cap 10

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La débil luz de media mañana, que llegaba a traspasar dificultosamente a través de la persiana baja del apartamento molestó al pelirrojo de sobremanera, volviéndolo consciente de repente de cuanto le pesaban los ojos y lo adoloridos que tenía los músculos debido a la actividad de la noche anterior.
Se incorporó con dificultad, llevándose por inercia una mano a la cabeza para frotarsela, y acomodarse de paso un par de mechones sueltos que le molestaban en la cara.

El piso estaba frío bajo sus dedos, y aunque no recordaba exactamente como había terminado ahí, le reconfortó encontrar a Kaeya tirado a su lado, durmiendo boca abajo.

Las puntadas que le daba la cabeza, tenues en un principio, habían incrementado su intensidad de forma considerable. Se sentían casi como una especie de escozor.

¿Acaso.. había tomado?

Quiso descartar la opción automáticamente debido al desagrado que le causaba el tan solo considerarla, y aunque le resultaba prácticamente impensable, la molestia que tenía en la cabeza se lo impedía.

— Kae.

Musitó en voz baja, en un tono ronco y seco.
El joven de tez oscura que se encontraba desplomado a su lado no mostró señales de escucharlo.

— Kaeya..

Ya irritado por la espera, Diluc lo tomó por los hombros y comenzó a sacudirlo con violencia, volteándolo para obligarlo a que lo mirara.

– ¡Kaeya!

El pobre chico volvió en sí de repente, con su única pupila celeste dilatada por el susto que le había provocado despertar de aquella manera.

– ¡JooOoodEeeEer DiluUuuuc¡ Que casi me meo encima del susto, mi vida.. ¡¿Se puede saber qué mierda querés?!

Aliviado por la respuesta, el pelirrojo soltó un suspiro entre dientes, soltando su agarre. Rió levemente, divertido por la situación, y pasándose a su vez el dorso de una mano por la frente para limpiarse la transpiración que tenía.
Kaeya se percató de su acción enseguida, por lo que casi por inercia llevó una de las suyas también a la cara de su amigo en un intento de comprobar su temperatura. Mientras mantenía su palma extendida en una de las mejillas del pelirrojo, este se restregó cariñosamente contra ella, cerrando los ojos y acercándolo más a su cuello.
Como respuesta, el de parche sintió un cosquilleo caluroso recorrerle el cuerpo, a lo que retiró la mano enseguida del contacto con la pálida piel del chico con algo de nerviosismo.
A continuación, negó suavemente con la cabeza mientras chasqueaba la lengua en un sonido de desaprobación.

— Tenés fiebre, no hay duda. Eso te pasa por no estar acostumbrado a tomar..

Diluc lo observó unos segundos fijamente, como si no comprendiera del todo el significado de las palabras por el chico. Al no obtener respuesta, el de tez oscura puso su único ojo en blanco y continuó hablando.

— Probablemente, ahora mismo estás como una pobre ameba inconsciente de su propia existencia... Hahah, pobre boludo, dejame ir a buscar un paraceramol..

Sin embargo, mientras estiraba los brazos y se preparaba para levantarse de donde estaba acostado, Diluc lo derribó con violencia, situándose encima y dedicandole una sonrisa perturbada.

Kaeya..

Al escuchar su nombre ser pronunciado de tal forma, el de cabello azul liso soltó el aire que estaba reteniendo de repente, completamente exaltado.
Sintió las mejillas arderle como un infierno, y se mantuvo quieto, completamente tenso debajo del cuerpo del otro.

Diluc sostenía los hombros deo chico para que se mantuvieran pegados a ras del suelo con debilidad. Se notaba que no se encontraba en su mejor estado posible, y en realidad, con un poco de esfuerzo, Kaeya podría habérselo quitado de encima con facilidad.
La cosa era que ya no quería hacerlo.

꒰🌷꒱₊ Chica promiscua, me estás coqueteando【 Diluc x Kaeya 】‧⁺◌༘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora