capitulo 23

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- Viniste- volvió a decir dos minutos mas tarde

- Vine porque me llamaste, obviamente vendría- dije cortante tratando e controlar el acelerador en mi pie, pues sabia que con un poco mas podríamos alcanzar una gran velocidad a la cual no estaba acostumbrada, y ni hablar de mi estado de ebriedad. Aun sentía mareada por todo y veía un poco borroso.

- No.... En verdad viniste – dijo arrastrandod e nuevo las palabras y llevando una de sus manos a mi rostro tocándome

- Tranqulizate, ya casi llegamos- dije moviendo mi cabeza soltandome de aquel roce, el cual me habia hecho enrojecer un poco.

- Me gustas Dalia, me gustas mucho, quiero que seas mia. Solo mia, no quiero compartirte con ningún estúpido Philip – le esuche decir mientras volvi a tocar mi rostro. Me quedé helada, sin saber que responder a eso.

Mi jefe había confesado un amor por mí que yo pensaba que solo era mi imaginación. Era irreal. No. No podía ser, había escuchado mal, sin embargo, mi corazón se aceleró a tal grado que sentí que se podía escuchar los latidos. De pronto el bajó su mano hasta encontrarla con la mía, y sin saber por qué, me dejé. Enlazo su mano con la mía, acercándose a besar mi mejilla, y aunque sabía que estaba mal, no lo detuve.

Comenzó a llover, y disminuí la velocidad, Ji Yong encendió el estéreo y comenzó a tararear una de las canciones que salieron, yo no la reconocí pero la estaba disfrutando, luego soltó mi mano para sacar un cigarrillo y bajar la ventanilla, lo encendió y se fue fumando el resto del trayecto, la lluvia entraba de a poco por el espacio abierto de la ventanilla, lo estaba mojando, pero a él parecía no importarle, pronto volvió a tomar mi mano, entrelazando nuestros dedos. Me ruboricé, y volvi a sentir mi corazón latir con gran fuerza. No podía creerlo.

- Te ves hermosa hoy- dijo mirándome fijamente desde mi cabeza hasta mis piernas, dejando un poco ahí su mirada.

Al llegar a casa, estacioné el auto en su cochera sin decir nada. Hice ademán de bajarme del auto, el me soltó la mano y asi lo hice. Vi como él abria a su vez, la puerta de su lado y bajaba volviendo a fijar su vista en mi.

- ¿vas a pasar? – dijo recargándose en su auto.

Lo miré fijamente, una sonrisa automática cruzo mi rostro. Claro que quería pasar! Pero no debía, aun asi... me acerqué a él, vi que llevaba las llaves en la mano, asi que me acerque a tomarlas, aprovechando para acercarme demasiado a su rostro y susurrando en su oído:

- Si señor- luego me alejé un poco de él, notando como a el se le erizaban los vellos de la nuca y el brazo. Me volví para caminar dentro del edificio y él me jalo acercándome hacia si mismo, besando mis labios. 

The Driver GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora