Capitulo 5

74 5 0
                                    


Desperté muy temprano en la mañana, no sabía porque razón me sentía tan nerviosa, tome una ducha y me vestí, desayune un plato de yogurt con avena y fresas y Salí rápidamente hacia la empresa, todavía estaba oscuro, ni siquiera había salido el sol, una de las chicas me estaba esperando para darme instrucciones precisas de lo que debía hacer, me dio la dirección exacta de... este chico y me sugirió no entablar conversación con él a menos que él la iniciase. Fuera de ello, todo lo demás estaba normal, tomé un café de la máquina expendedora mientras ella me indicaba todo aquello.

- Estas son las llaves, abajo encontraras el automóvil, a veces usarás una camioneta cerrada y habrá veces que uses su auto, solo cuando él te lo pida. - dijo apresurada, checando unos últimos papeles que llevaba en la mano

- Vaya, de verdad se toman muchas consideraciones con este chico, ¿no? – dije algo sarcástica, a tono de broma, pero ella simplemente me miró con seriedad.

- Él es la figura de mayor importancia que tenemos en la empresa, si algo no es de su agrado, estarás despedida ¿entendiste? – dijo cortante dando media vuelta y caminando de nuevo hacia el interior del edificio, dejándome ahí, sin más que decir.

Miré mi reloj de mano, eran las 5:45 am y tenía que recogerlo a las 6 am. Así que me subí al auto lo encendí, y me dirigí hacia la dirección que señalaba en GPS.

Minutos después entre a una residencia la cual se me hizo normal, excepto que bueno, tenia de todo, incluso una pequeña cafetería, wow, así ha de ser la vida de millonarios... todo estaba de un color caqui con verde soldado, era demasiado monótono y me hizo pensar en aquellos complejos de seguridad que debían tener las prisiones

Me detuve en el último edificio y estacione el auto en la cochera que había ahí, donde decía claramente "visitas", bajé del auto y me acerque a la puerta, estaba nerviosa, no sabía que tenía que hacer exactamente, al estar en la puerta, busque su apellido en el pequeño conmutador que había y presioné el botón.

La pequeña pantalla que estaba junto al conmutador se encendió y apareció una señora la cual me pregunto que necesitaba.

- El auto del señor kwon ha llegado- dije, ahora bastante nerviosa, incluso mi voz tembló un poco al decirlo.

- Ya baja- dijo y con esto la pantalla volvió a apagarse. Mire rápidamente a ambos lados de mi desconcertada.

- Ok... - respondí a nadie suspirando y volviendo al auto. Justo estaba por tomar mi café de nuevo del portavasos cuando lo vi venir hacia mí, vestía totalmente de negro, a excepción de sus zapatos, llevaba tenis rojos y amarillos, parecía que los habia pintado o algo así. Me parecio algo divertido, también llevaba una gorra de béisbol en sus manos, en cuanto me vio se la colocó acomodando su cabello antes de hacer esto. Al llegar a mí, me sonrió levemente.

- Nos volvemos a encontrar. Espera ¿tú serás mi chofer? – me cuestionó haciendo una mueca levantando su ceja, parecía estar enfadado o algo con el hecho de tenerme aquí.

- Buen día. Sí, soy... - comencé, pero él me interrumpió-

- La agenda. – dijo extendiéndome su mano, me había parecido bastante grosero, sin embargo, seguía sonriéndome levemente y aquel gesto me tenía lago hipnotizada.Desperté muy temprano en la mañana, no sabía porque razón me sentía tan nerviosa, tome una ducha y me vestí, desayune un plato de yogurt con avena y fresas y Salí rápidamente hacia la empresa, todavía estaba oscuro, ni siquiera había salido el sol, una de las chicas me estaba esperando para darme instrucciones precisas de lo que debía hacer, me dio la dirección exacta de... este chico y me sugirió no entablar conversación con él a menos que él la iniciase. Fuera de ello, todo lo demás estaba normal, tomé un café de la máquina expendedora mientras ella me indicaba todo aquello.

- Estas son las llaves, abajo encontraras el automóvil, a veces usarás una camioneta cerrada y habrá veces que uses su auto, solo cuando él te lo pida. - dijo apresurada, checando unos últimos papeles que llevaba en la mano

- Vaya, de verdad se toman muchas consideraciones con este chico, ¿no? – dije algo sarcástica, a tono de broma, pero ella simplemente me miró con seriedad.

- Él es la figura de mayor importancia que tenemos en la empresa, si algo no es de su agrado, estarás despedida ¿entendiste? – dijo cortante dando media vuelta y caminando de nuevo hacia el interior del edificio, dejándome ahí, sin más que decir.

Miré mi reloj de mano, eran las 5:45 am y tenía que recogerlo a las 6 am. Así que me subí al auto lo encendí, y me dirigí hacia la dirección que señalaba en GPS.

Minutos después entre a una residencia la cual se me hizo normal, excepto que bueno, tenia de todo, incluso una pequeña cafetería, wow, así ha de ser la vida de millonarios... todo estaba de un color caqui con verde soldado, era demasiado monótono y me hizo pensar en aquellos complejos de seguridad que debían tener las prisiones

Me detuve en el último edificio y estacione el auto en la cochera que había ahí, donde decía claramente "visitas", bajé del auto y me acerque a la puerta, estaba nerviosa, no sabía que tenía que hacer exactamente, al estar en la puerta, busque su apellido en el pequeño conmutador que había y presioné el botón.

La pequeña pantalla que estaba junto al conmutador se encendió y apareció una señora la cual me pregunto que necesitaba.

- El auto del señor kwon ha llegado- dije, ahora bastante nerviosa, incluso mi voz tembló un poco al decirlo.

- Ya baja- dijo y con esto la pantalla volvió a apagarse. Mire rápidamente a ambos lados de mi desconcertada.

- Ok... - respondí a nadie suspirando y volviendo al auto. Justo estaba por tomar mi café de nuevo del portavasos cuando lo vi venir hacia mí, vestía totalmente de negro, a excepción de sus zapatos, llevaba tenis rojos y amarillos, parecía que los habia pintado o algo así. Me parecio algo divertido, también llevaba una gorra de béisbol en sus manos, en cuanto me vio se la colocó acomodando su cabello antes de hacer esto. Al llegar a mí, me sonrió levemente.

- Nos volvemos a encontrar. Espera ¿tú serás mi chofer? – me cuestionó haciendo una mueca levantando su ceja, parecía estar enfadado o algo con el hecho de tenerme aquí.

- Buen día. Sí, soy... - comencé, pero él me interrumpió-

- La agenda. – dijo extendiéndome su mano, me había parecido bastante grosero, sin embargo, seguía sonriéndome levemente y aquel gesto me tenía lago hipnotizada. 

The Driver GirlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora