta la canción de Silvio empieza a tomar otra tonalidad. Alrededor de mi se torna en blanco y negro, el foco se fundió y me mantengo en el chorro del agua a oscuras. Entre la ausencia y tu desapego, no puedo decir que estoy yo. Me encuentro en otro rubro. En una congeladora imaginaria donde procuro estar entero. Estar vivo.

Por si en esa ausencia apareces tú.