capitulo 7

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El camino hacia la entrevista lo hicimos en silencio, el no volvió a pronunciar palabra y yo no quería hablarle, puesto que me habían advertido que no lo hiciese.

Al cabo de unos 25 minutos llegamos al edificio de la estación de radio, me dijo que me podía ir y que el encontraría como regresar pero algo en mi interior me decía que debía permanecer ahí, yo seguía sin beber mi café y ahora me estaba dando hambre, casi al medio día, el salió y yo le abrí la puerta, el me miró fijamente antes de entrar y subió sin más, cerré la puerta y subí al auto, la siguiente parada era ir a un evento rápido en donde duraría media hora y lo estaban esperando, estaba cerca de ahí así que conduje una vez más en silencio, y así fue el resto de mi día, conducir a diferentes lugares en silencio, el no volvió a dirigirme la palabra, en ocasiones lo escuchaba hablar por teléfono, reía un poco sin embargo era una sonrisa diferente a la que me había dedicado al salir de la oficina, o cuando recién nos conocimos esa mañana. Al final del día lo regresé a su casa, me agradeció y salió del auto sin más. Suspiré pues estar todo el día sentada en el asiento de un coche era bastante incómodo y cansado, solo quería llegar a casa para descansar, tomar una ducha y pedir comida a domicilio, tal vez unos tallarines verdes y una copa de vino.

Los siguientes días seguimos con la misma rutina, él no hablaba conmigo salvo para preguntarme la hora o que lo llevara a tal lugar que no estaba dentro de la agenda, como le prometí, le entregué su maravillosa agenda, pero al cabo de unos días me la regresó, dijo que además de chofer necesitaba un asistente, yo me pregunté porque su manager no hacia eso y él me dijo que por qué tenía cosas privadas que solo él conocía, lugares y personas que ver, no como celebridad, sino como su verdadero ser. Este chico me parecía más y más extraño cada vez.

Cierta mañana con mi usual uniforme y mi monótono día laboral, lo lleve al centro comercial, una vez ahí me dijo que por favor no me quitara ni el gorro ni las gafas y mucho menos el cubre bocas, pues solo quería que lo acompañara para tener alguna opinión externa en lo que sea que fuese a comprar, entramos en una joyería y comenzó a ver brazaletes y collares, yo me pasee despacio por aquellos estantes llenos de joyas que sabía que jamás podría costear y fue cuando los vi, los pendientes más hermosos que jamás haya encontrado, su tono en cristal rosa y azul me parecían de lo más extravagante y fuera de lo común, eran largos con pequeños cristales colgando uno tras otro, me imagine a mí misma usándolos en algún evento formal, como si fuese yo la que era famosa, pero pronto mi sueño se deshizo al ver el precio.

-vaya- dije en voz alta casi incrédula. Ji Yong me miró y se acercó a mí para fijar la vista en los mismos pendientes que yo no dejaba de admirar. No dijo nada y simplemente se retiró de ahí, su cercanía me puso nerviosa, su perfume era extremadamente delicioso, te provocaba, y la manera en que él venía vestido particularmente este día, lo hacía ver como un galán de telenovela, era atractivo. Sus pantalones de vestir color negro, su calzado italiano y su camisa lisa, lo hacían lucir bastante, bastante atractivo, y sé que ya lo mencioné, pero debieron haberlo visto, la sensación de estar junto a él me provoco extraños revoloteos en mi estómago. No supe por qué razón, sin embargo y contra todo protocolo que hasta ese día había cumplido, me acerqué a el de nuevo, ansiosa por oler su perfume de nuevo y pregunté curiosa y animadamente.

- ¿vas a comprar algo? - dije mirándolo fijamente. El me miró sorprendido y fue cuando caí en cuenta que no le dije "señor" no le me dirigí a el de manera formal y sabía que probablemente me metería en algún problema. 

The Driver GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora