꒰🌷꒱₊ Chica promiscua, me estás coqueteando【 Diluc x Kaeya 】‧⁺◌༘

cap 6

Xiao caminaba de manera presurosa por los pasillos de la institución junto a Hu tao, en dirección hacia la enfermería.
La pelinegra a su lado iba con una expresión seria en el rostro, poco frecuente de ver en ella. Cada tanto, sus ojos rojizos se desviában con preocupación hacia el flacucho peliverde de mechas más oscuras.

Sin embargo, el estudiante mantenía la mirada hacia adelante, algo absorto de hacia donde se dirigía. Al llegar, apenas se dió cuenta de que habían finalizado el recorrido, y si no hubiera sido porque la chica lo sostuvo por un extremo de la camisa, hubiera seguido de largo.
Se sobresaltó levemente cuando lo tocó, pero enseguida se dió cuenta y le agradeció en un murmullo bajo por su acción.

La puerta de la enfermería estába entreabierta, y en cuanto la atravesaron para asomarse a su interior, una joven rubia de bonitos ojos azules les dedicó una sonrisa.

— Buenos días chicos, ¿Puedo ayudarles con algo?

La dulce voz de Bárbara, sentada tras el escritorio donde supuestamente debería haber un personal de salud de la institución, los tomó por sorpresa completamente.
El par intercambió una mirada de desconcertación entre sí. No la conocían más que de nombre, y muy por encima. Con suerte, apenas la habían visto alguna vez durante el recreo desde lo lejos.

Hu Tao se decidió a hablar primero.

— Oh, eh, sí.. Veníamos a ver que tal se encuentra Venti.. Escuchamos que tuvo un accidente y queríamos ver cómo estába...

La de cabello rizado entrecerró los ojos mientras asentía, poniéndose de pie.

— ¡Ya veo, ya veo! Claro, está aquí mismo.

Se dirigió a pasos rápidos hasta una esquina de la espaciosa habitación, la cual contaba con tres camillas. Dos de ellas, libres y pulcramente ordenadas, mientras que la tercera estába cubierta con una delgada cortina de hospital.
Lentamente, la corrió hasta dejár a la vista a Venti.

Xiao sintió que se le revolvía el estómago cuando lo vió.

El pelinegro se encontraba dormido, con una expresión tranquila en el rostro y los labios entreabiertos de forma inexpresiva.
Su cabello, que siempre traía trenzado, ahora apenas mantenía la forma. Una de las coletas que usaba para sostenerlo se había desarmado por completo y deslizado hasta caer sobre su pecho, permitiéndole a un par de mechones caer sobre su rostro de forma desordenada.
Tenía la camisa arrugada, y la cabeza apoyada contra su hombro.
En su pie izquierdo, traía una bota ortopédica negra. No parecía molestarle para dormir.

En realidad, a Xiao le pareció que se veía realmente triste.

— Parece muerto-

Ante tal comentario por parte de la chica pelinegra de dos colitas, Bárbara atinó a mirarla con horror.

— ¡Por Dios, no digas cosas como esas! Solamente se torció el tobillo por una caída, y en el trascurso de un par de semanas a un mes estará recuperado por completo.

— Bueno, bueno, solo decía...

Suspiró, dejando que el silencio inundara el cuarto durante unos momentos.
Luego, en voz baja, la estudiante agregó;

— ¿Saben? Estoy en el club de música con él... Y, me alegro de que hayan venido a verlo.— Lo observó con dulzura, para luego fijarse en los dos chicos de Liyue con más detenimiento, para observar su reacción ante lo que estába por decir —Después de todo, en realidad es un chico.. Bastante solitario..

El de ojos amarillentos se quedó quieto en el lugar, con la mirada baja durante todo lo que llevaban del encuentro. Sin embargo, tras escuchar esas palabras por parte de la rubia, terminó por alzar la cabeza con genuino interés al respecto.