De las ideas pendejas y mas cosas contemporáneas

Comparaciones (personales)

Escribí sobre las comparaciones en un "plano" más social, justamente porque es un defecto que tengo. Me comparo fácilmente con las personas que me rodean, no tanto por lo que tienen en lo material, sino en lo que comparten con los otros o en las experiencias que tienen.

Y ya he escrito en otros lados sobre esto mismo. Admito que soy un adicto a compararme con los demás. A sabotearme con esto cada que siento que estoy "bien" (si es que ese estado existe) y empezar a tener esa misma añoranza de situaciones o experiencias que nunca he tenido, y que, siendo muy renuente en esto de las comparaciones, nunca tendré hasta que deje de hacer esto. Y curiosamente siempre he sido muy observador en todo lo que pasa alrededor; las modas que existen (aunque no haya un acercamiento más allá de saber de la existencia de tal o cual tendencia, músico, película o reto viral), las formas de relaciones personales entre propios y extraños, y hasta los temas más absurdos (desde mi óptica) por los que hacen de Twitter un campo de guerra.

Las comparaciones me provocan frustraciones. Pequeñas, pero están ahí. Frustraciones que comparto con personas muy cercanas y que no trascienden más allá de un "ya llegará tu momento". Por más que trate de ejemplificar con "el escenario del adulto mayor que siente desesperación al intentar manipular un teléfono inteligente ", no se entenderá a profundidad el cómo es estar fuera de lo que poco a poco se está convirtiendo en una normalidad (independientemente de lo que digan las autoridades de la "nueva normalidad").

La curiosidad, la "espinita", la indagación, una necedad, llamenle como quieran, pero el estar fuera de esa "novedad" que mis círculos sociales han ido compartiendo, frecuentando (quizá) y manteniéndolos en un estado de bienestar (a pesar de las limitantes económicas que pudieran tener) durante prácticamente toda mi vida me mantiene en lo que pudiera describir (no sé si de forma correcta) como una clase de rezago. Y estar fuera durante mucho tiempo, no estar dentro de un tema de conversación cada vez más común, presentándome como un ente ajeno a todas esas temáticas, me colocan en un papel de "inadaptado". Una persona que poco o nada puede compartir más que su tristeza.

Y, han sido poco más de 10 años estando fuera de todo esto. Como un fracasado. Como un inadaptado. Como los "no aptos" de Gattaca.