꒰🌷꒱₊ Chica promiscua, me estás coqueteando【 Diluc x Kaeya 】‧⁺◌༘

cap 5

La repentina aparición de un potente trueno logró que se separaran de un salto, chocándose la frente a modo de consecuencia por la sorpresa debido a lo cerca que estaban uno del otro.
Ambos dieron un respingo debido al susto. El pelirrojo esperó un momento, y al cabo de unos segundos, lo separó de él.

Kaeya respiraba entrecortadamente, mitad por el susto de recién, mitad por la situación en sí.
Se miraron en silencio durante unos segundos, y sin explicación alguna, comenzaron a reír.

— E-estúpido..

El chico de cabello rojizo se limpió las lágrimas una última vez con la manga de la camisa, que a esas altura estaba completamente empapada debido a la cantidad de veces que la había utilizado durante ese rato. Realmente era un asco.

— Me pregunto si Bennett estará cerca o algo por el estilo...

Rieron nuevamente, y Kaeya le paso una mano cariñosamente por el pelo, alborotandoselo levemente y desarmándole la colita en la que lo tenía recogido. La tomó y en vez de dársela nuevamente, se la quedó él, colocándose la en la muñeca junto a la suya.
El chico se lo permitió temporalmente, y poniéndose de pie, abrió la ventana para mirar qué tal estaba el clima.

Observó que las nubes se movían a una velocidad bastante acelerada, que de hecho, dudó que fuera posible por unos cuantos segundos. ¿Acaso estaba soñando?
El chico con parche se acercó hasta él a pasos lentos, como si temiera volver a sobresaltarlo o a tomarlo por sorpresa y que como resultado terminara con un tercer golpe esa semana.
El cielo se había comenzado a nublar raudamente, haciendo que aquel mediodía pareciera más bien una especie de anochecer.

Al cabo de unos pocos minutos más, en los que ambos se quedaron callados, comenzó a llover.
Diluc extendió el brazo para comprobar la densidad de la lluvia. Si era demasiado fuerte, esperaría a que pasara antes de volver a su casa.

Sin embargo, para su sorpresa, cuando estaba a punto de realizar la acción, distinguió las inconfundibles figuras de compañeros de su curso caminar por la vereda de en frente, tapándose de la lluvia con sus bolsos y mochilas.
En la cabeza del grupo, iba el peliblanco de ojos verdes y múltiples heridas tapadas vagamente con curitas en el cuerpo.

— ¡Bennett, es la última vez que vuelvo con vos a casa!

Mona, aparentemente enfadadísima, iba tras él a pasos apresurados, cada tanto frenando en el lugar para escurrirse la corbata y la camisa, de las cuales salían chorros de agua que indicaban que ya tenía el uniforme completamente empapado.
Era como si específicamente en ese sector estuviera lloviendo aún con más intensidad.

— No es culpa de Benito.. —Razor interrumpió a la pelinegra de coletas con un breve murmullo apagado, que sumado a su extraño acento extranjero, hacía que se le entendiera aún menos de lo que ya decía.— Además, lluvia agradable.

Por último, en la parte de atrás, Noelle caminaba con el único paraguas que había, entristecida porque nadie quería aceptarlo.
El asunto es que la chica ya hacía tanto por el resto que les sabía mal aceptar el préstamo.

De vez en cuando, intentaba extender el brazo para cubrir a Razor de la tormenta, pero este rápidamente se movía para salirse y volver a estar bajo la lluvia.

— Mona, por favor, te estoy ofreciendo mi paraguas desde hace más de media hora.. No le eches la culpa de esa manera a Bennett-

— ¡ChICOS! ¡Miren! ¡Que buena suerte! ¡Son Diluc y Kaeya! ¡Estámos salvados!

Y sin esperar una respuesta, el bajo estudiante cruzó la calle que los separaba a toda velocidad, agitando los brazos como si no lo hubieran notado.
Enseguida, los otros tres lo siguieron.